Wendigo

Capítulo 1

Existe un mito que se cuenta entre los habitantes.

Un hombre, debido al hambre, rompió el tabú caníbal . Un espíritu maligno lo poseyó y su alma murió, la irracionalidad causó un hambre insaciable por la carne humana.

No hagas ruido, no respires.
Escondete, antes de que Wendigo te encuentre.

†  †  †

Parpadeo varias veces desorientado. Trato de recordar ¿Por qué razón estoy en una habitación que no conozco? Las paredes de madera dan un aire campestre y moderno.

—¡Oh sí! —exclame recordando.

Hace dos días mi hermano vino de excursión con sus amigos de la Universidad. Querian explorar los espesos bosques y tener una despedida de último año inolvidable.

Bright siempre ha sido el aventurero de la familia, así que tuvo la gran idea de acampar durante tres días seguidos.

Los dos primeros días mandaba fotos a cada veinte minutos, presumiendo de los paisajes que exploraban. También llamaba a papá para que no se preocupara, pero el último día envió mensajes extraños y no contestaba las llamadas. Papá preocupado, dijo que iba a buscarlo, pero en su lugar vine yo. No quería que descuidara su salud, últimamente tiene problemas con la diabetes. Probablemente Bright no tenía señal o quería hacerse el misterioso, conociendo lo humorista que es.

Debia tener ayuda con el mapa, no soy bueno para eso, actualmente solo enciendes el GPS del auto y te guías con la pantalla o con el móvil pero la señal no es tan perfecta en bosques ni mucho menos los autos. Así que traje a mi novio. Mew sabe de esas cosas, estuvo en los Boys scouts. El punto es que encontramos la cabaña donde se hospedaban los cuatro universitarios, incluyendo a mi hermano. Deshabitada.

La puerta no tenía seguro, la chimenea tenía rastro de las cenizas. Sus maletas no estaban, se veía ningún rastro de robo u homicidio, pero los mensajes de Bright anunciaban sobre una  intrusion: "un monstruo nos sigue", "se los comen". Después de eso ya no supimos nada. Eso me alertó y recurrimos a la comisaría del pueblo.  ¿Que habrá pasado?

Flashback

Quiero buscarlo de inmediato, pero Mew dijo que espere a mañana, está anocheciendo y tal vez regresen en el transcurso de la espera. Obedeciendo encendí la chimenea para darnos calor, me acomodo en los sillones de la pequeña sala junto a Mew pegandome a su regazo.

—¿Tienes hambre? —cuestiona dando un beso en mi frente.

—No amor. Estoy bien. Me preocupa que Bright aún sigue sin contestar el teléfono ¿Y si les pasó algo?

—Tranquilo mi girasol, deben estar acampando por allí. Y no creo que tengan señal. Mañana saldremos a buscarlos. El alguacil vendrá a medio día para empezar la búsqueda. No te preocupes.

—Está bien como tú digas —me resigno.

—Ahora, recuerdo que prometiste darme un premio por acompañarte —mueve sus cejas de arriba abajo con coquetería.

—Si, pero no dije cuando —le devolví con picardía.

Mew me estrecha entre sus brazos, se inclina hasta quedar cerca de mi boca. Acaricia mi nariz con la suya, luego deposita besos en mi rostro hasta llegar a mis labios, los explora con delicadeza y suavidad. Disfruto de sus besos, de su mano que se desliza bajo mi camisa, su toque me eriza la piel y el sonido de nuestros besos inunda mis oídos como la mejor melodía jamás escuchada.