Capítulo 35. Sueño libido

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ADVERTENCIA: mucha sensualidad.

Se pronostica riesgo de sangrado nasal severo.

Se recomienda leer lejos de familiares, en especial hermanos soplones.

Gracias por su atención.

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Luego de tres días de absoluto reposo, Xue Yang estaba demasiado aburrido como para seguir durmiendo, manifestó que se sentía mucho mejor, así que retomaron su viaje, aunque eso le quitó una excusa para dormir pegado a XingChen día y noche. Además, las municiones y el agua se habían agotado necesitaban urgentemente encontrar una fuente de líquido.

Xue Yang montó su propio caballo por precaución. Y así partieron. Poco a poco se alejaron del terreno desierto para entrar en un área más montañosa y cálida. Los rayos de sol calentaban el viento frío en un día soleado. Había mucha vegetación verde a pesar de estar iniciando el otoño. 

De pronto, Xue Yang detuvo su caballo. Había escuchado algo, el sonido de agua golpeando rocas. Y como se esperaba al adentrarse en la montaña encontraron una pequeña cascada, el agua cristalina venía directamente del páramo helado, limpia y transparente. Decidieron quedarse en la montaña por el momento. Xue Yang fue a buscar frutos y bayas alrededor, y XingChen mientras tanto repuso las reservas con agua fresca.

Se sentaron juntos en el prado, comieron y bebieron hasta quedar satisfechos. Por un momento olvidaron todo, admirando la belleza de la naturaleza, desde su lugar aún podían ver la gran muralla del reino lejana, pero no les importo, así como no les importaba ser considerados fugitivos en ese país.

Este es un buen lugar, ¿verdad? Deberíamos solo quedarnos aquí Xue Yang sonrió bajo el sol otoñal, aunque su tono había sido de broma se veía un tanto satisfecho y sin preocupaciones. Xiao XingChen simplemente aguardo en silencio, en ese momento fugaz, su corazón perdió su balance.

Quedarnos aquí y olvidarlo todo.

Quedarnos aquí y empezar de nuevo... juntos.

Eso quieres decir, verdad.

Xue Yang inquieto por su silencio lo llamó —XingChen.

Si— respondió dirigiendo su atención hacia él.

¿Hace cuanto no tomas un baño?—. La pregunta lo tomó por sorpresa y lo hizo sentir tímido. Habían pasado muchos días en medio de la nada, el agua que llevaban para consumir se había agotado rápidamente y XingChen había priorizado la higiene de las heridas de Xue Yang, así que no había tomado un baño decente en días.

De hecho, Xue Yang había realizado esta pregunta en el momento oportuno, tenían unas dos horas de luz solar antes de que oscurezca y un manantial de agua clara esperando. Ahora, la siguiente pregunta incomoda fue: "¿Nos bañamos juntos?". XingChen se negó fuertemente, pero Xue Yang ganó la discusión argumentando: "Es tarde, si no nos bañamos juntos el sol se pondrá".

El sonido del agua cayendo inundó la atmósfera, callando los propios zumbidos de su corazón. El agua estaba fría, pero el riachuelo no era profundo, apenas cubría sus rodillas. De espaldas el uno del otro, se bañaron en silencio. Poco a poco la suciedad fue quitada de sus cuerpos, la piel pálida brillante quedó expuesta al sol.

Aunque decidieron darse privacidad, estaban conscientes de que a su espalda el otro se encontraba como dios lo trajo al mundo, era un sentimiento extraño, que los detenía de voltear y echar un vistazo. En un momento, XingChen se inclinó para lavar su cabello, pero el reflejo en el agua lo dejó helado, la figura de Xue Yang de espaldas estaba reflejada en el agua como una pintura, vio la línea recta de sus piernas esbeltas, sus ojos cayeron en la tentación de seguir esa línea hacia arriba, hasta su torso y su llamativo cabello que ahora estaba hacia un lado dejando libre la espalda alta y tonificada.

|Enamorado del enemigo| - Xue Yang y Xiao XingChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora