18/10/2021

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Estaba leyendo un cuento que trataba de una niña que llegaba de noche a una ciudad un tanto extraña, donde había varias edificaciones dispuestas unas sobre otras, asemejándose a casas para pájaros o relojes cucú: Allí las personas vivían con unos pajarracos semejantes a buitres o cóndores sin cresta, cuyo aspecto sumamente realista contrastaba con el encantador aspecto de la ciudad o el hermoso cielo azul estrellado: Eran aves gigantescas, que sin embargo podían ser contenidas dentro de pequeñas casitas (O al menos, pequeñas en comparación con los pajarracos), emergiendo una gran cabeza de buitre de ojos amarillos de la ventana de una casita: Su sola cabeza y cuello era casi o más grande que el complejo de edificios a su alrededor.

Según el libro, solamente una de esas aves era hermosa, pero llegaba un momento en que la niña descubría que dicha ave también era igual de horrenda que las demás, sólo estando recubierta por pelucas, lanas y abundante maquillaje para darle un aspecto falsamente encantador: Aun así, los ojos de aquella pajarraca hembra eran extrañamente bellos, teniendo una tonalidad azul pálida, y una expresión dulce, casi melancólica. 

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora