Ilusiones y Desengaños

El que vive de ilusiones, muere de desengaños. Dicen

Y es que para los que estamos rotos, el pegamento llamado ilusión es demasiado caro, difícil de encontrar.

En cambio, el remedio desengaño es muy barato, y abunda en todas partes.

Pero como otro dicho, lo barato sale caro, ese remedio negrusco deja más secuelas de las que pretende curar.

Y es que de nuevo, es peor el remedio que la enfermedad.

¿Qué le voy a hacer?

Decían que árbol que nace torcido jamás su troco endereza, pero me empeñé en cree que estaba mal eso de dime con quien andas y te diré quien eres.

Así que también me tiré del puente como todos hicieron.

Para despertar estrellado, o muchas veces sin poder despertar.....

Lo que sucede conviene, y conocerte no fue la excepción, ya que me cambiaste de mal en peor.

La luz de alante es la que alumbra, pero la tuya me cegó. Provocando un accidente de cifras mayores, tantas roturas, que ni el medico chino curó.

Así que vengo ahora, a robarte lo que una vez me quitaste, ya lo dice el refrán, ladrón que roba a ladrón, cien años tiene de perdón.

Vengo a servirme ese plato frío llamado venganza, vengo a quitarme la máscara para que entiendas, que no todo lo que brilla es oro.

Las ilusiones son sólo para ilusos, y como una vez lo fui, ahora tú lo eres.

Tan vulnerable. Tan suseptible, pero todo el mundo recoge lo que cosecha.

Y tu sembraste un cuervo, uno al que criaste y ahora te sacará los ojos.

Que dulce veneno, no recupero lo que pierdo, mas eso no es lo que deseo.

Que buena mañana hace. No por mucho madrugar amanece más temprano.

Mas, al que madruga Dios le ayuda, esta vez hice caso, mejor tarde que nunca.

¿Por qué no?
Agreguémos un poco de ese remedio llamado desengaño a tu bebida matutina de ilusión.

Y veamos como tu mirada se opaca al pasar de los segundos, ante el espejo y desde la oscuridad.

Lo siento amor mío, no es mi culpa que el destino jugara las cartas a mi favor. Al igual que no lo es que me hallas roto el corazón.

Pero de tal palo tal astilla, y yo renací en pinto como el maja que eres.

Perdóname, pero al pan pan y al vino vino.
Ojo por ojo y diente por diente nena, nunca antes mejor dicho.

La mentira tiene patas cortas, así que ni me disculparé por haberte traído hasta aquí, y es que ese remedio es una adicción, más fuerte, incluso, que el alcohol.

Así que dusfruta amor mío, no te desesperes, ni intentes encontrar al pegamento ilusión.

Ya me encargué de buscar todos los que habían y desaparecerlos. No me hacen falta. Ahora no.

¿Ves? Así deprimida y rota estas más bella nena.

Solo tengo por último que aclararte:

Como viviste de ilusiones, ahora morirás de desengaños.

Y quienes mueren de desengaños, nunca volverán a vivir ilusiones.