Primera vez.

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Advertencia de relación entre mujer mayor x mujer joven.

Eda había tenido un montón de primeras veces con algunos de sus ex-novios: la primera toma de manos, el primer beso, la primera cita, entre otros. Las brujas en general no son de estar pegados como pulgas mientras demuestran algún tipo de cariño, amar rudo es lo que generalmente se lleva, a veces algunos duelos con otros pretendientes para demostrar de lo que se es capaz o compartir algún hobbie.

Cuando Eda tuvo su primer ‘abrazo’ no esperaba que fuera de una humana recién llegada a su mundo, mucho menos esperaba que sus primeros instintos protectores se dieran con la misma criatura, desde que Luz llegó a su vida las cosas parecen una montaña rusa de emociones, desde la preocupación hasta la fascinación e incluso ha llegado a ser sorprendida por las habilidades de su discípula, que actualmente es su maestra de glifos.

La humana no deja de ser una caja de sorpresas lista para ser abierta y escupir confeti con todos los colores chillones que uno podría imaginar, la bruja experimentada no suele ser alguien que aprecie ese tipo de personas, pero bien conoce que su humana es un caso especial, tan escurridiza como para colarse en el corazón de la gente. Desde hace un tiempo no ha podido evitar observarla más de lo que debería, echarle un ojo a veces se vuelve literal cuando arroja su cabeza en un momento al azar y es recibida por un grito de Luz, que rápidamente se vuelve un saludo. Eda se da cuenta de lo mucho que requiere de la atención de esta chica para que su corazón salte en emociones interesantes, como las veces en que ella le dedica una sonrisa tan brillante como el sol, cuando parecía cohibida por su cercanía repentina, incluso cuando despierta con una expresión vaga y babeante, todo es apreciable a sus ojos.

Luz es preciosa en muchos aspectos. Una joven amable, comprensiva, efusiva, creativa, tantos aspectos que podría dejarlos a su favor, tantos defectos que son igualmente abrazados. Con esto, ha llegado a creer que los humanos deberían estar ciegos si no vieran lo valiosa que es esta chica, su única falencia fue la falta de un guía y vivir sus propias experiencias… quiere suponer, al menos.

Actualmente, la ve en el sofá, mirando el techo con una intensidad poco común en ella, mucho menos con esa expresión desolada.

“¿Pasa algo?”

“Cosas de adolescentes, nada en especial” su voz es monótona mientras mantiene su postura, sin siquiera dirigirle la mirada, aunque Eda logra observar un rubor suave en sus mejillas.

“¿Algo en lo que quieras ayuda?” apoya su hombro en el mueble más cercano, una sonrisa coqueta se presenta, algo que Luz alcanza a captar por el borde de su visión, logrando que se haga bolita y se oculte con su capucha con orejas de gato.

“No…” la duda se filtra en su voz, no sabe si podría decirle realmente lo que está sucediendo sin convertirse en un objetivo para burlas, puede que confíe en Eda, pero a veces es un poco insensible. Aunque es más por su corazón alterado que hace demasiado ruido como para juntar dos ideas correctamente.

El almohadón se hunde por el peso de la compañía, Luz sigue sin descubrirse el rostro, así que no espera seguir la interacción demasiado pronto. Algo se desliza sobre la tela, acariciando la cabeza más joven con suavidad.

“Está bien si necesitas tiempo para abrirte, Luz, sólo no esperes demasiado para soltarlo” 

El silencio prevalece por un par de minutos más antes de que la joven respire lo suficientemente hondo como para que Eda crea que va a gritar.

“Me gustas” el aire salió con dificultad junto con las palabras, la bolita Luz siguió en su estado defensivo.

La bruja mayor pareció dejar de funcionar apenas las palabras dejaron de golpear su cabeza, un fuerte sonrojo adorna sus mejillas mientras se hunde un poco en sí misma, masajea su rostro con ambas manos tratando de relajar sus labios que han quedado petrificados en una sonrisa. Despierta de su ensoñación cuando el cuerpo de la humana se mueve, una cabecita castaña se asoma por debajo de la tela morada.

“¿Estás molesta?”

Casi quiso darle un zape, ¿no se da cuenta de lo mucho muy roja que está? Sin contar con la mueca que trae por culpa de su floreciente felicidad.

“No” su voz tiembla antes de aclararse con un poco de tos “Francamente, siento lo mismo” trató de adoptar una postura más seria, bajando sus manos apretando ligeramente el borde de su falda.

Luz pareció no cruzar bien los cables o no oír lo que dijo en realidad, quizá hasta dejó de conectar dos ideas y comenzó a unir miles a la vez, por qué sólo se ve su boca abierta acompañada de esos ojos brillantes, casi esperanzados de que esto no sea una broma.

“Luz, tú también me gustas” declaró con una voz suave, endulzada cuidadosamente para los oídos de la humana.

La joven recorre la figura frente a ella con su mirada tímida, no sabe exactamente qué decir, piensa que esto habría sido diferente en algún otro tiempo, pero ahora se siente realmente bien, la forma en que su corazón corre y salta es agradable.

Después de un tiempo procesando, analizando y tragando las palabras de la bruja, se pone derecha sobre el sofá, abandonando su forma de bolita, mirando de frente a la contraria, apreciando cada facción a detalle.

“Te tomó un tiempo ahí, huh” mencionó Eda con una sonrisa burlona.

“Es la primera vez que alguien se me declara… gracias por esperar” infló un poco sus mejillas mientras trata de reiniciar su cerebro, nunca se había sentido así, casi podría describirlo como… ¿un almohadazo? Una forma extraña de describir el ser correspondido, pero le gusta como suena.

“Nena, pensé que al menos tendrías un par de mocosos en tu historial” 

“Podría haber sido si no fueran monos chinos” disparo con sus mano-pistolas tratando de no sonar tan avergonzada como estaba en realidad, no estaba ocultando a sus crushes de series de quien podría ser su futura novia.

No hace falta esperar la ruidosa risa de la bruja, Luz sólo puede acompañarla con su rostro en rojo y esperar que futuro podrían tener ellas dos.

Eda al final del día, con una nueva compañía en su nido, no puede evitar pensar en cómo ha sido la primera declaración amorosa de su chica, ¿no es eso adorable? No espera ser la primera y última, seguramente su querida Luz se irá con alguien más adecuado o adecuada para salir, no una bruja maldita con problemas familiares y claramente mayor, sin embargo, se da la libertad de atesorar ese momento en lo profundo de su corazón.

The Fluff HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora