Mi Mision Imposible (Tom Cruise Y Tú)

Capitulo 48

Narra Tom

No podía evitar sentirme mal, la mujer que amaba estaba esperando un hijo de otro hombre, y ese hombre, estaba apunto de morir. Pero mas me siento mal porque quisiera ser yo el padre de ese hijo, y la perdí por pendejo, eso es lo que fui, un pendejo.
Estaba a un costado donde se encontraba Helena en aquella camilla, esperando a que despertara.

-Mmm...Tom.- Escuche que me llamo cuando se despertó lentamente.

-Aquí estoy Helena.- Tome su mano entre las mías.

-¿Que me paso?.- Me pregunto preocupada.

-Te desmayaste cuando el Doctor vino a darnos informes de tu esposo.-

-No le dan muchas esperanzas, ¿Cierto?, es lo que recuerdo que dijo.- Me dijo al borde de lagrimas.

Odiaba que fuera verdad.

-Así es, pero debemos aceptar la voluntad del Señor.- No sabia que decirle.

-Y la acepto, pero espero que no se me vaya a morir.-

-Hay otra cosa que te tengo que decir Helena.- Tenia que decírselo.

-¿Que cosa?.- Se preocupo.

-Estas embarazada.- Lo dije sin mas.

Ella se quedo asimilando la noticia.

-¿Es enserió?, ¿Tan pronto?.-

-Si, el Doctor te reviso.-

Y paso, exploto de felicidad.

-¡Tom, voy a tener un hijo de Ian!, ¡Voy a ser mamá!.- Se arrojo a mis brazos, estaba muy feliz.

Y a mi me rompía el corazon que el padre no era yo. Pero me alegraba por ella.

-Seras mamá Helena, felicidades.- Fue lo único que pude decir mientras la abrazaba.

Me dolía, no podía evitarlo, yo aun la amaba, pero por otra parte, estaba feliz por ella.

***
Narra Helena

"Una semana despues"

Estaba postrado a lado de mi esposo, el todavía yacía en esa cama de hospital, conectado a cables y muy débil, apenas abría poquito los ojos. Mi papá, mi hermano, Tom e incluso Henry han venido a ver como esta, y siempre lo encuentran igual, y no dejan de darme ánimos. No me he dicho a mi papá de que estoy embarazada, mucho menos a Ian, estoy esperando el momento adecuado, cuando mejore poquito, pero eso no parecía suceder, estaba rota.

-Hele...Helena.- Me llamo Ian apenas audible quitándose la mascarilla de oxigeno.

-Mi amor, no te esfuerces, estoy aquí.- Lo tome de la mano.

-Vete a descansar...estas pálida.- Hablaba con dificultad.

-No iré a ninguna parte.-

-Hay, nimodo que me mueva de aquí.- Intento bromear y me mostró su hermosa sonrisa débil.

-Malito y bromeando.- Reí y le di un beso en la mejilla.

-Lamento lo que esta pasan...do- Note que se puso triste y los ojos se le cristalizaban.

-Estarás bien, eres un Soldado, eres un héroe mi amor, salvaste al Presidente.- Trate de animarlo acariciando su cabello.

-Era mi deber.-

-Y cumplió muy bien con su deber Soldado.- Dijo de repente el Presidente Obama entrando a la habitación junto con cuatro soldados mas.

Me asusto, no me lo esperaba. A Ian también lo sorprendió mucho.