Al llegar a mi habitación dejé caer mi cansado cuerpo en la cama.
—Malditos chicos. Los odio—
El sonido de un mensaje provino desde la computadora. Me sente frente a ella para abrir aquel email que era de el único chico al que no odiaba tanto. Con el sentía que no necesitaba esconder quien soy, aunque no sabia su nombre o su edad, ni siquiera donde vivía, al igual que el tampoco sabia nada de mi y por muchas razones era mejor que fuera así, aunque siempre que hablo con el muero de ganas de decirlo todo de mi, todo.
Aquella noche después de haber jugado durante dos horas, el cristal de la ventana comenzó a sonar repetitivamente, sonaban pequeños golpecitos, ¿y si era stiles? al ver en su direccion mis esperanzas otra vez se rompieron, ese sonido provenia de las ramas que chocaban en contra de ella, así que volví a concentrarme en la pantalla, en donde había una pequeña conversación con su amigo.
LordR2D2: se que es una promesa pero… ya han pasado cinco años y… aun no entiendo por que no podemos saber nuestras identidades…
Darkwizard: ya hablamos de eso, no es necesario ademas, sabes de mi vida mas que cualquier otra persona que haya conocido…
LordR2D2: lo se, ok, dejemoslo así…
La brisa comenzó a correr en su habitación, cosa extraña ya que recién vi que la ventana estaba cerrada.
LordR2D2: sabes? Hoy fue un mal día…
Darkwizard: otra vez los populares?
LordR2D2: no
Darkwizard: intentaste hablarle a la chica que te gusta?
LordR2D2: no…. Pero…
La palabra “escribiendo” me causaba ansiedad pero el aire frío era mas importante en ese momento. Cuando estaba por cerrar la ventana vi en el tejado una extraña figura que hizo que me sobresaltara y cerrarse de inmediato la ventana y las cortinas, asustada sin dejar de mirar la ventana, di pasos atrás. No sabía que hacer, no había nadie en la casa pero por suerte sus vecinos eran la máxima autoridad de el pueblo. Marque en menos de un segundo y con las manos temblando el numero de la casa del sheriff.
—Stiles! Gracias al demonio! Contestaste! Hay alguien en mi tejado, quiere entrar a mi habitación…— hable con la voz agitada y la ventana comenzó a abrirse nuevamente aunque la haya cerrado con el seguro — esta intengando entrar otra vez… ayudame! Por favor ayuda!— el celular cayo de mis manos sin siquiera poder cortar la llamada antes.
Corri para salir de la habitación pero un cuerpo me aprisiono por detrás y me sujetó con un brazo mientras que con el otro me tapó la boca con un pañuelo, casi de inmediato, me comencé a sentir mareada y con mucho sueño, no aguantaba mas, poco a poco mis parpados se comenzaron a cerrar hasta que perdí la conciencia.
Al abrir los ojos vio siluetas y la difuminada luz de una chimenea. Me sentía débil y mareada, aun así, intente moverme pero tenía las manos atadas al igual que mis pies. Me habían secuestrado, la única esperanza que tengo en este momento es que pidan recompensa pero en peor de los casos pude haber caído en las manos del mercado. Mi vista ya había vuelto a la normalidad, me encontraba en el sofá antiguo de una sala de lo que parecía ser una cabaña llena de antiguedades como espadas, una enorme estantería llena de libros, mascaras africanas y hasta animales disecados había en ella, al frente del sofá había un gran perro negro de brillantes ojos azules, me hacia sentir congelads con su mirada. pude notar que la misma silueta de curvas prominentes caminaba hacia mi con una bandeja.
—oh… veo que ya despertaste, te prepare esto— dijo la mujer dejando la bandeja en frente de la pequeña mesa de cristal en frente de mi. —te debes sentir un poco mareada… esto te ayudará con eso— abrio la boca para seguir hablando pero el timbre del horno sonó —están listas— dijo caminando hacia lo que parecía ser la cocina.
Aunque el perro no dejaba de observarme, aproveche para pasar ambas manos por debajo de los caderas y las seguí deslizando por mis pantorrillas, el perro comenzó a ladrar pero si quería vivir detenerme no es una opción y debía hacerlo mas rapido. ahora solo quedaban mis manos qur aun estaban amarradas pero por lo menos ya no estaban en mi espalda, así pude desatar la cuerda que amarraba sus pies y por suerte, la mujer no había amarrado muy bien mis manos así que fue fácil soltarse, aprovecho para tomar una de las dagas a su alcancé antes de que la mujer volviese a la sala. Allí estaba otra vez, por suerte, alcance a esconder mis paños y pies de su vista, pafa que no notara que me logre soltar. Con su espeluznante mirada iluminada solo por su sonrisa, me dio la espalda para dejar un platillo en la mesa, mis latidos se aceleraron con miedo, haciendo que la adrenalina me recorriera todo cuerpo como electricidad, el perro no dejaba de ladrar y su gruñido se hacia cada vez más feroz.
—no te preocupes, es inofensivo… — dijo aún con la bandeja de galletas en sus manos —Shhht!—la mujer hizo callar al perro pero este no le presto atención —ya callate!— El ultimo grito hizo que el animal bajara sus orejas y retrocediera acatando la orden —es nuestra invitada especial lo olvidas?! Trataba bien!— decía mientras dejaba las galletas en la mesa.
No espere ni un segundo al ver a la mujer acomodando lo que tenia en la bandeja dándome la espalda, al instante, lance con todas las fuerzas que pude una patada al trasero de la mujer, haciendo que esta, atravesará el cristal y le clave la daga en la pantorrilla derecha, en cosa de segundos sentí un agudo dolor en el brazo con el que sostenía la daga, eran los afilados colmillos de el canino que no estaba dispuesto a soltarme apretando cada vez mas sus fauces, no tuve mejor idea que patearon, pero fue inútil, solte la daga y la tome con mi mano libre, enterrandosela en el cuello, sentí el chillido de dolor que emitía el animal, haciendo que por fin me soltase.
—lo siento— me dirigi a el.
logre correr hacia la primera puerta que vi, y al abrirla me encontré con un oscuro bosque, no me detuve a pensar hacia donde ir, solo corri hacia delante sin parar por varios minutos, choque con varios árboles ya que no podia ver bien hacia donde iba y luego de otros muchos minutos mas, caí por culpa de una enorme raíz que sobresalia del suelo pero me levante de inmediato, mire hacia todos lados y camine desorientada hacia delante hasta que un aullido me detuvo, ¿habían lobos en beacom hills? El aullido se me acaba de confirmar, morire allí, la desesperación me inundó completamente, el sonido de unas ramas quebrarse hicieron que camimara hacia atrás chocando mi espalda contra un árbol, el crujido seguía sonando y cada vez más cerca hasta que una enorme sombra se avalanzo hacia mi, en ella pude ver el mismo par de ojos rojos que vi cuando llego de vuelta al pueblo hace tres años, pero ahora estaban frente a mi, era un oso deforme se ergia en dos patas, gruñendo y botando vapor por su nariz, me encogi llegando hasta el suelo, sentía que ya estaba muerta, la bestia se dejo caer abruptamente, quedando sobre sus cuatro patas, acercándose a mi, haciendome sostener la respiración con los ojos bien apretados mientras todo mi cuerpo temblaba, me olfateo de cerca y con su extraña y deforme pata, agarro mi brazo apretandolo, aquello que en un principio parecía pata, ahora se sentía como una mano enorme y peluda, hacerlo su hocico a mi cuello, podia sentir su pesado aliento en el, así que muy lentamente levante mi hombro intentando alejarme un poco. Si quisiera ya me podría haber matado.
—Alejate de ella!— la voz de la mujer resonó por el bosque.
temblorosa, giré mi rostro para ver en su direccion, efectivamente era la mujer que me secuestro quien se estaba apoyando en un árbol apretando la pierna que le apuñale y a su lado estaba el perro giganre que me había atacado minutos antes, su pelaje era tan oscuro que podía mezclarse con el lugar, solo pude notar sus brillantes ojos azules. La bestia que aun estaba sobre mi, solto un gruñido ensordecedor del que apenas pude protegerme un solo oído. La bestia me levantó por el brazo y la lanzó lejos de la mujer. La pelea de dos a uno había comenzado y estaba brutal, la chica apenas pudo levantarse pero no quería quedarse a ver quien ganaba y apenas logró ponerse de pie, corrio como pudo y luego de unos minutos llegó a lo que parecía ser una mansión antigua en ruinas, entró en ella casi arrastrándose y se dejó caer en la escalera, no sabia que mas hacer y sin quererlo, su vista se comenzó a nublar.
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Las Raíces
FanfictionAl volver no solo ella había cambiado, su antiguo pueblo y sus antiguas amistades no eran la excepció, a medida que el tiempo avanzaba se alejo de parte de su pasado, haciendo que un par de años tuviese una vida relativamente tranquila, pero eso est...