Capítulo ❱ 10

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─ ¿Y si te beso justo ahora? ¿Eso sería honesto, Doblas? ─. Pregunto el pelinegro mirando a los ojos hinchados color esmeralda, pudo apreciar un sonrojo en las mejillas del menor.

Realmente, incluso no supieran bastante el por qué sus padres habian hecho eso daba mucho que ver, quizás no apoyaban eso, egoistas, o una extraña razón desconocida para ambos jovenes.

Rubén sentia que su corazón podria salir de su pecho en cualquier instante, la cercania del contrario le ponia nervioso, sus manos sudaban, sus ojos se conectaban.

Sus almas se conectaron cuando aquellos labios se posaron sobre los suyos, besandolo con delicadeza.

El teñido correspondio lento, como si hubiera querido sentir y tener al pelinegro asi de cerca. Sus mejillas estaban rojas, sus manos temblaban, sentia miedo pero una emoción de felicidad recorrio su cuerpo.

Vegetta tomo su mano entrelazando sus dedos y se separaron pocos segundos después acompañado de un chasquido.

Ambos chicos tenian el corazón a mil por hora como sus cabezas.

¿estaba mal? ¿Realmente estaba bien?

¿Por qué se sentía tan bien?

El silencio llego a la habitación formando una ambiente cálido y calmado, se sentian bien.

─ Vegetta..

─ Rubén..

Se encontraban perdidos, sus cabezas bien podrian estar dando vuelvas y sus labios volvieron a unirse en otro beso.

Samuel lo atrajo hacía el tomando su cadera y el menor tomo su mejilla, el momento les comia la cabeza y sus corazones latiendo que podian escucharlos.

Las mordidas y besos húmedos entre aquel beso lo formo uno necesitado, como si hubieran necesitado de eso hace bastante tiempo.

Cuando se separaron sus respiraciones desequilibradas adornaban el ambiente de la habitación y ambos chicos solo se miraban apreciando el desorden que cada uno estaba hecho.

El celular de Samuel se prendió por un mensaje de su madre: ¿Samuel dónde estás?

El teñido pudo leer el mensaje igual y solo miro al pelinegro a su lado dandole una mirada tímida.

─ Deberías volver a casa antes de que se enteren que estuviste aqui ─. Aclaro su garganta.

─ Mmh.. ─. Afirmo asintiendo y guardo el celular poniendose de pie junto Rubén. ─ Nos vemos mañana, cabezón

─ ¿Ah? Si!.. si, nos vemos mañana ─. Respondió perdido y volviendo a la tierra, observando como se despedia con la mano y el sonido de la puerta cerrarse llegando a sus oidos.

Subio a su habitación rápidamente sentandose en la cama con una sonrisa que no podia ocultar, se sentia feliz

─ Hostia puta, ¿por qué coño estoy tan feliz tio? Diooos ─. Se hablo a si mismo tomando sus cabellos y dejandose recostar en la cama entre risas. ─ Vegetita, vegetita..

<3

─Vamos tio, ¿pero que coño dices? ─. El castaño frunció el ceño mirando al menor a su lado quién se alzó se hombros.

─ Veras es que Lolito mojó mi mochila y tus notas estaban dentro ─. Explico rascando su nunca sintiendose culpable: después de todo fue su responsabilidad.

El mayor soltó un suspiro y dejo su mano repostar en su frente tenso. Raúl miro a Borja y mordio su labio inferior, sentandose a su lado.

─ Luzu, cariño ─. El mencionado alzo la mirada hacía él ─. Voy a reescribir todo por ti, ¿vale? Fue mi culpa, lo lamento.

Borja miro como agacho la mirada y formo una sonrisa leve en sus labios, tomo su mejilla y planto un casto beso sobre sus belfos.

─ No te preocupes Auroncito y.. ─. Observo nuevamente a su novio quién ahora le dedico una mirada que conocia a la perfección; suspiro ─. Bien, bien puedes

Escucharon la campana saltar y los alumnos fueron a sus lugares correspondientes, todos estaban en la habitación excepto Rubén.

Auron ya se veía una excusa de la cual reírse en la semana.

Pasaron veinte minutos y la puerta del salón dejando ver un teñido que causo al maestro suspirar. No era la primera vez.

Se acomodo la mochila en su hombro y sintió la mirada de todos, todos, sobre él. Pero se enfoco más en la mirada de Auron que parecía aguantar la risa.

Relación sus labios y tomo aire. ─ Lamento la tardanza, mi madre se distrajo un poco esta mañana.

Raúl ya parecia que queria llorar de risa y Luzu estaba con su ceño fruncido observandolo. Poso su mirada sobre él y le sonrio dandole apoyo, el menor sonrió de vuelta.

─ Toma asiento, no discutire

Se encamino a su asiento que estaba ubicado a un lado del pelinegro, pero se alegraba que Auron se sentara detras de su persona para distraerse.

─ ¿Tu madre? Por favor rubius ─. Rio bajo picando su hombro con un lapiz una vez se habia sentado el menor. ─ Esa no te cree ni dios

─ Callate cerdo, que no tengo otra ─. Fruncio el ceño y pudo sentir la mirada del mayor a su lado haciendolo tragar duro.

─ Ehh que esa frase tiene copy, te voy a cobrar ─. Jugueteo haciendo a Rubén reírse con su tonteria.

─¿Podrian guardar silencio? ─. Escucharon una voz ajena, que venia de la final a su lado y Auron le miro frunciondo el ceño.

─ Pero vegetta, estoy hablando con Rubius ─. Murmullo hacia el mencionado mirando al contrario.

─ Y yo aqui necesito concentrarme.

─ Pero vegetta.

─ Auron, dame un lápiz ─. Carraspeo. Aclaro su garganta y se posiciono mejor en su silla.

─ Si es que tengo uno guapo ─. Bromea y toma su mochila buscando entre todos los objectos que, a saber tu, que tenia.

Su mirada se perdio en sus pensamientos dando un desenfoque en su mirada que cualquiera que estuviera atento lo notaría precisamente, y no era por Vegetta, bueno si lo era.

No sabia como lidear con eso, no aún.

¿Y si sus padres llegan a enterarse?

Siente un toque en el hombre y su vista se enfoco en el object: el lapiz.

Susurro un gracias y continuo pensando.

Pero en esos momentos, en esos instantes.

Solo quería besarlo otra vez.

Solo quería besarlo otra vez

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strange boys ❀ rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora