𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚

𝟏𝟎 - 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐚𝐝𝐨

Todavía estaba un poco oscuro cuando la figura negra aminoró su velocidad de vuelo en cierto punto de las montañas. Aterrizó frente a una cueva en una montaña, allí se dejó caer sobre una piedra y miró a su alrededor.

-¿Donde has estado tanto tiempo? - Le preguntó una voz oscura con brusquedad.

El pájaro negro agachó la cabeza - Hubo un problema. Los huevos se rompieron en las montañas.

Hubo un movimiento rápido en una sombra.

-¡¿De qué estás hablando, Takeo ?!

El pájaro negro retrocedió un poco - Me siguieron, fue entonces cuando sucedió.

De repente, una figura saltó sobre él. El cuervo gritó cuando una garra lo tiró al suelo en su cuello y lo mantuvo allí. La figura lo miró sombríamente con los ojos azules que pertenecían a un pavo real azul.

-¡Quería destruir los huevos con mis propias manos ! - Siseó.

-Señor - dijo otra voz detrás de él - Aún lo necesitas.

Un momento después apareció un buey.

El pavo real azul se enderezó; su garra todavía presionaba la garganta del cuervo.

Pero luego lo pensó - Oh, bueno. El resultado habría sido el mismo de todos modos, incluso si un poco molesto para mí.

Soltó al que yacía en el suelo y se acercó a la pendiente de la cueva, desde donde había una buena vista de las montañas. Su abrigo grueso cubría una parte de su cuerpo, pero su hermoso plumaje azul aún se destacaba bajo el sol de la mañana.

Finalmente, sonrió - Bueno, supongo que mientras tanto hizo ejecutar al panda, ¿verdad?

El silencio silenció al pavo real azul, luego se dio la vuelta.

-¿Qué es? - Preguntó indignado.

Takeo tenía problemas para tragar - Tenía que irse de la ciudad.

Rápidamente esquivó un golpe.

-¡Pensé que les habías dado a todos un soporífero! - El pavo real le gritó - ¡Debería parecer que este panda había destruido los huevos!

El cuervo apretó aún más la cabeza - No parecía haberle funcionado, me sorprendió robando.

El pavo real chilló de ira y aplastó al pájaro negro contra el suelo. Luego sacó un cuchillo y lo apretó sobre su garganta. Lo miró a los ojos de manera tan horrible que un escalofrío le recorrió la columna vertebral.

-Si aún no fueras útil para mis planes, te cortaría la cabeza ahora.

Apretó la garra más cerca de su cuello.

-Vuele de regreso a la ciudad y continúe como lo discutimos. Me sirvió fielmente en mi ciudad en el pasado, no juegue mi gracia por usted. Si falla nuevamente, recibirá una pensión que puede gastar en el reino de las criaturas muertas.

El cuervo asintió y se fue volando rápidamente. El pavo real lo miró con mirada venenosa.

-¿Está tu gente lista, Guo? - Le preguntó al buey.

Éste asintió - Sí, podemos atacar en cualquier momento.

El pavo real azul sonrió con frialdad - Deberías estar listo, parece que pronto podemos pasar a la siguiente fase de mi plan.

El buey Guo no respondió. Ni siquiera cuando el pavo real azul se frotó las manos con malicia.

-Primero su pueblo, y luego toda su familia - El sonrió con frialdad - Ya nada le recordará.