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Voces lejanas se escuchaban como ecos a su alrededor, todo se veía oscuro pero no lo suficiente como para no entender de que se trataba, era imposible no identificar la misma pesadilla de todas las noches. Sentía como las luces de los autos calentaban su nuca otra vez, como las casi inexistentes gotas de lluvia se enredaban entre sus pestañas, el agarre de su padre entre su mano se sentía tan real.
Incluso creía sentir el caliente y rojizo líquido caer en su rostro una vez más, el toque de Abraham desapareció y otra vez lo único que quedaba en sus sueños era aquel sonido insoportable, aquel bate rodeado en púas impactando contra los restos humanos y el barro mojado, la sonrisa sincera de Negan la perseguía y es que ella aun durmiendo identificaba como el hombre parecía disfrutar saciarse de todo su dolor. Podrían pasar horas mientras ella daba vueltas incómoda en el saco de dormir en el suelo de ese remolque, lo único que veía era oscuridad mientras que el ruido del bate golpear una y otra vez sonaba con más fuerza detrás de cada impacto.
Durante el día las cosas dentro de todo eran tranquilas para Galathea Goodwin, ayudaba a personas de la comunidad con ciertas actividades, cuidaba de Maggie y pasaba tiempo con Sasha además de visitar las recientes tumbas. Pero la noche era por completo un caso aparte, todas sus preocupaciones, miedos e inexistentes esperanzas atacaban el reino de sus sueños como si fuese un castigo por un crimen no cometido a sus manos.
No todas las cosas hacen ruido al romperse, hay algunas que se derrumban en el más absoluto de los silencios y ese era su caso. La oscuridad de la noche atravesando las pocas ventanas del remolque ocultaban sus lágrimas mientras que el sueño pesado de ambas mujeres con las cuales convivía ocultaban sus sollozos y gritos ahogados.
Las horas pasaban mientras ella era atormentada por su propia mente, el sol atravesaba los cristales y ahora sus pequeños sollozos eran audibles para las mujeres despiertas, ninguna admitía lo preocupadas que estában con respecto a thea, ambas la seguían viendo como a una niña y eso era, pero en este caso, una niña no merece pasar por todo aquello que ella tuvo que vivir en carne propia.
