Mr. All Korean

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— ¿Y tus padres? — preguntó Mark después de un rato de haber entrado en casa de su mejor amigo.

— Están en algún tipo de retiro espiritual desde hace una semana, no sé cuándo volverán, pero la verdad no me apuro en ello.

El pecoso lanzó una pequeña risita y le dio la razón, Jaemin se veía más feliz cuando no lo obligaban a rezar cada comida. Lee se detuvo a mirar todos los crucifijos que tenía la abuela de Jaemin en la pared de la sala, junto con imágenes de Dios, Cristo y la virgen, frunció el ceño, eso siempre le incomodó. Na se dio cuenta de ello y tosió llamando su atención.

— ¿Quieres subir a mi cuarto?

— Nana ¿Podrías responderme algo? — Jaemin asintió — Y sé completamente sincero.

— Makku no me asustes.

— ¿Por qué somos amigos?

Mark jamás había sacado aquel tema a relucir, aún así Jaemin tenía claro que en algún momento pasaría, ambos venían de mundos completamente diferentes. La mamá de Mark se embarazó a los 16 años, por lo cual era muy joven y bastante liberal, sin contar que venían de un país bastante abierto de mente. La mamá de Jaemin se embarazó a los 30 años, lo cual la volvía no tan joven, y fue criado bajo el seno de una familia conservadora.

Lee nunca fue gay de closet, en realidad desde pequeño fue capaz de decirle a su madre que no le gustan las niñas. Na por otro lado fue amenazado con que si no se casaba con una chica sería una deshonra.

A pesar de todas las situaciones que Jaemin tuvo que vivir, él nunca fue alguien que juzgará a las personas, entonces cuando conoció a Mark a la edad de 10 años jamás le molestó escucharlo hablar sobre chicos o maldecir cada dos palabras. Jaemin era una prueba viviente de que no por tener una mala educación tienes que ser mala persona.

— ¿A qué viene la pregunta? — dijo el menor arrancándose la piel muerta de los labios.

— Mírate Na, eres un angelito ¿No te da miedo ser corrompido?

Jaemin comenzó a reírse a carcajadas y su mayor no entendía de qué demonios se reía ese niño.

— Mark, hemos sido amigos por mucho tiempo, creeme ¿Por qué me importaría, hasta ahora, que me corrompas?

— Hermano, realmente tu abuela me da miedo y desde que me dijiste que te gustaban los chicos eso me ha estado carcomiendo la cabeza, tengo miedo de haberte mal influenciado.

— Makku, estás loco. Tú siempre haz sido el maldito idiota que me ha dicho que la homosexualidad no es una enfermedad, ni un problema, ni nada, y así con cualquier otra cosa, tu me haz enseñado que no debemos juzgar a las personas por cosas tan frívolas como la sexualidad o el físico. Tu me haz enseñado más cosas sobre respeto y amor al prójimo que mi abuela, y esa señora idolatra a un hombre que asegura amar a todos y haber dado la vida por su pueblo pero aún así condena al infierno a los que no son igual a él y a sus seguidores — para ese punto Mark tenía un nudo en la garganta y las lágrimas amenazaban con salir — ¿Crees que me has mal influenciado? Tu me has enseñado a amar, así que ¿Por qué soy tu amigo? No lo sé, tu dime.

— Hey...señorito coreano — para ese punto Mark ya estaba ahogándose en sus lágrimas — deberías respetar a tus mayores y no hacerlos llorar.

Ambos mejores amigos se abrazaron y el hombro de Jaemin se empapó, pero eso era lo que menos importaba, realmente lo más importante era poder siempre tener a ese adorable chico a su lado, toda la vida.

✩✩✩

Jaemin se encontraba acostado en su cama, ahora estaba completamente solo en su casa y eran alrededor de las 2 de la mañana, ese día tenía clase a primera hora, pero no podía dormir. Sus pensamientos siempre le jugaban malos ratos.

Estaba enamorado, eso era un hecho, y eso le molestaba. Estaba enamorado, claramente, pero ¿A qué costo?. Estaba enamorado, por supuesto, y de dos chicos.

Ni siquiera Mark sabía, Lee solo pensaba que su amigo estaba ido por Renjun, un tierno romance adolescente, pero era más que eso. Jeno no paraba de correr por su mente, pero lo que sentía por su atractivo profesor era mucho más que un inocente sentimiento, recuerda perfectamente como sus primeros pensamientos impuros fueron gracias a él.

La noche que Lee estaba completamente vuelto mierda por el alcohol, aquella noche donde por primera vez besó al chico de sus sueños, esa noche creyó que había ganado el cielo, cuando Jeno preguntó si podía ser besado a Jaemin casi le da un infarto de la emoción, lastimosamente no pudieron proceder a besarle porque el mayor había caído dormido en el piso dos segundos después de haber hablado. Jaemin suspiró en ese momento y miró a Renjun, no pudieron encontrar mejor forma de pasar el mal trago que reírse.

Jaemin no podía dormir, pero era porque sus pensamientos siempre iban al mismo lugar. Si, estaba enamorado, y ahora simplemente no podía dejar de pensar en ello, era la primera vez que le pasaba y ahora simplemente no sabía cómo actuar.

Na comenzó a llorar mirando fijamente al techo.

— ¿Por qué tiene que ser tan difícil?

Del poliamor y otros pecados del Catolicismo ≤NoReMin≥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora