14. Alteraciones

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Adabelle Lancaster

—Entonces, Ada ¿tú y Hades ya salen?— la voz de Clarisse sonaba apagada.

—No sé si salir sea la palabra, pero algo así— respondí.

—Ah— suspiró mirando fijamente un punto.

—¿Todo bien?— pregunté preocupada.

—¿Eh? Sí.

—Lissie, sé sincera conmigo, somos amigas ¿te incomoda que tenga algo con Hades?

—¿Qué? No, por supuesto que no— respondió rápidamente —últimamente no me he sentido bien, es todo. Estoy feliz por Hades y tú. Mereces ser feliz Ada y no creas ni por un momento que siento celos o envidia por lo que tienes con él, jamás.

Asentí poco convencida, algo ocultaba, más no quería decírmelo.

—Sólo una cosa— continuó después de unos minutos, la miré —recuerda que no hay que apresurar las cosas ¿vale? Con nadie. Todo a su tiempo, primero tú, luego el resto.

—Está bien, tranquila. Gracias— la miré extrañada pero no dijo nada más.

—Señorita Clarisse, alguien vendrá a visitarla más tarde, el doctor Corrigan adelantó su consulta de hoy, acompañeme por favor— una enfermera llegó, Clarisse se tensó ante la mención de Steve.

—¿Puedo faltar hoy? No me siento bien— la mujer la miró comprensiva.

—Lo siento señorita, pero el doctor Corrigan fue claro en qué no podía faltar hoy.

Con resignación se puso de pie. Me miró y pude ver una profunda tristeza en sus ojos.

—¿Todo bien?

—Sí. Nos vemos— besó mi mejilla despidiéndose y se fue siguiendo a la enfermera con la cabeza abajo.

Se me apretó el corazón al saber que sufría y no podía ayudarla.

Poco después, me dirigí también a mí consulta, está vez, reunión grupal. Generalmente Clarisse siempre me acompañaba, pero esa vez su lugar permaneció vacío.

Hades Cavalli

—Mantenla alejada de Ada— exigí a Steve —Clarisse está comenzando a meterle ideas en la cabeza que no me benefician.

—No te preocupes, hijo. Sabes que nunca te defraudo— fruncí el ceño ante el apodo, un poco incómodo a pesar de que Steve había estado conmigo en muchos momentos decisivos de mi vida, muchas veces incluso fue el padre que necesitaba.

—Lo sé, pero no me gusta que esté revoloteando alrededor de Ada todo el tiempo. Le mete ideas en la cabeza para que se aleje de mí— Steve soltó una risita poco propia de él.

—Piénsalo de manera objetiva, Hades. Clarisse le ayuda a Ada a confiar en las personas, por lo tanto, a confíar en ti. Te lo digo como psiquiatra, no como colega, el que sean amigas es bueno para el desarrollo de Ada.

Bufé molesto.

—Sólo asegúrate de que no se entrometa demasiado.

—Sé cómo controlar a Clarisse, no te preocupes por eso.

Asentí.

Poco después, salí en dirección a mi habitación.


°

Horas más tarde, me encontraba sentado en una banca, leyendo mi nueva adquisición. Justo cuando cambiaba de página, pude ver cómo alguien se sentaba junto a mí.

Cuando dejes de amarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora