Capitulo Once. 𝗧𝗲𝗿𝗮𝗽𝗶𝗮

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Bakugo observaba con irritación y molestia al omega, quien había entrado en pánico tras un pequeño incidente monetario que estaba transcurriendo en ese mismo momento.

Izuku estaba asustado y en pánico, antes de salir de la residencia había tomado el monto de billetes equivocado, por lo que tenía una menor cantidad de dinero encima de lo que esperaba. En consecuencia, no podía pagar los platillos que habían pedido para desayunar.

—¿Qué haremos ahora, Kacchan? No puedo creer que me haya equivocado con la cantidad que traje... ¿Y si nos reclaman que estamos ocupando una mesa sin siquiera estar comiendo? ¿Qué les diremos? ¿Qué haremos?

Izuku hablaba en voz alta en medio de sus divagaciones, esperando algún tipo de respuesta por parte de que interlocutor, algún consuelo de cualquier tipo, incluso sabiendo que ninguna de sus preocupaciones serían esclarecidas por el rubio.

Bakugo apoyó su mejilla sobre sus nudillos, observando entretenido en medio de su molestia, al menos esa vista de Izuku lograba parecerle divertido y también aunque sea un poco tierna.

—¿A qué hora tienes que ir a retirar tus mangas?

—Dentro de veinte minutos... —Contestó, revisando la hora en su teléfono— ¡No puede ser, voy a perderme de la venta! Seguramente el lugar ya está abarrotado de personas... —Lloriqueó, echándose hacía atrás— ¿Por qué no revisé bien el monto antes de ofrecer venir aquí?

—Tsk... —Frunció su ceño, y rebuscó en el bolsillo de su chaqueta, tomando parte de su dinero— Pagaré yo esta vez. Pero la próxima, será mejor que te asegures de poder cubrir lo que tu boca dice.

Izuku siguió con la mirada el dinero que el alfa dejaba sobre la mesa. Anonadado y feliz por finalmente ver una solución a aquellos problemas que creía imposibles de resolver en ese momento.

El rubio se levantó de su asiento tras haber dejado la cantidad de dinero suficiente en la mesa, listo para retirarse del establecimiento e ir a la tienda de cómics a la que Izuku debía presentarse.

—¡Muchas gracias, Kacchan! —Se levantó rápidamente de su asiento, acercándose al alfa para abrazarlo y refregar su mejilla contra el pecho ajeno.

El pecho de Katsuki se llenó de un sentimiento de conformidad y felicidad, su alfa interno respondía ante el dulce aroma a canela que despedía Izuku.

—Ya podemos irnos, si quieres —Se alejó y miró, sonriendo con alegría—. Y prometo ser yo quien pague la próxima que salgamos, sin falta.

—No te preocupes por ello —Contestó, aún sin salir por completo de su anterior impresión—. Igualmente llevaré dinero para que estemos realmente seguros.

Rio cortamente. —Entendido.

Una vez se alejaron uno del otro, se dispusieron a irse de la cafetería, Katsuki pasó su brazo detrás de los hombros del omega, acercándolo a su cuerpo mientras se dirigían hacía las escaleras y las descendían, ganándose el nerviosismo del contrario apenas sintió el primer contacto.

Antes de bajar, dio una mirada rápida a aquella alfa que había demostrado interés en el de cabellos verdes, demostrándole silenciosamente su postura en cuanto al omega con tan solo un vistazo. 

Quizá aún no aceptaba por completo a Izuku como su destinado, pero eso no implicaba que le gustara ver cómo alguien más era cautivado por el pecoso.

𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora