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Hace mucho tiempo

El Diablo le propuso un trato a Dios, que esté le enviase a uno de sus ángeles cada mil años, a cambio dejaría libre el alma de mil hombres, uno por año.

Díos aceptó la oferta sin dudar, más sin embargo no quería ser él quien decidiera quién de sus ángeles y querubines pasaría por aquel tormento, así que les pregunto si alguien quería ofrecerse como el cordero de sacrificio. Ninguno quería pues todos temían, los arcángeles propusieron que la elección sería a la suerte, cada uno de los ángeles y querubines sacaría una pluma de sus alas y aquel que tuviera la pluma más pequeña sería el pobre desafortunado.

Todos estaban reunidos en el cielo, los arcángeles expectantes de saber quien sería la pobre deidad que descendería, Díos simplemente observaba mientras ángeles y querubines estaban asustados de saberlo, todos sacaron una pluma de sus alas.

Los primeros mil años fue condenado un hermoso ángel de larga cabellera negra, ojos dorados y alas blancas, aquel que alguna vez fue nombrado cómo un guardián de las almas perdidas. Seis campanas resonaron y el cielo oscureció, y la deidad descendió.

Los segundos mil años un angel de castaña cabellera corta, ojos negros cual noche, un alá negra y otra ligeramente rosa, aquél que era de los angeles más antiguos, maestro y antecesor de los querubines y próximo arcangel, ahora sin oportunidad alguna de lograrlo. Todos los demás cómo hacía mil años, evitaron mirar cómo era consumido por la oscuridad infernal.

Y fue cuándo todos supieron que cualquiera que descendiera jamás volvería, pues sus almas se corromperían para volverse hermosos demonios dominados por algún príncipe del infierno.

Nadie quería éso.

Para el tercer cordero se realizó el mismo ritual, pero está vez algo fue diferente, por primera vez un pequeño querubín de grandes ojos turquesa, mediana cabellera dorada, un ala blanca con destellos rosados y una negra con destellos dorados fue la desafortunada.

Las seis campanadas medianas que pintaban las nubes grises comenzaron a sonar avisando que el nuevo cordero sería reclamado.

Las nubes se abrieron dejando caer pocos metros al pequeño quien mientras descendía miraba algo negro aproximarse feros a su escencia, y entonces sucedió.

El infierno lo abrazó con su maldita oscuridad llenándolo de miedo.

Los guardianes del infierno volaron a la pura deidad violentas tironeando de sus alas hasta fracturarlas y posteriormente arrancarlas sin piedad, cubriéndolo de lamentos tortuosos, formando dolorosos alaridos que fueron escuchados hasta los cielos celestiales y todo el infierno.

Los primeros cien años el desdichado querubín lloró mares de diamantes pues la desdicha de ese lugar era tan grande que dolía solo respirar.

De los cielos él era el querubín más joven, el último en ser creado y el último que lo sería durante mucho tiempo, miles o Millones de años pasarían hasta el siguiente.

Él más nuevo, el de menos experiencia y el de menos saber, los demás tenían más conocimiento pues en diferentes medidas habían visto o sentido la maldad y el sufrimiento, pero el aun no avía tenido el tiempo de eso, ya que, cómo la primera misión de los querubines creados, es la de aprende a amar a las criaturas vivas creadas, y él apenas completó su misión fue enviado al tormentoso lugar.

El cordero del Diablo (Minimoni One shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora