Preguntale a Geth

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Había sido una mala idea regresar sola a su casa, no quedaba muy lejos pero la borrachera le impide mantenerse mucho tiempo en pie, se tambalea y camina apoyada de las paredes un rato, se cae al cruzar una calle desierta y cuando vuelve a levantarse se da cuenta que hay una persona frente a su puerta, entre cierra los ojos mientras se apoya de la pared y se acomoda el tirante del vestido tratando de enfocar sus ojos nublados por el alcohol.
No sabe si es en realidad una persona o el bote de basura que olvido guardar pero ni siquiera se detiene a averiguarlo, quiere llegar a casa acostarse y dormir hasta las 3 de la tarde, aunque el que mañana sea jueves y deba trabajar no le parece alentador.

Mira las escaleras nerviosa, esta tan mareada que le parece una mejor idea subirlas como si fuera un cachorrito, apoyada en manos y rodillas, llenándose de tierra la herida de su rodilla.

-Eres un desastre.

Bueno, si es una persona, una muy alta para su metro con cincuenta, su cabeza ebria decide que es de fiar y se duerme en sus brazos.

-Vamos debes entrar.

Escucha la voz del tipo ahogada, como si estuviera bajo el agua, el susurra algo mientras le desviste.
"Al menos estoy borracha" piensa mientras cierra los ojos consiente de que ella se los buscó por dejarse caer en los brazos del tipo raro frente a su puerta de entrada.

Vomita. "Supongo que se irá ahora" en lo primero que se viene a la mente cuando escucha la voz del tipo maldecir, pero no se va y de alguna forma lo agradece, por que sigue vomitando. El tipo maldice otra vez y se aleja, después de un rato es despertada por que algo la lleva casi cargando a algún lugar.

-Algo es caliente.

-Es agua solamente.

No dice nada más, el tipo ni esta seguro si lo escucho pero lo importante ahora es quitarle aquel olor a alcohol y vómito, si hubiera ido cuando su esposa se lo dijo se habría ahorrado muchos problemas.

-¿Quieres volver a vomitar?

-No lo se.

Aunque siente asco nada sale por su boca, el tipo le ayuda a llegar a la cama y también el pone una pijama cómoda, un desperdicio de ropa tomando en cuenta que son las 5 de la mañana y tendrá que levantarse a las 9 para irse al trabajo, el tipo le pone algo en su boca.

-Toma, mañana te sentirás mejor.

Ella toma obediente y la somnolencia parece que va a ganarle, el tipo pone otra cosa en su mano e intenta morderla.

-No es comida, preguntale a Geth lo que es.

Ella intenta morderlo otra vez y el tipo le empuja a la cama de forma cómica, ella se queda dormida, así que el tipo limpia un poco la casa y se da a la tarea de darle una hoja con instrucciones que deja debajo de la Caja.

-Nos vemos mini desastre.

Toca su rodilla y luego desaparece de ahí.

Al día siguiente por algún motivo, Karla se levanta en cuanto escucha su alarma, tiene un ligero dolor de cabeza y un agrio sabor en la boca debido al vómito pero fuera de eso se siente bien, se levanta y va a bañarse, ve restos de sangre en la regadera pero no entra en pánico, no le duele nada, no al menos como esa vez, aunque recuerda haberse caído y lastimado la rodilla, mira hacia abajo pero no hay nada, ni un pequeño corte o cicatriz.

Entra a su cocina con una toalla enrollada en el cuerpo y otra en el cabello, camina y esquiva la esquina de la mesa con la que siempre se golpea por estar corriendo de un lado a otro, se queda pasmada y un escalofrío le recorre. Se apresura a buscar y dentro del lavavajillas encuentra todos sus trastes que antes estaban sucios, suspira aliviada, que su cocina-sala este limpia es el mayor de los indicios de que alguien más estuvo allí. Pero al menos no le robaron sus trastes.

"Preguntale a Geth"

El susurro del tipo resuena en su mente y la hace salir de la decepción de enterarse que la leche ya esta caducada. Tira la leche y rebusca algo más en su refri, solo hay un topper con con pollo reseco, un poco de queso, el jamón se ve verde y la mayonesa ha adquirido un color traslúcido. Suspira, tendrá que comprar algo más tarde, decide que lo mejor es terminar de arreglarse e irse al trabajo, se viste y después de varios meses tiene tiempo de secar y peinar su cabello, a pesar de su comida podrida tiene los ánimos renovados así que se esfuerza en un maquillaje sencillo.

Visualiza la caja negra con la nota debajo y se detiene unos segundos para decidir si llevarlasela o no, una nueva alarma suena, toma la cara junto con a nota y las guarda en su mochila antes de salir.

Llega demasiado temprano así que es tiempo de desayunar, compra leche de chocolate y galletas en una tienda cercana, también compra un pequeño chocolate para Geth, en agradecimiento por cubrirle las horas de sueño que recuperó en el trabajo cuando la gerente no estaba. Se sienta a esperar mientras come, piensa y trata de recordar como era el tipo de esa noche o que fue lo que hizo pero su cabeza esta nublada, pasan al menos otros 15 minutos antes de ver a Geth llegar con los audífonos puestos y la mochila colgada en la espalda. Le saluda cuando llega hasta ella y Geth le ayuda a levantarse del piso.

-Espera un minuto.

Geth saca las llaves y abre la puerta, a pesar de que ella lleva dos años más trabajando ahí reconoce que Geth es muy confiable en cuanto a las responsabilidades, las dos entran a la tienda y aprovechan ese momento para encargarse de ordenar bien sus áreas y Karla prefiere concentrarse en eso y despejar su mente de aquella caja en su mochila, los demás empleados comienzan a llegar poco a poco.

Los lunes son días muy aburridos y pasa el día, aunque la relación con todos los compañeros de trabajo es buena Karla ha estado demasiado concentrada en pensar que hacer con la caja y sin darse cuenta son las cinco de la tarde y oficialmente faltan tres horas para que sean libres y poder irse a casa.

-Tengo algo para ti hermana.

Karla y Geth están en el área de descanso de empleados y aunque deberían de estar limpiando el área lo cierto es que se la pasan en su teléfono mirando redes sociales o tomándose algunas fotos.
De su mochila saca el pequeño chocolate y se lo entrega, ella le agradece pero parece decepcionada de todas formas ninguna dice nada y ahora si comienzan a limpiar. El día estuvo tranquilo, tan tranquilo como puede estar un lunes, comienzan a guardar sus cosas y por fin después de todo el día Geth se decide a preguntar.

-Se que te dieron algo para mi.

La figura de Karla se congela frente a su locker pero no dice nada. Sabe que con Geth las cosas se deben de hacer de forma simple y que si no se quiere involucrar en una discusión debe cooperar.
Le entrega el collar y la nota con pena y murmura una disculpa pero Geth esta demasiado concentrada como para escucharla.

-Mañana descansas, ¿tienes algo que hacer?

Karla niega con un poco de temor. y Geth sonríe como muy pocas veces le ha visto hacerlo y le mira con ojos brillantes.

-Estoy libre.

-Entonces pasaremos la noche en casa de mi hermano.

Querida amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora