16.- Compartir cama

654 59 6
                                    

Me sorprende mucho que tu madre te dejase quedarte en casa de un amigo. — Comentó Ralsei mientras traía un par de sábanas limpias para Kris. — ¿Le dijiste a Susie que la usarías de coartada, no?

El humano tan sólo negó.

Bueno. — Asintió. — Técnicamente no has dicho ninguna mentira... — Ralsei lo miró con suavidad, pareciendo simpatizar con sus acciones aunque no la aprobaba del todo. — Dijiste que irías con un amigo y yo soy uno, pero si Toriel decide llamar a Susie para preguntar por ti podrías tener problemas.

"No le di su número, pensé que algo así podría pasar".

Sé que no te gusta hablar por teléfono así que, ¿Quieres que yo le diga?

Una vez más negó, desinteresado por la conversación.


Se quitó los zapatos y se acostó en la cama, en el Dark World no había amanecer o anochecer pese a que el tiempo transcurría de igual forma que afuera, pero sabía que ya estaba anocheciendo y seguramente la escuela se encontraba a oscuras; él volvería a casa el sábado por la mañana.

Kris intentó no pensar en el motivo por el cual estaba "escapando" así, recién se enteraba que su hermano volvería para quedarse con ellos durante algunas semanas y sentía que no podía soportarlo. Tenía mucho tiempo antes de que Asriel llegase pero eso sólo lo ayudaba a sentirse más incómodo al respecto, como si fuese una tortuosa cuenta hacia atrás para llegar a lo inevitable.


Le era tan difícil tener que volver a ver a Asriel a la cara y que él actuase como si nada hubiese pasado, cómo si no lo hubiese abandonado cuando más lo necesitaba tan sólo por ir a la universidad. Pero Kris había luchado y sobrevivido desde entonces por su cuenta, todo el mérito de aquel éxito era suyo y de nadie más, ni siquiera de Asriel quien sin ningún esfuerzo ya parecía tener todo y a todos a sus pies.

Inconscientemente apretó los puños ante el pensamiento, sintiendo las manos suaves de Ralsei colocarse sobre las suyas. Alzo la mirada para mirarlo, Ralsei parecía ver a través de él.


Esta vez eres tú quien está pensativo, ¿No? — Murmuró, recordándole la situación con el perro de hace unos días. — Puedo sentir que estás agitado... y no creo que sea casualidad que hayas venido aquí sintiéndote así. — Con lentitud, se sentó a su lado. — ¿Crees que te sentirías mejor si me lo cuentas?

Kris se quedó callado, sabía que Ralsei respetaría cualquier decisión que tomase pero él también era la única persona que podía entenderlo.

Es sobre Asriel.

Ante la mera mención del nombre, las pupilas del monstruo contrajeron y su mirada se oscureció unos instantes. No tuvo que explicarlo, su actitud hizo que él dedujese la fuente del problema al instante.

Entiendo. — Murmuró con voz desentonada. Ralsei cerró los ojos unos segundos, recuperando la compostura. — Esas son muy malas noticias, puedes quedarte aquí cuando tiempo gustes y nadie tiene por qué saberlo. Le diré a Susie y a Noelle que no te he visto si así lo quieres.


Se sintió tranquilizado y confortado ante aquellas palabras, no tenía dudas que Ralsei sí se quedaría con él incluso en aquella situación. Por el momento, se sentía bien quedándose en casa y yendo a la escuela pese a que todo el mundo ocasionalmente mencionaba a Asriel, ni siquiera había llegado y Kris ya sentía que la sombra de su hermano estaba cubriéndolo.

El malestar apenas le dejaba espacio para el sueño, a lo cual tocó su pecho, sintiendo la tentación de arrancarse el alma una vez más para ser libre de ello aunque fuese por unos minutos.


Estoy aquí para ti si me necesitas, me tienes a mí, siempre me tendrás a mí. — Las palabras de Ralsei fueron urgentes, contrastando con su voz suave y tranquila. — Si puedo hacer algo por ti, cualquier cosa, entonces dímelo.


Ralsei levanto su mano con lentitud y tocó su frente, apartando sus cabellos para dejar al descubierto sus ojos.

Él también lo miró, perdiéndose en los profundos anhelos que parecían esconderse en la mirada de Ralsei, negra como la oscuridad que infundía la noche pero a su vez brillante y hermosa como un cielo lleno de estrellas. Kris sintió una chispa de admiración y se sintió cálido ante sus palabras, agradeciendo que estuviese ahí junto a él.


Más rápido de lo que esperó, Kris abrazó a Ralsei, apoyando la cabeza en su hombro y cerrando los ojos, permitiendo que su calidez se filtrase a través de él. El príncipe también lo abrazó, acariciando su espalda con una mano antes de darle un pequeño beso en el hombro.

Kris se sintió anestesiado ante todo aquello, ya ni siquiera pensaba en Asriel, lo único que quería era quedarse ahí con Ralsei para siempre, que él lo abrazase y le dijese que todo estaría bien. Con lentitud lo jaló hasta que ambos cayeron sobre la cama, el monstruo pareció sorprendido pero no dijo nada y no lo soltó.


Tan sólo se quedaron juntos en el silencio, disfrutando la compañía del otro sin siquiera mirarse, aferrándose a su contrario con un anhelo calmo y tranquilo. Por primera vez Kris se percató del aroma de Ralsei, era dulce y suave pero con un tono masculino, su perfume era apenas perceptible pero le gustaba.

Sintiendo la comodidad de la cama bajo ellos, sus ojos empezaron a cerrarse y decidió que podía dormir, nada malo le pasaría estando ahí.

Después de todo, Ralsei estaba con él.

Un Príncipe Encantador ¦ #FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora