Capítulo 11.

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5 de la tarde. Portal de Franky. Áfrika lleva ya rato allí. Llorando, sin atreverse a pitar en el telefonillo de Franky. Ni ella misma sabe que hace allí. Todo aquello no era normal en ella. Siempre fue una chica que pasaba de ir detrás de cualquier chico. Pero esta vez con Franky sentía que debía luchar. Su corazón y su mente coincidían que era ahora o nunca. Que a veces el tren no pasa una sola vez, y regresa a la estación para aquellos pasajeros que lo perdieron. Oportunidades que a veces el destino nos otorga, para que corrijamos nuestros errores. Al fin y al cabo, el tiempo pasaba, pero los recuerdos y los sentimientos se anclaban en ella con más fuerza. Quizás sería cierto que el amor que ella sentía era verdadero. En un acto reflejo, recordó la de ocasiones en las que subió a esa casa, y tocó en el telefonillo. No hubo contestación por parte de Franky, y sin más abrió la puerta del portal. Que largas e inmensas eran aquellas escaleras hasta la casa de él. A cada escalón que conseguía subir, una lágrima le bajaba por la cara, a la vez que un recuerdo susurraba en su corazón. Áfrika llegó hasta la casa de Franky, pero casi se deja el alma por el camino. La puerta se encontraba abierta, asomó su cabeza, y un "pasa" se escuchó de fondo. Áfrika cerró la puerta, y vio a Franky sentado en uno de los dos sofás de su salón. Se dirigió hasta allí, y se sentó en el que quedaba libre. El silencio hizo acto de presencia, y les abrazó. Os juro que se podía hacer escarcha con la frialdad que se regalaban. Ni una sola palabra, ni una sola mirada. Nada. Solo frío, silencio, y una cuenta atrás de corazones a punto de explotar en un millón de promesas rotas.

Franky: ¿Porqué todo esto Áfrika? (Preguntó sin levantar la vista del suelo.)

Áfrika: ¿El qué? (Dudo ella.)

Franky: ¿Porqué no podemos vivir el uno sin el otro? Juntos nos hacemos daño, pero por separados nos matamos ..

Áfrika: Tal vez sea nuestra forma de vivir el amor ..

Franky: Te quiero. Y es injusto.

Áfrika: ¿Injusto?

Franky: Si. Yo te doy lo mejor de mi vida, y solo me pagas con dolor. Y aún así te quiero. Sería capaz de dar mi vida por ti, o de bajar la luna si me lo pidieses. Nunca he sentido esto por nadie, y es probable que jamás lo vuelva a sentir por otra persona. Se que tu nunca me vas a llegar a querer como yo te quiero a ti. Tan siquiera vas a comprender en tu vida hasta que punto estoy enamorado de ti.

Áfrika: Tu eres el único que ha soportado mis desvaríos de niña chica. Te he pisado el corazón tantas veces, y tu siempre lo vuelves a limpiar, a arreglar, y me lo vuelves a regalar. Todo eso yo lo se. Pero yo también te quiero. Igual que tu me quieres a tu manera, yo te quiero a la mía.

Franky: ¿Que forma de querer es aquella que causa daño en la persona que amas? ¿Acaso me amabas mientras te follabas a Dani? ¿Acaso me amabas cuando lo dejamos? Si esa es tu forma de querer, prefiero que me odies.

Áfrika: Y lo hago. Te odio. Porque a pesar de todo lo que me prometiste, te veo feliz. Cuando volviste y te vi con otra chica, pensé que jamás volverías a besarme a mi. Te odio porque no puedo vivir sin ti. Yo no era así, nunca he llorado por ningún tío. Y contigo las lágrimas salen solas. Te odio porque por primera vez en mi vida alguien es más importante que yo para mi misma.

Franky: ¿Me odias porque no puedes tenerme siempre que quieres? Dime algún chico que prefiera hacerte sonreír a follarte un sábado de borracheras. Nadie te va a querer como yo. Eres la chica mas insoportable que existe, y aun así te quiero. Ódiame por eso si quieres, por ser ese puto gilipollas que con un millón de motivos para olvidarte, se aferra al único motivo para enamorarse de ti.

Áfrika: Lo siento todo. Siento que llorarás por mi, que te fueras, que perdiéramos a nuestro bebe. Joder, me arrepiento de todo lo malo que te hice. Pero es que yo no sabía amar, y puede que ahora tampoco. Pero tu me puedes enseñar.

Destino por casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora