Mientras Me Eliges

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Siempre creí que estaba destinada a estar sola por el resto de mi vida, no me parecía mala idea, solo que de vez en cuando me entraban las ganas de tener a alguien que me tomará de la mano, que me viera a los ojos con demasiada intensidad, o que en los días difíciles sus abrazos me reconfortan de una manera inexplicable. Eso pasaba cuando la soledad me atacaba más fuerte y me recordaba con el pasar de los días que quizá eso nunca llegaría.

Muchas veces estaba dispuesta a tomar el riesgo, otras prefería no conocer a nadie, tenía miedo de volver a encontrar el amor y que me fuese exactamente igual que mi última relación. No quería llorar más, me dolía mucho solo de pensarlo. Pero el día temido llegó y yo no pude hacer nada mas que dejar que la corriente me arrastrase. Él era algo así como que consumía, pero a la vez que daba alegría.

Me dejé llevar y pensé que todo iba ir bien. Mi mente repetía una y otra vez; “mientras me eliges" quiero que conozcas cada parte de mí. Es que para mí todo parecía ir bien, solo que no era así, había un problema, y ¿Cuál era el problema? Es que yo estaba lista para volver a sentir ¿Él? Era todo lo contrario, deseaba dejar de sentir todo tipo de emociones. A pesar de todo nos dejamos llevar por esto que al final nos dejaría sin ganas de más.