Capítulo 1 : Fabiane

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Me hace falta un cambio en la vida . Es más , lo necesito. Estoy tirando mi alma , mis objetivos y metas , mi dignidad, y todo lo que me convierte en la persona que soy a día de hoy ,sin apenas darme cuenta . Se puede decir que regalaba mi voluntad a otros individuos que buscan un consuelo , algo que les haga sentir mejor , a cambio de una cantidad insignificante de dinero. Pero , realmente , ellos saben al igual que yo lo vacías que están sus almas . Creo que es lo único que mis clientes y yo tenemos en común.

Y cuando más hundida estás , la vida te vuelve a dar una oportunidad. Será cosa del destino , dicen. Bueno, normalmente no es así, o al menos yo creía eso : que los cambios venían gracias a tus actitudes , al esfuerzo, a la compasión, a esos diminutos gestos ... que a la larga producían pequeños granitos de esperanza que atenuaban un final. Un final feliz. Y sí, todo llega a su final. Y yo estaba esperando el mío.

Es así como , al saber la noticia , decidí abandonar mi oficio. Había salido de mi soledad , para compartir mi vida con otro ser , un ser que pasaría a ser lo más importante de mí , lo que me daba esa vida que tanto sentía que estaba perdiendo . Y mi hijo merece tener un final feliz. Por tanto, me propuse hacer todo lo posible para que así fuera.

Vivimos en uno de los barrios más marginales de la ciudad de Ámsterdam , una metrópoli que recibe a millones de turistas cada año . Esa  misma explotación del turismo estaba relanzando a la fortuna a grandes hosteleros y autónomos del sector terciario. Lo que llevó a una subida general de los precios , especialmente de los alquileres . Es por eso que quizás mi pequeña azotea no era el lugar más cómodo para proceder a criar a mi hijo , pero tampoco tenía muchas más opciones. Ya me había acomodado y me llevaba bien con los vecinos , la mayoría inmigrantes , al igual que yo. Quien diría que el panorama cambiaría tanto con los años . De todos los judíos holandeses que vivían en la ciudad de Ámsterdam intentando escapar de ella ante la amenaza de los nazis alemanes , o , en su defecto, y al no poder huir, manteniéndose ocultos , como los Frank , a convertirse en una de las ciudades de Europa que más inmigrantes acoge , muchos de ellos semitas.

Dejar atrás mi hogar no fue fácil , y ,ahora , pienso que pudo ser una elección que  poco dicta de correcta. Pero mi orgullo me impedía retroceder y mirar atrás. Mi vida en el Líbano ya no existía , cerré la tapa de ese libro hace unos nueve años . O quizás ocho ... o diez. La verdad , perdí la cuenta .

Llevaba unos meses buscando trabajo , pero , lamentablemente, no tenía estudios , no sabía inglés y tampoco tenía experiencia en ningún sector . Sufría una gran impotencia por este tema . Y es que , por mucho que me hubiera gustado entrar en la universidad, no fue nada fácil para mí. Mi familia quería que fuera una "buena mujer" . Sí , así como os lo cuento. Mi función era estar en casa , encargarme de mis futuros hijos , de mi marido ... Bueno ... ya sabéis . Pero siempre tuve otras ambiciones , mi familia decía que estaba dispersa . Quería ver mundo. Y en cuanto tuve la oportunidad , me fui . Abandoné todo lo que tenía para estar en esta situación . Tal vez no haya sido lo que yo esperaba , pero para nada me arrepiento. Así es como me convertí en el "patito feo" de la familia .

Un día como otro , llegué al portal del edificio después de unos cuántas compras , y, como solía suceder , me encontré con Lian Chén. Es mi vecina de abajo , vive con su familia en el 4B . En cierta manera , la admiro . Convive en un pequeño espacio con sus 4 hijos y su marido , y logran salir adelante gracias a los ingresos de un pequeño bazar chino que habían montado por el barrio. Normalmente , nos contábamos como nos iba , las novedades , algún cotilleo vecinal... Bueno , lo normal en una escalera de vecinos . ¿No?

Ese día estuvimos hablando un poco de la subida de precios , de nuestras familias , también me preguntó si había encontrado trabajo ... La charla no salía de lo común. A los pocos minutos , decidió invitarme a un té en su apartamento . Y negárselo para mí era una gran falta de respeto, así que acepté. Volvimos a tener una conversación acerca de lo que Lian extrañaba de su país de origen : la familia, la comida , los paisajes... Casi se le salían las lágrimas . Sobretodo me quedé con el siguiente mensaje: "a veces nos forzamos a pretender que aspirar a un futuro mejor es ser demasiado ambiciosos , que debemos conformarnos con lo que ya tenemos , aceptar lo que la vida ha querido para nosotros , .... pero eso significa renunciar a los sueños. Y nunca se renuncia a un sueño".

Me sentí muy identificada con lo que la señora Chén quería transmitirme . Es así incluso que le estuve dando vueltas esa noche , y acabé derramando alguna lagrimilla . Echo mucho de menos a mi país , y a mi familia , aunque intento admitir que no , pero yo tampoco puedo renunciar a mi sueño. Además de esa emotiva reflexión, también conversamos acerca de algunos temas más coloquiales , uno de ellos la televisión y el mundo de los realities .
Y es que Lian se apuntó al casting de un programa de televisión. ¿La señora Chén en la TV ? , jamás me lo hubiera imaginado. Así que , confundida, le pregunté las razones. Nada más cuestionarle , sacó su móvil , un huawei mi9 , y me enseñó el anuncio que había hecho que se apuntara.

"¿Estás dispuesto a participar en un reality show y llevarte 200,000 euros? Sí , así como lo oyes , 200.000 euros .
Apúntate al casting y cause sensación en la cadena más novedosa del momento, SNR y llévate el premio. Un reality diferente pero que no dejara indiferente a nadie . Llama al 888 737 637 y participa."

Así que la señora Chén quería el premio... un premio que le solucionaría la vida por muchos años y que la ayudaría a posicionarse más cerca de sus sueños.

Yo no iba a ser menos . Si bien me daba cierta vergüenza y no estaba acostumbrada a trabajar delante de cámaras , sabía que el premio me ayudaría a que mi hijo viviera en mejores condiciones. Y yo haré todo lo que pueda para que así sea. Decidida , guardé el número.

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