La 🍓que rebota y el 🍋que lo logra

🍓 CAPITULO IX🍋

'Estoy nervioso.'

Por alguna razón, no podía evitar sentirse ansioso después de tener un extraño sueño con tortugas.

No podía quedarse quieto, como si se le hubiera escapado algo que no debía. Incluso en el momento en que iba a trabajar y miraba el monitor, sus caderas temblaban y no podía concentrarse.

Puede ser que esté corriendo con él dependiendo de su estado de ánimo, pero las feromonas empezaban a rebotar, por lo que era un dolor de cabeza.

Tomar medicamentos o presionar a la fuerza una o dos veces, y si esta condición persiste, también era una molestia para los miembros del equipo. Además, tomar la medicina y controlar las feromonas no era fácil, por lo que empezó a cansarse.

Una semana después de que no lograra controlar la feromona correctamente, alguien en el equipo se quejó de malestar. Pedir disculpas personalmente fue sólo una medida temporal, y no hubo ninguna mejora real, así que se dio cuenta.

"Director Kang".

"Sí, líder de equipo".

Cho-seung, que respondía por reflejo a una voz familiar, se tragó a la fuerza un suspiro desde el interior con la sensación de que era el momento. Con una sonrisa incómoda, el líder de equipo tocó el hombro de Cho-seung y señaló el baño con la barbilla.

Cho-seung, que se levantó y dio un paso pesado junto al líder, cerró la puerta del baño e hizo contacto visual con él cuando se dio la vuelta.

"Me da un poco de vergüenza llamarte así, pero..."

Sólo pudo esbozar una sonrisa incómoda ante el comportamiento de desgarro del discurso. El líder de equipo, que fue estéticamente agradable con la reacción de Cho-seung, dijo sin rodeos y así salir de esta situación embarazosa rápidamente.

"¿Qué tal si vas al departamento de feromonas después de tomarte medio día libre?"

"Sí. Yo también pensé lo mismo".

"Si hay algo que el hospital no pueda resolver de inmediato, tomaré medidas para que trabajes desde casa por el momento".

"Gracias por cuidar de mí".

El líder de equipo, que le estrechó la mano, diciendo que era natural, le dio unas ligeras palmaditas en el hombro y salió primero.

Al quedarse solo, dejó escapar un suspiro que había estado conteniendo todo el tiempo y tiró de la corbata que apretaba su cuello.

"¿Qué haces como un niño cuando ni siquiera es tu Rut?"

Era vergonzoso que un adulto, y no un niño que acababa de expresarse, fuera advertido del mal control de las feromonas.

Aparte del dolor en los huesos, Cho-seung, que volvió a suspirar porque no sabía a qué hospital ir, tomó el teléfono y visitó primero el hospital cercano a la empresa.

"En los hospitales universitarios debe haber mucha gente..."

Aún así, si no tengo que hacerlo, tendré que ir.

Cho-seung, que confirmó que podía ser atendido hoy llamando al número proporcionado en Internet, volvió a su asiento y preparó su equipaje. Se despidió del equipo y salió rápidamente de la oficina, se dirigió al aparcamiento y subió al coche.

* * *

Cho-seung, que comprobó la llamada telefónica mientras conducía por una carretera tranquila a una hora ambigua y se dirigía al hospital, inclinó la cabeza con asombro.