Oneshot: El primer amor de Diana

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Era un semestre nuevo en la escuela Luna Nova, Croix sensei había vuelto de su búsqueda para romper la maldición de Wagandea exitosamente y había sido recibida nuevamente como profesora de magia moderna, era un día común como cualquier otro, excepto para Diana Cavendish quien no lograba mantener su concentración en la clase de Lingüística Mágica y aunque era un tema que entendía a la perfección sabía muy dentro de ella que era una falta de respeto para su profesora permanecer distraída en su clase, sin embargo no podía evitarlo, sus pensamientos giraban al rededor de la bruja más torpe de todas y su reciente mejor amiga, Akko.

Comenzó a prestarle atención casi desde el comienzo, cuando Akko recibió de lleno el hechizo de Murowa con el fin de salvar a las Pappiliodyas que habían sido confundidas con parásitos que drenaban la vida del árbol memorial de Jennifer y así con cada evento en el que Diana le "robaba" el crédito a Akko lo que provocaba en la rubia un sentimiento de "envidia" por esta bruja torpe que siempre lograba superarla en los momentos que realmente importaban, pero cuando decidió dejar la escuela para convertirse en la cabeza de los Cavendish y Akko llegó a su rescate, la visión que tenía de la torpe bruja comenzó a cambiar, preocupándose genuinamente por ella y forjando una amistad más grande que la que mantenía con Barbara o Hannah.

Pero las cosas cambiaron nuevamente el día que se aventuraron a detener la bestia mágica de Croix sensei la cual había poseído a un gran misil balístico. Ese día mientras peleaban con el misil, Diana no había podido proteger a Akko y esta se había caído de la escoba, había intentado ir en su rescate pero fue en vano, el misil no lo permitía hasta que finalmente ella cayó también. En esos momentos en los que sentía que su vida terminaría al igual que la de su amiga, el único pensamiento que llegó a su mente fue el de: "te amo Akko, disculpa por no haber podido protegerte"... y sin embargo, una mano la sostuvo en el aire, Akko quien montaba a la "estrella fugaz" la había salvado y juntas nuevamente reanudaron su pelea contra el misil, haciendo uso de la magia del Gran Triskelion para darle fin a la batalla.

Desde entonces, Diana había mantenido en secreto los sentimientos que tenía por Akko los cuales iban creciendo día con día, como el día que Akko finalmente logró volar en su escoba y apenas logró contener el impulso de correr a abrazarla... y este día Diana no logró contener su impulso y permaneció observando a Akko durante toda la clase. Sus sentimientos seguían creciendo, le costaba más controlarlos y no sabía a quien recurrir. Finalmente de vuelta en la realidad, Diana alzó la mirada y vio a la profesora Finnelan acomodando las cosas para retirarse del aula. Diana se apresuró para llegar hasta la profesora antes de que se retirara.

- Profesora Finnelan, ¿me podría permitir un momento de su tiempo?

- Espero que no sea nada referente a esta clase, porque está claro que no me estaba poniendo atención. - Dijo la profesora en un tono muy serio, viendo a Diana agachar la mirada. - Reconozco que usted tiene grandes conocimientos, señorita Cavendish y le agradezco me haya instruido en el lenguaje dracónico antiguo, pero le suplico no le ponga el mal ejemplo a sus compañeras. Si no se siente bien, puede ausentarse de mis clases sin mayor problema.

- Disculpe profesora, espero no volver a distraerme en sus clases.

- ¿Y bien? ¿Qué necesitaba? - Respondió la profesora relajando su tono de voz, era raro ver a Diana en ese estado.

- Me gustaría hablar con usted en privado, si fuera posible.

- Me temo que no puedo faltar a mis clases sin haberle pedido a alguna profesora que me sustituya. Pero si no es urgente, puedo recibirla despues de finalizar las clases señorita Cavendish.

- No es urgente, creo... la veré después de clases, muchas gracias profesora... y disculpe por haberme distraído en su clase.

- Espero que no vuelva a pasar señorita Cavendish. La veré al finalizar las clases.

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