𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚

𝟏𝟐 - 𝐋𝐚 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐚𝐢𝐝𝐚

Muy lejos del impotente pavo real blanco, pero aún a la vista, otra figura se sentó en una plataforma y lo miró. Había notado la avalancha atronadora desde lejos y miró al ex-orgulloso señor con cierta satisfacción.

-¿Lo matamos? - Preguntó Guo.

El pavo real azul negó con la cabeza - No, él está exactamente donde yo quería que estuviera, no podría haber ido mejor.

Él se alejó - No, no vendrá a mí hasta que yo lo permita y vendrá a mí.

Guo lo dejó pasar a su lado y se rascó la oreja.

-Pero todavía no entiendo el punto de tu plan.

-Destruir sus vidas, ese es mi objetivo - El pavo real azul juntó las alas y se le oscurecieron los ojos - Incluso si tuviera que morir.

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Mientras tanto, fue por la noche. En la ciudad se hizo más tranquilo, solo en el palacio era imposible encontrar la paz.

Después de la discusión, Yin-Yu no se retiró a su habitación, sino a una de las muchas salas comunes.

La adivina, su confidente Xinxin y sus dos hijos, fueron los únicos que le hicieron compañía.

No hablaron mucho, principalmente fue Yin-Yu, quien se culpó a sí misma y los demás tuvieron que consolarla.

-Tal vez fue un error hablar con él después de todo - murmuró.

-¿Crees que deberíamos buscarlo? - Preguntó Xia. Porque a estas alturas todo el mundo sabía que Shen se había escapado de la ciudad.

Pero la adivina negó con la cabeza - No se puede obligar a Shen a hacer nada, tiene que lidiar con eso solo.

Xia se mostró escéptico al respecto - ¿Y cuánto tiempo puede tomar eso?

Nadie pudo darle una respuesta.

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Nadie sabía que se estaba preparando un ejército fuera del área de la ciudad. Un ejército de al menos 200 hombres y más. No era mucho para asaltar una ciudad, pero era suficiente para su plan.

El buey Guo no estaba tan seguro.

-¿Estás seguro de que funcionará?

El pavo real azul sonrió - Según Takeo, todavía no hay muchos soldados en su ciudad y si derriba a algunos de los soldados y, como se dijo, si inutiliza sus armas, será fácil.

Una sonrisa amarga cruzó su rostro.

-Y luego el resto será un vals.

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-Estoy cansado por hoy - dijo Sheng y bostezó sin inhibiciones.

Su madre le hizo un gesto de asentimiento - Sí, ha sido una semana difícil para todos nosotros.

Se levantó de su asiento sobre varias almohadas - Quizás tu padre regrese pronto.

-Con suerte, también de mejor humor - esperaba Xia, lo que dijo en voz muy baja.

Sheng estaba a punto de abrir la puerta cuando de repente se abrió y dos arietes entraron corriendo.

-¡Lady Yin-Yu! ¡Estamos bajo ataque!

Todos en la habitación los miraron conmocionados.

-¿Qué quieres decir? - preguntó la pava con cautela.

Pero luego fue interrumpida por fuertes gritos desde el exterior.

Pero luego fue interrumpida por fuertes gritos desde el exterior.

Corrió hacia la ventana con los demás. Pero todo lo que podían ver eran extraños bueyes vestidos de negro que asaltaban el muro. Cualquiera que se interpusiera en su camino, lo derribaba.

-¿Por qué nadie defiende el muro? - Preguntó Yin-Yu, completamente sorprendido.

-¡Los cañones no funcionan! - informó el guardia.

-¿Qué quieres decir con que no funcionan? - Xia cortó indignado.

Pero no hubo más preguntas.

En el momento siguiente hubo una conmoción afuera en el pasillo. Dos cabras grandes más irrumpieron en la habitación, pero antes de que ninguno de los dos pudiera decir una palabra, los bueyes los noquearon.

Los dos carneros intentaron defenderse, pero también fueron derribados de inmediato. Poco después, entraron cuatro bueyes vestidos de negro.

Yin-Yu, Xia, la adivina se apretujó en el rincón más alejado de la habitación. Solo la zorra Xinxin se escondió debajo de las almohadas y Sheng no tenía intención de rendirse. Saltó sobre ellos y atacó a los intrusos.

Pero entonces, de repente, apareció otro buey y arrojó al joven pavo real contra la pared. Yin-Yu corrió hacia él de inmediato, pero la conmoción que siguió no disminuyó cuando se dio cuenta de quién había irrumpido en el palacio.

Mientras se inclinaba sobre su hijo, que yacía gimiendo en el suelo, miró intimidada al atacante.

-Cuánto tiempo sin verte, ¿eh? - Guo no pareció sorprenderse por su reacción - Pero tu hijo todavía no es bueno para una pelea.

Él rió. Normalmente, Xia habría regañado a alguien como él, pero la apariencia de Guo no sugería nada bueno para nadie y este miedo pronto se hizo realidad.

-Oh, por cierto - continuó Guo - Alguien quiere hablar contigo en frente de la ciudad. Si no quieres que nadie resulte herido, te aconsejo que vengas conmigo.

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Hubo gritos a su alrededor, pero nadie tuvo la oportunidad de seguir estos gritos.

Yin-Yu fue arrastrado por la ciudad con Xia, Sheng y el adivino, acompañado por varios mercenarios. Aquí y allá se incendiaba una casa, debido a la oscuridad de la noche, nadie pudo decir exactamente qué tan grande fue el daño.

Fue empujada brutalmente hacia adelante unas cuantas veces. Todo continuó hasta que estuvieron a menos de un kilómetro de los límites de la ciudad. Luego, simplemente la arrojaron al suelo.

Pero antes de que pudiera enderezarse, una voz la dejó paralizada.

-Ah, Yin-Yu, querida. Qué bueno verte de nuevo después de un año.

Había esperado no volver a oír esa voz nunca más. Pero cuando levantó la cabeza, el hombre estaba a solo unos pasos frente a ella, a quien nunca quiso volver a ver.

Xiang sonrió cuando sus ojos se encontraron.

Inmediatamente, la pava se apartó y chocó contra sus dos hijos. Ellos también estaban profundamente consternados. Al pavo real azul, por otro lado, parecía gustarle su miedo. Yin-Yu, inconscientemente, apretó a sus hijos contra sí misma.

-Si quieres matarnos, ¡mátame a mí! Pero déjalos ir - gritó.

Xiang sonrió burlonamente - Te has vuelto bastante descarado en poco tiempo, y no me gusta el sonido.

Dio un paso adelante, pero sus ex hijos no le permitieron más y se paró protectoramente frente a ella.

Su mirada vagó entre los dos hermanos con expresiones faciales desdeñosas.

-¿Qué estás haciendo aquí? - Xia le espetó.

-¿No deberías estar en la cárcel? - Sheng se unió a ella.

El pavo real azul se encogió de hombros - Tantas preguntas sin pedir mi permiso. Realmente no fuiste bien educado durante mi ausencia. Pero es un placer, seberías obtener respuestas. Pero también podemos discutirlas en el camino.

-¿Qué quieres decir? - Xia preguntó con voz firme.

Pero al momento siguiente fueron agarrados por varios bueyes mientras Xiang explicaba su declaración - Eso significa que haremos un pequeño viaje, como ex familia.