Capítulo 6

1.4K 218 59
                                    

Jin Guangyao estaba con su familia mirando  un tanto sorprendido lo que estaba pasando a su alrededor como era posible que los muertos revivieran, es algo muy difícil de creer, sin embargo, sentía que algo no andaba bien misteriosamente todos había desaparecido solo había visto a lo lejos un enorme pastel con millones de adornos un tanto peculiares quería seguir a esas personas. Si no fuera porque su papá estaba tan feliz al tener al fin a su familia reunida, se le veía tan feliz, no quería arruinarlo.

— Joven Jin.

Cierto estaba casado ahora y no podía irse sin la autorización de su esposo, malditas reglas.

— Joven Yao ¿Sucede algo?

— Puedo notar que está un tanto distraído, no le apetece estar aquí ¿No es así?

— Puede ser aún así, es mi deber como su esposo permanecer a su lado a cualquier lado.

— Joven Jin por favor me acompaña un momento a otro lado.

— Claro.

Ambos jóvenes se alejaban de sus familia a un prado en donde fue el primer lugar que el Jin conoció al Lan. Este lugar causaba una tristeza inmensa en el fondo del corazón del Jin, pero algo no andaba bien, su dolor no era como antes.

— Joven Jin, no me gusta la idea de que este atado a mi lado si no siente ningún sentimiento. Se lo que es vivir que las personas te digan lo que tienes que hacer, no quiero que eso pase de nuevo.

— ¿A qué se refiere?

—mira hacia la luna— Hace años atrás estaba comprometido con alguien, su carácter era único en su especie poseía una elegancia que es muy difícil de creer.

— ¿Qué sucedió para que no se casara con aquel joven? 

— El murió debido a la guerra que se formo en las 5 sectas, nunca pude encontrar su cuerpo aún cuando busque por todos lados. Joven Jin así como ahora estamos casados sin amor fue lo mismo que hubiera pasado en mi anterior compromiso. Ni  él ni yo sentíamos nada en especial, su madre y mi padre decidieron nuestra boda, tal vez no hubiera sido tan duro ya que nos queríamos como buenos amigos, pero amar a alguien solo sucede una sola vez en esta vida, por eso... —agarra sus manos y quita aquel anillo del dedo del Jin— Quiero que usted vaya por la persona que ama, no quiero tenerlo atado a alguien que no merece ni una pizca de amor de este mundo.

— Joven Yao, y-yo...

— No diga nada más y sea feliz, de seguro que ese ser amado lo hará feliz si le corresponde como se merece.

— Muchas gracias —le da un corto beso en la mejilla y se va corriendo.

— Vaya, vaya, jamás imagine que lo dejarías libre estás arruinado todo lo que me tardo años en construir.

— Solo estoy arto de escuchar todas tus estúpidas ordenes —mira con un brillo peculiar en sus ojos— Es momento de ponerle fin a esto padre.

— Sabía que debía matarte ni bien te tuve en mis brazos te eduque como quería que fueras aún así no sirvió de nada, no me digas que te acordaste del bastardo de ese Jiang aún cuando esta muerto me sigue causando problemas, a no ser que...

— ¿Qué?

— El Jin fue el que cautivo tu corazón por favor —bufaba enojado— Los sentimientos no sirven de nada solo te hacen más débiles.

— Está muy equivocado padre, los sentimientos hacen fuerte a la persona y más cuando esta es amor saca la fuerza suficiente para proteger a la persona que más ama aún cuando eso signifique dejarla libre para que sea feliz con otro.

El cadáver del novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora