Capítulo 11

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2 de noviembre: Relación indirecta.

     

     El oficial Bennet me trajo dentro de la carpa policial para ser interrogado; estaba tan nervioso que no pude ni apreciar bien lo que está a mi alrededor en la carpa, aunque desde que la instalaron la curiosidad de saber cómo era crecía regularmente. Estaba sentado en una silla con mis manos apoyadas en una pequeña mesa gris, era un cuarto en una esquina de la gran carpa, oculto por cortinas negras que rodeaban esta pequeña e improvisada sala de interrogaciones. Me habían dejado aquí hace unos minutos asegurándome que el detective llegaría en unos momentos. Estaba confundido ya que según tenía entendido yo no tendría que enfrentarme a una situación así, porque los que serían interrogados se suponía serian solo los que asistieron a la fiesta; pero el oficial Bennet me aclaró que estaban investigando a cierto porcentajes de estudiantes que aunque no eran sospechosos, tal vez podían entregar cierta información útil. No se me ocurría que clase de información podría yo darles, pero sabiendo que no podría negarme solo me mantendría lo más tranquilo posible esperando que no salga nada mal de esto.

     —Buenas tardes, señor Torres —entra por la cortina un hombre moreno vestido con unos pantalones negros y una camisa igualmente negra con las mangas arremangadas; su placa policial estaba a la vista guindada a su cuello por una cadena plateada— Soy el detective Walker

     Estrecho la mano que extiende hacia mí, pero me mantengo en silencio. Toma asiento en la silla frente a mí.

     —Me dijeron que estaba algo confundido por esta interrogación, no se preocupe serán solo unas cuentas preguntas —dice el detective mientras se recuesta relajadamente en el respaldo de su silla y comienza a preguntar— ¿Dónde estaba el día de la fiesta?

      Habían pasado como diez minutos y me había hecho alrededor de veinte preguntas; al principio eran más directas sobre el asunto del que quieren obtener información: «¿Por qué no llegaste a la fiesta?; ¿Por qué no fuiste más temprano junto a tus amigos?; ¿Viste algo o alguien sospechoso ese día?»; luego hizo preguntas más personales como que carrera estudiaba, cuanto tiempo tenía ya en la universidad, y cosas de ese estilo.

     —Tengo conocimiento de su indirecta relación con la víctima —comienza de nuevo el detective— pero, ¿existía alguna relación más cercana entre ustedes?

     No sabía a qué se refería con lo de «relación indirecta», personalmente no consideraba que el estudiar la misma carrera ya estableciera alguna relación entre los dos, pero pensando que se refería a esto, le contesto.

     —No... no la conocía realmente. Solo compartíamos algunas clases.

     —¿Solo compartían clases? —pregunta el detective lentamente, mirándome frunciendo el ceño, con un tono de voz que demostraba que no estaba seguro de mi respuesta.

     —Sí, señor. Solo eso —digo sintiéndome un poco inseguro por la mirada desconfiada que me dirige.

­     —De igual manera, supongo que la muerte de Sabine Torres le ha debido causar más impacto que a los demás, señor Torres —me dice con el ceño aún más fruncido. Me deja más confundido y no sé si esta clases de preguntas se las hacen a todos como estrategia de ponernos nerviosos o inseguros. Yo no mantuve en ningún momento relación con Sabine, y a pesar de que compartíamos clases, su asesinato había causado en mí, el mismo horror y disgusto que a los demás.

     —Nunca tuve la oportunidad de compartir realmente por ella —comienzo a decir—, pero por supuesto que su muerte me apena mucho. Algunos de mis amigos si la conocían y la describían como una persona bastante simpática y dulce.

     El detective no parecía complacido con mis palabras, y honestamente a estas alturas no estaba seguro de que era lo que él esperaba que respondiera. Estaba diciendo la verdad, pero sentía en su mirada que no creía o que sospechaba algo acerca de mis respuestas.se mantuvo en silencio unos minutos tan solo mirándome con su ceño fruncido y sus ojos viendo directamente los míos, como si esperara descubrir lo que él quiere saber dentro de estos. Le mantuve la mirada lo más que pude, pero al ver que no parecía dispuesto a apartar la mirada, tan solo dirijo mi mirada en el pequeño vaso de agua en mis manos, que me habían traído hace unos minutos.

     —Muy bien, señor Torres —interrumpe el silencio el detective— Gracias por su colaboración. Le haremos saber si en algún momento necesitamos de su presencia nuevamente.

     

     La noche había llegado y con ella, un centenar de nuevas dudas se habían unido al mar de pensamientos que tenía en mi cabeza últimamente. La interrogación había sido confusa para mí, desde el hecho que siquiera me hagan una, hasta las últimas preguntas que se me hicieron; el detective Walker mostraba un incesante interés por saber si yo había compartido con Sabine; y aunque me parecía lógico que hicieran tales preguntas a los interrogados, la actitud de éste llegaba a cierto punto a incomodarme. No podía confirmarlo al cien por ciento pero me parecía que el detective no creía en mis respuestas, era como si él estuviera seguro de algo que yo persistía en negar. Esto causo mucho revuelo en mi cabeza, es por eso que decidí contarle a Andrew y a Beth mis sospechas después del interrogatorio. Ya era media noche y estábamos en la enorme habitación de Beth en Park Wood Flats, sentados en la cama mientras comíamos la pizza congelada que horneamos hace unos minutos.

     —Probablemente no sea nada —dice Andrew con un pedazo de pizza en la mano—. A Gerald lo asustaron mucho cuando lo interrogaron, y él no tiene nada que ver en eso. Seguro son solo estrategias que usan los policías.

     —Pero con ustedes no fue así —contesto refiriéndome al interrogatorio de Beth y Andrew— ¿Por qué conmigo fue diferente? Si ni siquiera llegué a la fiesta.

     —El detective te dijo que interrogarían a varios que no asistieron. Es rutina seguramente —me dice Beth intentando tranquilizarme.

     —Él mencionó una relación indirecta entre Sabine y yo —digo contándoles por primera vez lo que verdaderamente me dejo pensando esta tarde.

     —¿Qué significa? —pregunta Andrew.

     —Significa que Brian y Sabine estaban conectados de cierta manera —le contesta Beth—, ustedes estudiaban juntos, ¿cierto? Tal vez hablaba de eso.

     —Pensé lo mismo, pero... no lo sé, últimamente no entiendo muchas cosas —empiezo a decirles— Tengo muchas dudas desde el día de la fiesta, y es como si todos me ocultaran algo.

     Beth y Andrew intercambian una mirada, y cuando dirigen sus ojos en mi otra vez, Beth suspira y me dice con un gesto serio y un poco preocupado.

     —Brian, la muerte de Sabine ha sido el acto más escandaloso y brutal que haya vivido jamás el condado. Todos están muy preocupados. Mi madre no ha querido contarme nada, pero he escuchado cosas... he visto cosas.

     Me quedo callado sin saber que responder, quería preguntarle a que cosas se refería, pero no quería alterarla sabiendo que este tema anteriormente la puso muy mal. Pero con mi corazón latiendo rápido, susurro la pregunta esperando no arrepentirme luego.

     —¿Qué cosas?

     —El día de la fiesta...—se detiene y su voz se quiebra, así que me apresuro a decirle antes que continúe.

     —No tienes que contarme si no quieres, Beth. No te preocupes.

     —No, está bien. Creo que sería bueno que nos desahogáramos —comparte otra mirada con Andrew, y luego de unos segundos, él suspira pesadamente, me mira y dice.

     —Te contaremos que pasó.

El Último EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora