♆| cαpιтυlo тreѕ

802 96 9
                                    








HELENA JACKSON THE TITAN' CURSE

APOLO

• ──────────── •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• ──────────── •

NARRA WILL

Después de ver al doctor Espino convertirse en un monstruo y caer en picada por el acantilado con Annabeth y Helena ─salvándose por los pelos─ montadas en su lomo, cualquiera diría que ya nada podía impresionarme. Pero cuando aquella chica de doce años me dijo que era la diosa Artemisa, la hermana de mi padre, tuve una de esas respuestas inteligentes del tipo: "Eh...bueno, que tal" Lo cual no fue nada comparado con lo de Grover. Él ahogó un grito, se arrodilló en la nieve y empezó a gimotear.

─¡Gracias, señora Artemisa! Es usted tan... tan... ¡Uau!

─¡Levanta, niño cabra!—le soltó Thalia— Tenemos cosas de que preocuparnos. ¡Annabeth ha desaparecido!

Volví a preguntar por Annabeth, desesperado

─ No se desesperen ─nos dijo la diosa─ Era una chica muy valiente. Si es posible encontrarla, yo la encontraré.

─Entonces ¿por qué no nos dejan ir a buscarla? ─pregunté.

─Porque ha desaparecido─ la diosa miro a Helena─ La hija de Poseidón entiende a lo que me refiero, hay un fenómeno mágico en juego. No sé exactamente cómo o por qué, pero tu amiga se ha desvanecido.

Yo seguía deseando saltar por el acantilado para buscarla, pero intuía que Artemisa tenía razón. Annabeth había desaparecido. Si hubiese estado allá abajo, en el mar, Lena habría sido capaz de percibir su presencia.

Luego de una charla entre Zoë, Thalia, Helena con algunas intervenciones de Artemisa y varias mirada de asco de Zoë hacia mi persona, mi tía dijo finalmente:

─ Ya hemos abrumado bastante a estos críos —zanjó Artemisa— Zoë, descansaremos aquí unas horas. Levantad las tiendas. Curad a los heridos. Recoged en la escuela las pertenencias de nuestra invitada.

─ Sí, mi señora.

─Y tu Helena Jackson, acompañame. Tengo que hablar contigo.

Artemisa echó a caminar por el borde del acantilado con Lena, que parecía muy confusa y nerviosa.Las cazadoras empezaron a vaciar sus petates y montar el campamento.

Zoë le lanzó una nueva mirada furibunda a Thalia y se fue a supervisarlo todo.

En cuantos se hubo alejado, Thalia pateó el suelo con rabia.

─ ¡Qué caraduras, estas cazadoras! Se creen que son tan... ¡Aggg!

─ Estoy contigo ─asentí─ No me fio...

¹𝗠𝗢𝗢𝗡𝗟𝗜𝗚𝗧𝗛  ❪ᵗʰᵉ ᵒˡʸᵐᵖⁱᵃⁿ ᵍᵒᵈˢ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora