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Estoy con el cejo fruncido preparándome para hacer algo que como siempre no es mi responsabilidad.

—Hija —Suspirando me doy vuelta antes de salir de casa— Ten cuidado.

Asiento, no digo nada porque si lo hago el vómito verbal saldrá y hoy no estoy de animo para ello.

—Esta todo preparado jefa —Dicen a mis espaldas con tono sarcástico.

—No tientes mis ganas de matar a alguien hoy Reynolds —Lo fulmino con la mirada mientras camino a paso rápido a la blindada camioneta negra— Necesito que ustedes me sigan un poco más lejos, no llamen la atención.

Asienten, me monto en el carro junto con el disque "guardaespaldas" que claramente es más que eso.

—El expediente que buscamos está en la oficina principal —Me informa con la laptop en las piernas— Y no será nada fácil entrar

—Nadie dijo que lo fuera —Planeo lo demás con el, es una misión confusa y peligrosa.

Al llegar me coloco bien la capucha, nos ocultamos entre los arbustos de la gran casa atestada de guardias frente a nosotros.

—El tercer piso está desocupado, por ahí entrara el grupo 1 —Ordeno por el comunicador— Los demás a mi señal y en silencio entramos, morir o matar.

De reojo Reynolds me da una mirada rara, lo ignoro y en cuclillas voy mi camino, la noche ayuda un poco, cómo van las cosas todo va a mi favor hasta que un sonoro disparo me hace pararme en medio del campo.

—Mierda —Las luces se encienden, los ladridos se escuchan y tras ese disparó muchos más le siguen.

Me levanto dispuesta a luchar, un gran hombre se me viene encima, logro esquivar un golpe pero el otro me da en el lado derecho de abdomen, me pongo en posición de ataque y sacando un solo cuchillo lo atacó, primero por delante esquivando sus golpes doy justo en su garganta, voy por el que sigue, dos más se unen.

Uno me toma por detrás, doy un cabezazo pero eso no lo hace soltarme, le doy una patada en las bolas al que trata de pegarme, con impulso me voy hacia atrás derribado al que me tenía entre sus brazos, no dejo que se levante cuando mi arma da directo a sus ojos, saco otra de mi cadera y con dos de mis manos ocupadas doy disparos certeros a cualquier imbécil que se me atraviesa.

No dejo que los demás vengan a por mi, siguo mi camino corriendo, detrás de mí va Ryan, en el camino hay varios hombre.

—Son demasiados —Trago saliva dando balazo tras otro hasta que mis balas se terminan

—Refuerzos ahora, ¡Estos mal nacidos nos emboscaron! —Me quejo, saco un Hoddie de mi bota, esquivo un golpe a mi cabeza, doy otro hacia el abdomen de la chica que ataca.

Empuñó el arma y sin piedad atacó a matar, ella me dertiba, el aire sale de mis pulmones, da una patada que esquivo rodando yo doy otra a las parte de atrás de sus piernas haciendo que caiga, tomo el arma desgarrando su tobillo y aprovechando para dar otro en su costilla y terminar en su garganta.

Ayudo a mi compañero en problemas, unos cuantos más míos nos ayudan, los refuerzos vienen, sigo con lo mío hasta que un estallido en la puerta principal los distrae lo que aprovecho para entrara a la casa sin ser vista.

—Esto esta muy tranquilo —Me sobresalto dando un golpe atrás mío— Joder soy yo.

—Me has esustado estúpido —Le reprochó— A mi tampoco me da buena espina.

Le hago una señal para ir primero, subo las escaleras, sigue sin aver nadie y una vez llegada a la dicha habitación entiendo el porqué.

—Tiempo sin verte Darleen

Imperio De Mentiras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora