Capítulo XIII

729 75 4
                                    

El sobrino de James Stottlemeyer, eso significaba que la insinuación que había hecho el menor de la familia era real, el pequeño sería el heredero de la gran fortuna familiar, porque no se sabía de ningún otro. Al menos eso era lo que pensaban los espectadores.

La verdad era que James no lo había hecho con la intención de expandir o confirmar el rumor que ya se había puesto en marcha, es solo que la manera de pensar de James era muy sencilla, Nathan llamaba mamá a Step, y ella le correspondía, lo que para el empresario era suficiente para considerarlo su sobrino, después de todo se trataba de su hermanita pequeña, y la sangre no tenía que ver en ello.

James llegó con Step a la enfermería, la cuál al igual que el resto del edificio era de lujo, parecía más bien una pequeña clínica, la llevo la cama y la sentó en ella.

—¿Has perdido mucha sangre? —preguntó tratando de encontrar la herida.

—Solo me corté con esquirlas de vidrio y un poco de cerámica, no es gran cosa, es cambio dejaste a Nathan, me preocupa que le haya pasado algo.

—¿A Nate por qué? Si ni siquiera estaba cerca tuyo.

—Nathan es el niño...

—¿Tu hijo?

—Es complicado... — Step volteó al personal médico que esperaba atenderla, pero como James aún sostenía sus manos, no se acercaron por prudencia.

Al ver esto, James se retiró para que pudieran hacer su trabajo, dejando en pausa la conversación, aún así decidió buscar al pequeño aunque esté no tardó mucho en llegar en brazos de su verdadero padre y Nate siguiéndolos.

—¡¡¡Mi mami!!!— El pequeño lloraba asustado. No estaba seguro de lo que había pasado, pero había escuchado un fuerte ruido y luego un hombre que no conocía se había llevado a su querida mamá en sus brazos, dejándolo atrás. Había contado hasta diez muy rápido.

—¿Cómo está?— Pregunto un muy preocupado Álex.

—Aún no me dicen nada, salí a buscar a este pequeño... ¿Está todo bien?

—¡Quiero ver a mi mamá!— Siguió llorando el pequeño y gritando.

—Pueden pasar— Anunció la enfermera.

Al entrar, se dieron cuenta que Step tenía varias toallas y paños sobre las manos, así que por lo rápido que habían llegado, no habían alcanzado a hacer nada los médicos, pero Step no soportaba ver o escuchar llorar al pequeño Nathan, así que decidió hacerlo pasar por supuesto ocultando sus heridas pues no quería que el niño se asustara más de lo que ya estaba.

—¡¡¡Mami!!!— Gritó el niño, mientras se arrojaba de los brazos de Alex para llegar hasta ella.

—Ya, ya, cariño, aqui estoy... Dame un abrazo, necesito uno tuyo.

Alex ayudo a acomodar a Nathan sobre las piernas de Step, este se aferró a su amada niñera dando la espalda sin saber de las heridas, en ese momento los médicos alejaron a Álex para proceder, apenas y tenían unos minutos.

El brazo y mano izquierdos solo estaban manchados de sangre por el derecho, había una serie de cortes pequeños por toda la mano y parte del otro brazo, los cuales eran causantes de la excasa hemorragia que todos creian ver, pero uno de los trozos de vidrio había llegado muy cerca de las venas, y ese sí sería un problema cuando lo retiraran, después de todo aún estaba resguardando la herida que había causado.

Al lugar llegó Víctor, quien había puesto fin a la reunión, ahora se unía al grupo de hombres que pausaban su respiración mientras el personal médico hacia su trabajo, al parecer Step no corría ningún peligro, porque después de retirar todo el vidrio, solo habían desinfectado y puesto unas vendas para cubrir lo sucedido...

Una madre para Nathan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora