Ariadna ha sido siempre la novia incondicional: capaz de sacrificarse a ella misma si es necesario. Después de todo, eso es lo que hacen las personas en una relación, ¿cierto?
Pues ella descubrió de la peor manera que a veces ofrecer tu corazón no e...
Buenos días estimados pasajeros. Les anunciamos que en breve llegaremos a la ciudad de Berlín, por lo que les pedimos que no se levanten de sus lugares y aseguren bien su cinturón de seguridad. El clima es de 12 grados centígrados, con el cielo despejado y ...
Ariadna se quitó el antifaz para dormir que llevaba puesto, y tras incorporarse sintió un molesto dolor en el cuello; había pasado la mayor parte del viaje hacia Alemania dormida, pero en cuanto despertó no pudo evitar recordar las horas previas al vuelo.
Había permanecido sentada en la sala de abordar con unas gafas puestas en un fútil intento de esconder el llanto que no dejaba de caer por su rostro; abrasada de su maleta y sintiendo que todo era un sueño estuvo como en estado de zombie mientras esperaba que anunciaran su preciado vuelo.
Antes de subir al avión, paso al baño y al quitarse los lentes de sol se percató de su demacrada pinta; tenía los ojos rojos y lucia bastante pálida.
Había llorado tanto por él... de nuevo la había destruido.
Sin embargo, eso no era lo que más le molestaba. Tan solo bastaba un vistazo en el espejo, para darse cuenta de que no le gustaba lo que veía. Esa no era ella, ni su nariz, ni sus pestañas, ni su busto...
Pero no podía hacer nada... lo hecho, hecho estaba...
Ahora solo me quedaba vivir con ello.
"Y ahora me tome una escapada a Europa... definitivamente el capricho más caro de mi vida", pensó y dejo salir un suspiro al recordar el precio de los boletos.
Sin embargo había sido algo necesario; su madre y seguramente su familia pensaban que aquello fue un desplante para poner distancia entre ella y su ex novio, y aunque algo tenían de razón, lo cierto es que estaba endeudada.
A pesar de que le iba muy bien, recientemente había tenido un gasto imprevisto de varios ceros... así que si quería salir de aquel triste estado financiero, tenía que buscar la manera de subir sus ingresos. Y aceptar la oferta en Alemania fue su única opción.
Sus jefes le habían propuesto un aumento significativo de sueldo si se mudaba, además de que como le pagarían viáticos, básicamente su sueldo se iría integro para ella.
Les recordamos que den prioridad a los pasajeros sentados junto a las salidas, y esperen su turno para salir por favor.
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Ariadna se puso de pie tomando su maleta de mano, y aun sintiéndose fuera de la realidad salió por la puerta del avión para ser recibida por una deliciosa brisa:
"Solo espero que este lugar me traiga un nuevo comienzo", pensó ansiosa por su incierto futuro.
El trayecto a su apartamentos fue en taxi, y a pesar de que le salió en un ojo de la cara, valió la pena por admirar la belleza de Berlín; era un sitio hermoso, y con bastante puntos arquitectónicos que por supuesto, no pasaron desapercibidos para Ariadna.
