KINKTOBER JOHNDO

toys

Doyoung tiene un compañero de habitación, se llevan bien, Johnny es genial, es el típico chico atractivo con un montón de amigos y Doyoung simplemente es, el chico un poco raro que curiosamente comparte cuarto con el chico genial. 

Pero Johnny es diferente a otros chicos, él es muy entusiasta en conocer los gustos de los demás, así que a menudo ven películas juntos, se recomiendan libros y se quedan hasta tarde conversando mientras beben una cerveza, a Doyoung no le gusta mucho, pero a Johnny le gusta y eso es suficiente para acompañarlo a beber. 

—está noche volveré tarde, Doyoung—Johnny le dijo, alistándose para salir. 

Los viernes Johnny siempre salía con sus amigos, se iban a alguna fiesta o cualquier lado, Johnny lo había invitado más de una vez, pero Doyoung simplemente no podía ir, todo el circulo de Johnny le daba cringe, no eran malas personas, solo Doyoung no encajaba con ellos. 

—¿qué harás? ¿maratón de algún anime?—Johnny se acercó curioso, el aroma de su colonia inundo sus fosas nasales, Doyoung se ruborizó. 

En la pantalla de su laptop se encontraba la miniatura de La novia del Titan, Johnny empezó a reír y Doyoung rio tímido. 

—sucio—se burló su compañero de habitación, desordenándole el cabello—disfruta, me iré ya. 

—adiós, ten cuidado—susurró. 

Johnny era su tipo ideal, cuando él descubrió que miraba animes yaoi, Johnny no lo juzgó, incluso miró con él algunas series, aunque parecía no tener atracción por los hombres, era genial que no fuera un idiota y siempre que iba a fiestas o salia con sus amigos le traía bocadillos o algo delicioso para comer. 

Así que Doyoung tendía a soñar despierto con él, porque tenía todo lo que un hombre debía tener, un bello rostro, un fornido cuerpo, una mente maestra, una sonrisa encantadora y un corazón bondadoso y amable. 

Hasta le estaba ayudando con su cosplay para la convención del próximo mes, Johnny le había prometido que lo acompañaría para que los raros no lo acosen. 

Ah, lo amaba. 

Doyoung estaba mirando el anime que hace rato le habían recomendado en un grupo, pero era demasiado explicito, honestamente, no sabía qué esperaba cuando lo puso, ahora se sentía avergonzado y antojado. 

Hace rato que no salía con nadie, los tiempos no le daban para andar coqueteando y además su mente estaba llena de Johnny, sería injusto para la otra persona que Doyoung solo pensara en su compañero de cuarto. 

Dejó a un lado la laptop y fue al baño a lavarse las manos, mirándose en el espejo, considero meterse a la ducha, pero como Johnny no llegaría hasta tarde, decidió buscar el lubricante en su cajón y uno de sus valiosos juguetes. 

Se aseguró de que la puerta de la habitación estuviera cerrada, los cuartos de la universidad eran pequeños, la cama de Johnny no estaba demasiado lejos, fue un impulso, recogió una toalla y la puso sobre la cama de su compañero de habitación, subiéndose a ella. 

Si Johnny se enteraba que estaba a punto de masturbarse en su cama, Doyoung sinceramente no sabía cómo reaccionaria, pero aunque fuera un santo, él definitivamente no perdonaría algo así. 

Pero la culpa era un poco encantadora también, Doyoung se desnudo por completo, empezando a verter lubricante entre sus dedos inclinándose sobre la almohada de Johnny, con lentitud y paciencia, pensó en él, sus ojitos marrones claros, su sonrisa traviesa, recordando las veces que Johnny salía de la ducha con solo una toalla cubriendo su cintura, mostrando sus abdominales, apenas dejándole qué desear.