—¡Steve! ¡No! ¡Me duele! —resonó la voz de Tony, desde su habitación.
—Si no te movieras tanto, te dolería menos —respondió la voz de Steve—. Deja de moverte, necesito sacarla, entre más rápido sea, mejor.
—¡Ay, ay, ay! ¡No, no, no! ¿Sabes qué? Déjala adentro, puedo vivir con ella ahí.
—Tony, no puedo dejarla adentro y lo sabes.
—¡Si, si puedes!
Del otro lado de la puerta, Natasha y Clint estaban comiendo palomitas, mientras escuchaban la extraña conversación de esos dos. Tenían cerca de una hora encerrados en la habitación de Tony y cuando empezaron a escuchar sus gritos, supieron debían ir por el chisme a su fuente.
—Wow, no me imaginaba al Cap tan salvaje —murmuró Clint—. Lo tenía por alguien más tierno y romántico.
—Shh, Barton. Entre masticar palomitas y tu parloteo, no escucho —regaño Natasha.
Un grito, de nuevo, por parte de Tony, hizo que de manera instintiva ambos se alejaran de la puerta.
—¡Cap, lo vas a matar! —exclamó Clint, en un susurro.
—¡STEVE! ¡Esta enorme! ¡No va a salir!
—No seas exagerado, no está enorme; yo diría es de tamaño normal. Es más, hasta se podría considerar pequeña.
Clint frunció el ceño, observando la puerta.
—No te pases con que el Cap cree la tiene chiquita. Si es así, ¿qué nos espera a los mortales, como yo?
—Que la chica o el chico decidas llevarte a la cama, termine muy decepcionado —le respondió Natasha, con honestidad. Clint le lanzó una mirada molesta.
Desde la habitación, la respiración de Tony empiezo a ser más agitada.
—Quien diría el súper heterosexual Capitán América iba a terminar sucumbiendo a los encantos del trasero de Stark —comentó Clint.
—Barton, Steve tiene de heterosexual, lo que tú tienes de inteligencia. Una gran y enorme nada.
—Gracias por las palabras de aliento, Nat —se quejó Clint, indignado.
—¡AHHH!
Natasha y Clint intercambiaron una mirada, preguntándose entre ellos si debían o no entrar.
—¿Ves que no fue tan complicado? —preguntó la voz de Steve.
—Te odio, Rogers. Esa cosa estaba enorme, me duele.
—Ya, tranquilo. Ven, te daré un beso para que no te duela y listo.
—Tan seco e insensible, Cap —opinó Clint.
Antes de que pudieran reaccionar, la puerta de la habitación se abrió y el primero en salir fue Steve. Los observó a ambos con el ceño fruncido.
—¿Se le ofrece algo? —preguntó.
Detrás de él, apareció Tony, con un puchero en el rostro y con el dedo índice de la mano izquierda al aire, en el cuál traía puesto una bandita azul con dibujos del Capitán América.
Natasha y Clint volvieron a intercambiar una mirada.
—¿Qué te pasó en el dedo? —preguntó Clint, para romper el silencio.
Tony le lanzó una mirada asesina a Steve.
—Se me enterró una astilla en el dedo, le pedí ayuda a Steve para sacarla, pero es un bruto salvaje que no me trató con amor y con cariño y me dolió mucho.
Steve soltó un suspiro y cruzó los brazos.
—Te estabas moviendo mucho y quejándote, por eso te dolió. Te lo dije, entre más rápido la sacara, te iba a doler menos, pero no me hiciste caso.
Clint los observó a los dos, decepcionado de la situación.
—Entonces, ¿todos esos gritos eran por una astilla en el dedo de Stark?
Steve y Tony lo observaron con una ceja arriba.—¿Por qué creías que eran? —preguntó Steve.
—Por… —Clint se abstuvo de responderle, llevándose un puñado de palomitas a la boca.
—Eres un puerco, mal pensado, Barton —lo acusó Tony. Salió de la habitación y se encamino a la escaleras—. Mueve ese trasero de América, Rogers, me debes una caja de donas por lo que me hiciste sufrir.
—¿Disculpa?
—Disculpa aceptada.
Steve negó con la cabeza y rodó lo ojos. Natasha se le acercó.
—Aprovecha y pídele que sea tu novio —susurró.
—Espera, ¿qué? —preguntó Clint, pero fue ignorado.
—Si se lo pregunto en este momento, me dirá que no. Tal vez cuando se termine la caja de donas.
Steve los dejó en el pasillo y siguió a Tony. Natasha volteó a ver a Clint, que tenía la boca abierta. Le puso la mano en la mandíbula y se la cerró.
—Te lo dije, Barton. Steve tiene de heterosexual, lo que tú de inteligente. Esos dos se han coqueteado desde hace meses y no lo habías notado. —Natasha siguió el camino de sus compañeros, mientras se llevaba las palomitas—. Te recomiendo te vayas comprando unos tapones o audífonos, que si Steve se le declara a Tony, esos gritos de hace rato no serán nada.
Clint se estremeció al escuchar eso.
—Necesitare un nuevo lugar donde vivir —murmuró para sí mismo—. O que Stark me pague las terapias.
Caminó detrás de Natasha, pensando en cuál de esas dos opciones era la mejor.
¡¿Qué está pasanda?!
Pues nada, yo y mis ideas locas. Este OS lo escribí hace un montón y no lo había subido a ninguna plataforma, solo a Facebook, al grupo de Stony en el que estoy.
Espero les haya gustado y hayan sido igual de mal pensados que Clint y Natasha 😏
Desde ya advierto, los trabajos aquí serán de diferentes ships, trataré de poner siempre que ship es en el capítulo, para que, si no les gusta, lo pasen de largo.
¡Muchas gracias por leer!
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Marvel One Shots
FanfictionCapítulos únicos de diferentes ships de Marvel. ADVERTENCIA: Multiship, no lean si no les gusta la pareja.