Neon Lives

Intermitente

Capítulo 1

Es hora de levantarse, tiende la cama, lava tus dientes y sirve el almuerzo. FUCK. Es la rutina a primera hora del día de todos los días de mi vida. Jamás entenderán que amo levantarme tarde y que si me dieran a elegir preferiría tomar clases virtuales para no estar viendo la cara del profesor Adams a las siete y cuarto de la mañana.
Mamá, parece vivir ensimismada con una energía tácita desde que el sol penetra por su ventana. En cambio, estoy a punto de bloquear cada espacio donde se filtra la luz para impedir que cualquier rayo solar se haga presente sin invitación en mi habitación.
_ Matthew, vas a llegar tarde._
Nuevamente retumba el grito de mamá en mis oídos.
Genial, uno no puede levantarse sin ánimos jamás. Pienso mientras termino de sujetar las agujetas a mis zapatos. Mi habitación se encuentra en la planta alta de la casa y a pesar de que soy lo suficientemente grande para bajar solo por las escaleras, mi madre espera paciente abajo, para recibirme con un beso en la frente de buenos días.
_¿Qué son esas ojeras, Matt?
Dice mamá antes de que levante la vista.
_ Estoy bien.
Le digo torciendo los ojos.
_ Estuviste revisando tu celular hasta tarde, ¿cierto?
_ Mamá..._ espeto a su cuestionamiento.
A pesar de que mamá está en lo cierto, la desafío. Estuve conectado gran parte de la madrugada. Debo reconocer que soy fanático de algunas historias publicadas en Wattpad sin la mínima intención de monetizarlas. Y que aparte he hecho amistad con algunos chicos de la aplicación. Ahí conocí a Artemis, por ejemplo, es indiscutiblemente bien parecido y tenemos afinidad en ciertas cosas. Va un grado más arriba que yo, este año se mudará a California y podré conocerle en persona.
Artemis, me confesó su gusto por las personas de su mismo sexo. De ahí la afinidad que siento por ese chico.
Después de haber cumplido los dieciséis, la curiosidad por mantener contacto sexual con un hombre se convirtió en un deseo constante. Recuerdo haber descargado varias de las aplicaciones de chats gay, para luego hablar con hombres y pactar encuentros sexuales fallidos. Temía mostrar mi identidad y ser descubierto. Pero la curiosidad me hizo actuar y después de planearlo un sinfín de veces para perder la virginidad, escogí a James.
No tuve que pensarlo mucho, en la aplicación era normal ver perfiles sin fotografía, pero cuando llegué a su cuenta me cautivó. Algo muy interno me sacudió y sentí de manera involuntaria una erección. James, mostraba buen cuerpo en una pose sugerente, nada de six pack o trabajo de gym, pero con una sonrisa sexy y vacilante. A pesar de que en su foto no se mostraba más allá de su sonrisa y su medio torso, con eso me basto para saber que quería perder con él la virginidad.
Hoy en día, no me pasa por la cabeza la idea de pactar un encuentro sexual con un desconocido, siento que cuando ocurrió fue más un impulso que un deseo. No le había visto jamás, ni por foto o cámara. Intercambiamos números y cuadramos a las cinco y cuarto. El encuentro se dio. Ese día no había clases pero les había mentido a mis padres con el pretexto de que me reuniría para hacer una tarea en casa de una amiga. Antes de que todo ocurriera, le pedí me compartiera una foto de cara y aunque me la mandó a la brevedad, la imagen estaba algo opaca pero suficiente para estimular el impulso.
El encuentro frente a frente, su estatura, complexión física y sus jeans ajustados, disipó mis dudas. Estaba seguro que quería tocar el bulto que se hacía en su entre pierna. Él me tomó de la mano y comenzamos a caminar en busca de un lugar más íntimo.
Por un momento me había dicho que un amigo nos prestaría su apartamento, pero después de escucharle discutir por varios minutos en el celular, me llevó a un motel de paso.
En la habitación había cervezas, condones y en el televisor una película porno. Después de acariciarnos, se la empecé a chupar y el me metió el dedo para estimular. Sin ser algo disfrutable, le pedí que sacara su dedo de mi ano y fue hasta entonces que quiso penetrarme. Cuando me la metió, me dolió como nunca.
_ ¿Te duele mucho?_ preguntó.
Para ser honesto, algunas veces me duele como esa primera vez. Pero nada como el resultado de aquella emoción de haber concretado mi primera relación sexual. Ya no estaba en la posición de espectador, sino estaba siendo actor de mi propia película. Estaba haciendo eso que me provocaba morbo  en las aplicaciones y curiosidad a la vez. Así que después de una buena sacudida, me vine en mi estómago. El lo sacó y se quitó el condón para masturbarse. Después de verlo terminar, nos cambiamos y salimos del lugar.
James, se portó bien conmigo. Después del encuentro me acompañó a tomar un Uber. Mientras caminábamos me dijo que cuidara bien de mi y de las próximas relaciones que entablara con desconocidos, que estaba muy joven y que los peligros estaban a la orden del día.
Agradecí el consejo y tomé el Uber.
Ya en casa me las arreglé para inventar a mis padres sobre la supuesta reunión de trabajo que había ido a realizar con una amiga.
Por supuesto que di detalles, pero sabía que esa sería la primera de muchas mentiras que diría para empezar con mi vida sexual oculta.