꒰ 🍷 ˖ ࣪ One Shots Luwoo ᥫ᭡

𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞́𝐬

El estruendo de sus llaves cayendo junto con su maletín, rompió el silencio de su departamento, se sentía tan cansado y estresado, odiaba con todas sus fuerzas los viernes de empleo, pues eran horas extras y encontrarse al cara de culo de su jefe.

Lo cual significaba estrés, bipolaridad y más estrés, literal, los viernes podían ser los días donde sentía que esa cosa de los géminis y sus cambios emocionales realmente existían.

Kim se dirigió a su sillón, queriéndose aventar a este y dormir toda una eternidad, pero solo quería descansar un poco el trasero, darse una ducha, dormir y descansar dos días enteros; pero en el puto momento en que iba a sentarse, su estúpido timbre sonó.

Jungwoo estaba preparado para maldecir a la persona que se haya tantas la puerta.

—Maldita sea señora Lee, no cuidare a sus mascotas yo- —Jungwoo abrió la puerta furiosamente, preparándose para darle su diccionario de groserías a su vecina rara que era quien más lo frecuentaba.

Pero en cambio, su sexy y bien formado novio que se había ido tres meses a su país de origen, se encontraba con una sonrisa entre divertida y tierna mientras cargaba sus maletas y algunas bolsas de tiendas comerciales.

—¡Lucas! —Jungwoo sintió que su estrés se iba al carajo, mientras se lanzaba a los brazos de su novio, llenándolo de besos por todo su rostro, recibiendo risitas por parte de este, quien lo abrazaba con dificultad por la cintura.

—Hola cariño, ¿la señora Lee sigue de insistente? —Lucas habló una vez que Jungwoo hubo terminado de darle miles de besos.

—O-oh, de vez en cuando ya sabes... —El rostro de Kim se volvió un poco rosado debido a la situación pero, luego recordó que su adorada pareja se hallaba con el. —¿Cuándo regresaste y porque no llamaste? Pude ir a recogerte...

—Cariño, Hae me dijo que has estado muy estresado, si te decía que regresaría hoy, hubieras estado peor. —Lucas dijo, mientras ambos entraban al encantador departamento, que obviamente pertenecía a la pareja. —Además acabas de llegar del trabajo.

Una vez y el americano se instalo en la habitación de ambos, se dirigió a su pequeño novio, que se hallaba preparando su tina, para un buen baño relajante, que por ordenes del americano iba a ser compartido, pues tenían que ahorrar agua.