Cristal durmió durante cinco horas y media, después de eso se despertó. Lo que no esperaba era que Erick se encontraba en una silla frente a su cama, observándola mientras esperaba a que se despertase. En cuanto la chica se despertó dio un pequeño brinco por el susto, no podría imaginar que él estuviera ahí.
¡Fuera!-Gritó la chica de inmediato, mientras le miraba atemorizada, aunque poco a poco se fuera calmando.
Cristal, todo comenzó, vine a avisarte. Ya tengo todo listo, mientras dormías yo estaba terminando las preparaciones, cuando salí a la calle vi a adultos matar a ancianos y niños, vi a gente acuchillándose, disparándose, golpeándose con cualquier cosa o inclusive sus propios puños, solo para conseguir una botella de agua o un poco de comida.-Dijo el joven mientras soltó un pequeño suspiro. -Vine tan solo para poder avisarte de todo lo sucedido y de que ya está todo preparado, todo está en mi casa, al fin y al cabo está en un lugar más seguro. Si debes de tomar algo más antes de irnos hacia el lugar, es el momento de hacerlo.
La chica asintió con la cabeza mientras se levantaba de la cama, tenía el pelo desordenado, dejó la cama desecha, se pasó el dedo pulgar por los labios, pues los sentía adormilados todavía. Todo lo contrario al chico que, estaba vestido con unos pantalones negros con líneas rojas alrededor y una camiseta azul oscura. Junto con una chaqueta amarrada a su cintura, de color azul también. El chico se levantó y caminó por el pasillo, en dirección al salón, abandonando la habitación de la chica. Siguió caminando y bajo las escaleras, llegando así al salón que se encontraba en el primer piso de la casa. Segundos después se mantuvo de pie junto al sofá, después se sentó en él, esperando a la chica.
Pasaron treinta minutos exactamente y por fin, la chica dió señales de vida, asomándose por las escaleras con una mochila a cuestas.
Podemos irnos cuando quieras. -Dijo Cristal acercándose hacia la puerta de su casa, metiendo la mano en su bolsillo para agarrar las llaves, después saco la mano e insertó la llave en el pestillo de la puerta y giró la llave.
Sí, entonces vámonos. -Respondió Erick mientras se levantaba del sofá soltando un pequeño suspiro, abriendo la boca de forma leve.
Cuando la joven abrió la puerta, se quedo esperando hasta que Erick saliera. Después de que eso sucediera le siguió hasta llegar a un coche 4×4 que era del joven.
Vamos, entra. Tenemos prisa -Soltó con total tranquilidad Erick, mientras de escuchaban gritos de dolor y disparos por las calles, la tensión era tanta que se podía palpar en el ambiente, pesaba tango como tener entre tus brazos un pilar de hormigón.
S-sí. -Respondió la chica tartamudeando y por supuesto, con miedo de que en algún momento se abalanzaran sobre ella o Erick para asestarles el golpe que daría fin a sus vidas.
Afortunadamente o para desgracia de ambos, lograron subir al coche y cerrar las puertas antes de que eso sucediera. El chico en arrancó el coche y comenzó a conducir mientras que su contraria dejaba la mochila que estaba cargando a su lado. Desde la ventanilla del coche se podía observar como había casas en llamas, otras destrozadas, tiendas siendo saqueadas, gente peleando, matándose entre ellos mismos sin compasión alguna, todo aquello le resultaba repugnante a el chico.
Mira todo esto. -Susurró Erick para después chasquear la lengua. -¿No te parece algo estúpido como luchan entre sí mismos? No van a lograr nada a no ser que derroquen a los poderosos, ellos son los culpables de todo lo que está sucediendo en este instante en todos los lugares. -Dijo Erick con una mirada arrogante y algo tenebrosa.
Después de estar tanto tiempo por carretera, llegaron a una casa en un bosque, donde el joven saco una pequeña llave con un botón que al pulsar se abrió un garaje. Se adentró en el garaje con el coche y ahí dentro aparco, de forma obvia cerrando el garaje cuando entraron, volviendo a pulsar el botón de nuevo. Erick se bajó del coche y se paró frente a la puerta de Cristal, levantó la mano y haciéndole una señal de que podía bajarse, de que no iba a suceder nada. Cristal asintió y agarró su mochila, después abrió la puerta del coche y se bajó.
¿Dónde estamos? -Preguntó la chica con curiosidad. - Esta no es la misma casa a la que me llevaste la primera vez. -Soltó algo confusa, pues no sabía si realmente esa era la casa de Erick.
No te preocupes. -Respondió Erick. - Esta casa es mía, la tenía reservada para esta situación desde hace bastante tiempo, podría decirse. Tiene un sótano para resguardarse en caso de emergencia, además de que estamos conectados a la energía eólica y tenemos algunas placas solares. También tenemos bastante agua, pues además de todos los litros que compre, hay una depuradora que construí con mi padre cuando era pequeño
¿Tu padre? -Dijo Cristal con sorpresa y una pequeña sonrisa en su delgado y delicado rostro, mientras miraba sonriente a su contrario.
Sí, mi padre. -Contestó Erick, después de eso un silencio inundó el lugar, mientras que la chica con la mochila a su espalda caminaba desde el garaje hasta la puerta que daba para entrar a la casa.
Erick utilizó la llave del coche para cerrar el mismo, posteriormente a ese acto caminó detrás de la chica que ya había entrado en el salón, utilizando el pomo de la puerta para abrirla y así pasar. Tras que Erick entrara a la casa, cerró la puerta de forma lenta y tranquila, mientras recordaba su viejo pasado aburrido. Después de eso caminó hasta un pequeño sillón que se encontraba en el salón y se dejó caer, cerrando los ojos.
También conseguí algunas armas, están en el cobertizo y, hay dos habitaciones en el piso de arriba. -Soltó el joven, con una voz serena y tranquila, se estaba quedando dormido.
Oh. . . Gracias. -Le respondió la chica con una voz suave y una pequeña sonrisa en su rostro.
Segundos después, el chico se quedó dormido y ante esto, la chica subió por las escaleras para buscar su habitación y dejar ahí su mochila. En cuanto llegó al segundo piso camino por el extenso pasillo hasta una habitación que estaba al fondo del todo, del lado derecho, agarró el pomo de la puerta y lo giró, para abrir la puerta después entro y al ver que la habitación estaba casi totalmente vacío, de no ser por una cama, un escritorio, una lamparilla y un ropero la chica pensó que se podría quedar ahí. Dejó la mochila en el suelo, apoyada junto a la cama y ella se dejó tirar sobre el colchón.
¿Quién pensaría que acabaría aquí? -Pensó la chica mientras miraba el techo de la habitación y se perdía en sus pensamientos.
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El comienzo del fin.
Science Fiction¿Serías capaz de confiar en alguien cuando el mundo está en guerra? Nuestros protagonistas, Erick y Cristal se enfrentan al fin del mundo, que fue causado por la gente rica y con un gran poder en la sociedad, que al tratar como escoria al resto de p...