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Jungkook retorcía sus manos de manera nerviosa, su valentía se estaba yendo directamente al caño al ver a Taehyung a tan solo unos metros de distancia, tan hermoso y relajado como siempre, con esos preciosos ojos azules que detonaban amabilidad e inocencia, ese sedoso cabello de color castaño que era decorado por una boina y su hermoso vestuario de tonos suaves. Una de las cosas que Jungkook ama de Taehyung, es su forma tan única y perfecta de vestir, teniendo siempre conjuntos de ropa adecuados para la situación, siendo estos, en su mayoría, estilo vintage.
Un enamorado suspiro salió de sus labios, sintiendo sus mejillas colorarse de un ligero rosa al ver como él castaño lo miraba unos cuantos segundos que para el fueron eternos. Estaba dispuesto a irse y tirar a la basura la bonita Alhelí que llevaba en sus manos junto con el plan de conquistar a Taehyng, hasta que escucho la voz de nada mas y nada menor que Jung Hoseok, su "rival" en el amor.
Apretujó la flor entre su pecho, sintiéndose entre la espada y la pared al no saber que hacer, decidió que la mejor opción sería pedirle a su mejor amigo que lo ayude, así que decidido empezó a caminar hacia donde siempre estaba su amigo antes de entrar a clases. En el salón abandonado del último piso, seguramente bailando.
-Jimin-ssi -canturreo una vez frente a Jimin, haciendo que este diera un saltito en su lugar por el susto
-Joder Jungkook ¡casi me da un infarto! -puso una de sus pequeñas manos en su pecho, sintiendo su corazón palpitar rápidamente
lo siento- soltó una suave risita, riendo de la expresión de susto que tenía su Jimin, hasta que su risa callo, al recordarse por qué estaba allí- Jiminnie hyung, necesito tu ayuda
-¿En qué exactamente Koo? -entrecerró sus ojos
-no se como darle la flor a Tae- chilló y ahí fue cuando Jimin se dio cuenta de la bonita flor que tenía su amigo en mano- ya me estoy arrepintiendo de esto, hyung -puchereó
-uhmm... -pensó con una mano en su barbilla- ¿exactamente en que necesitas mi ayuda?
-¡Para darle la flor! no se me ocurre alguna forma de dársela.
-uh pues... ¡ya se! podrías dárselas en persona o podrías dejársela en su casillero junto una nota, yo me voy por la opción uno.
-P-prefiero la segunda opción...
-Tae, te le confesarás en San Valentín, tienes que hablar con él para que no te sientas tan tenso o nervioso al momento de confesarte a él.
-Si... creo que tienes razón- suspiro
-Siempre la tengo -sonrió arrogante
Jungkook rodó los ojos divertido, su amigo nunca cambiaría
(...)
-Tae hyung -lo llamó sintiendo sus piernas temblar como gelatina
-oh, hola Jungkook- las mejillas del mencionado se pusieron rojas ¿el amor de su vida sabía su nombre?
-¿Como sabes mi nombre? -no pudo evitar no preguntar eso
-Tenemos algunas clases juntos, tontito -sonrió
-cierto... -murmuro avergonzado- Y-yo ten-go esto para tú... digo para ti -le entrego una hermosa flor púrpura que, sinceramente, él nunca había visto.
-Gra... ah, ya se fue -murmuro, para después posar su vista en la bonita flor.
Sus manos estaban puestas en sus rojas mejillas, parecía un tomate, como no quiso que Taehyung lo viera todo rojito, había salido corriendo tan pronto como llegó.
