La urbanización en la
que yo vivía era un tanto peculiar ya que habían dos filas de casas, una frente a la otra, pero luego en el fondo del todo habían dos casas mirando a las demás, y una de ellas era la mía. Me daba mal rollo asomarme por la ventana y ver tantas casas con el mismo diseño, aunque por suerte mi habitación al estar en el tercer piso tenía vistas hacia el patio y un terreno verde donde todas las tardes caía el sol formando un colorido atardecer. Y a pesar de todo eso se seguía escuchando la horrible música de esos malditos adolescentes.Era jueves, ¡jueves por la madrugada!
Lo que sonaba ni siquiera era una canción normal, solo se escuchaban palabrotas y gritos que me impedían prestarle atención a la película que estaba viendo. Y fuera quien fuera ya llevaba dos horas así, y a pesar de todavía estar de vacaciones seguía siendo entre semana ¡y había gente que tenía que madrugar! Yo no, pero otros sí, y aún así, esa musiquita me irritaba.
Intenté concentrarme en ver la película, pero era prácticamente imposible teniendo escuchar demasiados sonidos a la vez.
¿Desde cuando tenía unos vecinos tan ruidosos? Osea, llevaba un año viviendo ahí y nunca antes había escuchado tanto ruido.
Suficiente. Me amarré mi bata, me puse las pantuflas, pausé la película y salí de mi casa dispuesta a pedirle a esa personita que bajase la música.
Me dirigí hacia la casa vecina de la que provenía la música, esa casa estaba una casa más adelante de la mía. Subí las escaleras del porche y aporreé la puerta con un poco de fuerza demás, pero me importó lo mismo que la persona que tuviera esa música le importara la opinión de los demás.
De repente la puerta se abrió, dejándome ver a un chico alto, de pelo negro y ojos grises. Al abrir la puerta dejó que el humo que estaba retenido en la casa se escapara. A este ya lo había visto anteriormente, pero a decir verdad, nunca me había parado a fijarme en él. Sabía que estaba en mi instituto porque varias veces le había visto ir en su moto, pero caía en cuenta ahora que era mi vecino que por alguna razón casi nunca le veía, y si no hubiese sido por ese momento no recordaría su existencia.
El chico me inspeccionó con una mirada severa,mirándome de arriba a abajo, haciendo que me quedara muy quieta en mi sitio.
—Con esas pintas te pareces a Gargamel —¿De verdad me acababa de comparar con el malo de Los Pitufos? —Aunque con ese pelo rubio te podrías parecer también Pitufina, y con esos ojos de mierda en lo único que te podrías parecer es en lo enana, así que ¿que quieres? —me sonrío con picardía.
Se notaba que era una persona muy amable, nótese el sarcasmo—. Primero que todo, en ningún momento te he pedido opinión sobre mi físico, segundo, mis ojos son color miel así que ubícate. Y como tú comprenderás son las tres de la mañana, y con esto te quiero decir que bajes la maldita música.
—Perdón, no sabía que he despertado a Gargamel —rió con voz ronca, cosa que a mí no me hacía ninguna gracia, y mucho menos se la veía— Solo era una broma.
Me quedé mirándole con los ojos entrecerrados durante algunos segundos, y en todos ellos en ningún momento apartó su mirada de la mía, y lo admito, me intimidó ese tono frío que tenía. Entonces decidí que yo no tenía más nada que hacer ahí, así que me giré en el intento para irme a mi casa.
—Oye —su voz ronca me llamó la atención—, perdóname, no sabía que mi vecina tuviera tan mala leche —Él parecía muy divertido, en cambio yo, estaba en todo lo contrario.
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¿Todo es efímero? ANTIGUA VERSIÓN
Teen FictionESTE LIBRO TIENE UNA VERSIÓN MEJORADA Y EDITADA (RECOMIENDO LEER ESA QUE PODÉIS ENCONTRAR EN MI PERFIL) ¡ESTA VERSIÓN NO ES LA RECOMENDADA EN TIKTOK! Mamá no me quiere,papá está lejos,problemas de instituto,problemas en el mundo... La vida de Leanny...