Halloween Kiss || Jikookmin O. S.

',Parte unica,'

"And they said that we can't be together...Because, because we come from different sides"

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Otoño, calabazas, disfraces, dulces, ¡Halloween! La época y festividad favorita de muchas personas.

La emoción de Jungkook no se debía precisamente a salir y pedir dulces, sino, a la fiesta de Halloween que los de su clase llevaban a cabo, y para su suerte este era el primer año en que sus padres lo dejaban ir, debido a que ya tenía diecisiete años y ya era más consciente de sus acciones y sabía como cuidarse.

Su "disfraz" consistía en llevar ropa negra, pues era demasiado penoso como para portar uno bien elaborado, pero no se preocupó, pues mucha gente iría vestida cómo para una fiesta común.

Una vez estuvo satisfecho con su aspecto fue que se dirigió a la puerta de entrada, no sin antes echar un vistazo a los mensajes de su grupo de chat con amigos, donde le decían que ya estaba llegando tarde, pues todos estaban ahí.

—No vuelvas tan noche.— Le dijo su padre, quien veía televisión en la sala de estar.

—A las doce te pasamos a buscar.— Complementó su madre.

—¿Seguro que no quieres que te llevemos?— Insistió su progenitor.

—¡Dijeron que no me atosigarían!— Recordó.— Son las ocho, a las doce está bien.

—De acuerdo, no te atosigamos más— Se burló su mamá.

—No aceptes bebidas de extraños.

—No tengas sexo.

—Quiere decir que no tengas sexo en una casa ajena, si quieres tener sexo puedes traer a la chica a casa y te daremos privacidad— Corrigió su padre.

—O chico.— Agregó la señora Jeon.

—O chico.

—¡No soy gay! Que nunca haya tenido novia no significa que me gusten los hombres.— Les aclaró, aún no entendía el afán de sus progenitores por mencionar la opción.

—No te alteres, Kook, no es algo malo. Lo decimos para que tengas en cuenta que nosotros no te queremos imponer ninguna sexualidad y sepas que puedes salir con quien quieras.

Sí, sus padres eran bastante liberales en ese aspecto, y quizás se debía a que estos eran demasiado jóvenes. Jungkook había llegado a sus vidas cuando ambos apenas tenían diecisiete años, y todo había sido muy difícil, pero por suerte salieron adelante.

La confianza que les tenía era envidiable, y ellos también confiaban en él, pero le ponían límites de ser necesario, aunque podían decir que tenían un buen hijo.

—Bien, ya voy tarde. Adiós.— Finalizó la plática, reanudando su camino hacia la puerta de entrada...¿o salida?

—¡Te queremos!—Gritaron ambos.

Jungkook no pudo evitar sonreír.— También los quiero.— Agregó antes de salir completamente de su hogar.

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La noche estaba en curso, y las cosas en la fiesta definitivamente estaban raras.

Había un chico rubio vestido con ropa totalmente blanca y ajustada que no le sacaba la mirada de encima a Jungkook, y él tampoco podía despegarla del chico.