𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚

𝟒 - 𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐜𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨

-¡NO! ¡ESTO NO PUEDE SER!

Aturdido, Po miró fijamente la pequeña plataforma.

Vacío, el pedestal estaba vacío.

Pero el casco había estado allí hace poco tiempo.

El panda miró a su alrededor con pánico por todos lados.

Shifu habría tenido una rabieta si hubiera visto que el casco, que había llegado aquí en el Palacio de Jade en el Salón de los Guerreros la semana pasada ...

El panda se dio la vuelta, akgo se había caído al suelo.

Miró en la dirección de una armadura metálica volcada y la gente que había derribado esta armadura por entendimiento estaba allí como figuras de cera.

Durante varios segundos, todos se quedaron paralizados hasta que el panda finalmente lo consiguió.

-¡Fung!

El líder cocodrilo se apresuró a esconder el casco detrás de su espalda.

-Y adiós.

Con eso, él y los miembros de su pandilla desaparecieron rápidamente por la puerta entreabierta.

El panda se zambulló inmediatamente después - ¡Oye! ¡Devuélveme el casco!

-Lo siento, necesitaba un casco nuevo - gritó Fung al revés durante la carrera - Mi casco viejo está roto.

-¡Este es el casco del general Sàshuǎng!

El cocodrilo se rió - El general Sàshuǎng está muerto, no le molestará mucho que alguien más se encargue de ello.

Apenas habían salido de la puerta cuando el cocodrilo tropezó con otro cocodrilo y el casco voló en un arco alto hacia adelante, montaña abajo sobre los escalones.

Fung lo miró conmocionado - ¡Mi casco!

-¡El casco del general Sàshuǎng! - Po lo corrigió mientras pasaba corriendo.

Pero el líder cocodrilo no quería que le quitaran su nuevo casco tan fácilmente y ambos se apresuraron hacia adelante. Po simplemente tocó el casco con la yema del dedo, pero el cocodrilo Fung lo tiró al suelo. El sombrero rebotó en la mano e hizo otro arco, donde navegó alegremente montaña abajo.

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Sin que nadie lo supiera, un pájaro negro revoloteó con dificultad hasta la mitad de la montaña.

-Ya no estoy acostumbrado a tales estiramientos - jadeó.

De repente, algo vino corriendo hacia él a una velocidad vertiginosa y se detuvo sobre él. El cuervo graznó ruidosamente cuando el casco lo arrastró hacia abajo.

Po y Fung todavía estaban en su fiebre de caza de cascos y no habían notado el cuervo atrapado en el casco, por lo que Po le dio al casco y al cuervo una gran patada cuando casi golpeó los escalones.

-¡Es mio! - Fung gritó.

-No - Po lo corrigió decididamente - Pertenece al Salón de los Guerreros ...

-¡Pero no por mucho tiempo!

Fung pateó el casco a continuación y voló por las escaleras hasta que finalmente llegaron a la aldea.

Durante la siguiente pelea, el casco volvió a ser lanzado al aire. Con las manos abiertas, Po corrió de un lado a otro y trató de agarrar el casco, pero fue empujado a un lado por dos cocodrilos en el momento siguiente.

El casco aterrizó en las manos de Fung, mientras que el cuervo, también cayendo del cielo, aterrizó en la boca de su amigo, quien había abierto su mandíbula por puro asombro.