𝑬𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 ღ (Kookmin) TS ღ

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Jimin miraba como su padre discutía con el señor Jeon, ambos gritándose fuertemente sin importarles que sus hijos y esposas estén ahí presentes.

—¡No permitiré que eso pase! —gritaba el señor Park golpeando la mesa.

—¡Yo menos! Eso no está en discusión.

Las mujeres se veían entre si sin comprender nada.

Y Jungkook tomaba la mano de Jimin por debajo de la mesa, ambos jugando con los dedos del contrario.

Se miraron cómplices en el momento que sus padres explicaron por qué esa nueva confrontación.

—Quieren juntar ambas empresas. El dueño quiere hacerlas una solas. No permitiré eso. —explico Jeon.

—No veo nada de malo, aunque las empresas se fusionen seguirán sin convivir. —se atrevió a hablar Jimin.

Su padre lo miró enojado.

—Tendremos que compartir el puesto.

—Y eso significa que cuando ustedes asciendan al puesto también tendrán que compartir con el otro él puesto. —dijo con asco el señor Jeon mirando a Jimin.

Jimin solo ladeo una sonrisa.

—Por mí no hay problema.

—Por mí tampoco. —hablo por fin Jungkook.

—¡Jamás permitiré eso! Prefiero que mi hijo conviva con víboras que con los Park. —grito con enojo.

Su mujer agacho la cabeza avergonzada.

La señora Park suspiro cansada cuando estos empezaron a discutir de nuevo debido a la riña que tenían.

Miró a su hijo y al de Jeon.

—Ten. —le extendió la llave de una habitación de la residencia Park. —Mejor espérenos ahí, esto va para largo y no es sano que se queden escuchando estas discusiones.

—Pero... ¿los dos? —pregunto Jungkook sorprendido.

La señora Park asintió y miro a la contraria que de igual manera apoyo la idea de que sus hijos se fueran.

—Vayan, rápido, rápido que no los ven. —los apuro.

Ambos adolescentes salieron huyendo de ahí.

Jungkook suspiro aliviado.

—Sentía que me ahogaba ahí.

Jimin concordó asintiendo.

—Cada vez sus peleas se hacen más fuertes, no me imagino cuando compartan oficinas. —ladeo una sonrisa.

Jungkook hizo ademán de abrazarlo, pero recordó que aun seguían en la empresa así que se aguantó y caminaron más rápido hacia el auto de los Park.

El chofer se sorprendió al verlos juntos.

—Mamá nos mandó a la residencia. —alzo las llaves.

Aun confundido decidió acatar la orden y les abrió la puerta para entrar.

Cuando ambos estaban ya en los asientos y el chofer en su lugar empezó a avanzar el auto.

Para nadie era sorpresa que los Jeon y Park no se llevaban. Era algo de lo que todos hablaban y especulaban de porque la riña entre las dos familias más importantes de Corea junto a la Lee.