Sonaste ligeramente tu nariz mientras cruzabas tus piernas, realmente estabas aburrida en ese momento. Solo podías observar a los hombres de traje moverse de un sitio a otro como locos.
Nada interesante.
— ¿Qué mierda haces? — frunciste el ceño cuando Rindou movió ligeramente tus piernas haciendo que estas perdieran el cruzado — ¿No se supone que tendrías que estar ayudando a Koko?
— Hemos terminado antes de tiempo — acomodaste tus piernas en donde estaban anteriormente y lo miraste interrogante — ¿Tú ya terminaste?
— Claro — habló con algo de sarcasmo haciendo que rodaras los ojos — No me ruedes los ojos.
— Estoy aburrida, ya quiero irme.
Rindou achinó ligeramente sus ojos y no pudo evitar sonreír con arrogancia cuando una idea vino a su mente. Colocó su mano en el brazo de la silla y se acercó peligrosamente hacia a ti hasta llegar a un costado de tu rostro.
— ¿Quieres diversión? — susurró en tu oído haciendo que tu cuerpo temblara ligeramente — Ve a la sauna a media noche.
Mordiste tu mejilla cuando se alejó, volvió a sonreír de la misma manera y se termino alejando hasta que perdieras de vista su silueta. Te cruzaste de brazos y claramente habías captado su invitación, ya que no cualquier persona te pediría ir a la sauna a media noche.
'Una sauna ¿eh?'
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Las bragas salieron por tus piernas y de inmediato enrollaste la toalla en tu cuerpo. Alzaste tus manos para amarrar tu cabello mientras caminabas afuera de los vestidores de las mujeres, no había nadie en el lugar debido a que Rindou había pedido especialmente que nadie los molestara.
'Sospechoso, pero no pienso quejarme'
Sonreíste para ti misma y abriste la puerta de la gran sauna, pero casi te tropiezas del susto al entrar y encontrarte con los seis ojos que te miraban con indiferencia. Tragaste saliva e reincorporaste tu postura tratando de fingir que no te sorprendió para nada lo que estabas viendo.
— Llegas tarde — Rindou tenía uno de sus brazos recargado en la banca de madera mientras el otro yacía en su pierna — Pensé que ya no vendrías.
— Había tráfico — hablaste algo nerviosa y comenzaste a caminar hacia donde se encontraba los hombres — No me dijiste que tendríamos compañía.
— Se disfruta mejor si somos más ¿no?
Sanzu giró levemente su cabeza para mirar con diversión a Rindou, rasco ligeramente su nariz para tratar de reprimir su sonrisa y cruzó sus piernas observando como te acercabas hacia ellos.
