Capitulo 4:
"te quise mal, te quise a mi manera, esa que rompe y corrompe todo lo que toca"-pero...yo...¿te causa molestias que esté aquí?- la verdad estaba molesta conmigo misma, no se a donde había venido a parar o en que situación lo había metido.
-más molestias me causas lejos de mi- si no tuviera un poco de vergüenza lo abría vuelto a abrazar
-entonces me quedare aquí hasta que te aburras de mi- le seguí el juego
-Por mi bien, aunque si que te tenemos que tener cuidado con los otros de Aogiri- eso ya lo tenía en mente
-¿como?- me recargue en el sofá
-pues, tengo que seguir yendo como antes a la base, si que antes pasaba mucho tiempo ahí y es obvio que los demás tengan dudas de porque ya no es así, así que estaré menos tiempo aquí...pero te prometo que los fines de semana te los dedicare únicamente a ti- estaba apunto de morir
-en ese caso, seré paciente y esperare cada fin de semana con ansias, te ayudare con lo que gustes y si es necesario ocultarme para siempre por ti lo haré- dije segura de mis palabras
-muy bien, ahora que aclaramos esto vayamos a dormir- dicho eso comenzó a caminar hasta la habitación, lo seguí y me entre, cerré la puerta detrás de mí mientras veía la luz del baño colarse por debajo de la puerta, escuche la ducha y por el momento me dedico a buscar entre los cajones que Ayato me había indicado son los míos para buscar mi ropa para dormir, la tome y me cambie de ropa, lleve lo que estaba sucio al cuarto de lavado (así es, el bendito departamento tenía uno) y lo deje en la cesta, volví y me recosté mirando la pared del lado derecho de la habitación y a los pocos minutos escuche la puerta abrirse, me tape hasta la cabeza con la manta mientras Ayato se vestía.
-Buenas noches- se metió por debajo de las sabanas y me beso la mejilla, si, si si...si, estaba ardiendo (de buena manera por supuesto)
-buenas noches-
[...]
Desperté después de una pesadilla, mire el reloj y eran las cuatro de la madrugada, voltee a un lado y Ayato no estaba.-¿Ayato?- me levante y camine hacia la sala buscándolo.
Cocina, estudio, cuarto de lavado, no estaba por ningún lado, me acerque al pasillo que da a la puerta y no estaban sus llaves ni su chaqueta.
-debe estar loco- el clima estaba más frío que de costumbre
-quizá...tuvo problemas...-salí del apartamento para intentar localizarlo con la vista
-puede ser...- me gire bruscamente para encontrarme a una chica con una especie de capa y el cuerpo cubierto por un vendaje.
-¿perdona?- tenía un mal presentimiento sobre esto
-perdonada...¿quien eres tu y por que hueles delicioso?- la chica se acercó a mi y aspiro mi aroma ¿acaso es que todos los ghoul pegaran su nariz a mi?
-Aléjate...¿donde esta Ayato?- comenzaba a ponerme nerviosa, no por mi, si no por la idea de hacerme sin él.
-él está bien y seguirá estando bien, deberías temer por ti-
-todos los problemas son a causa de que soy humana ¿verdad?- me sentía un estorbo
-no es eso, Ayato no salió por problemas contigo y yo no estoy aquí por eso, Banjou me contó que una chica estaba viviendo con el asombroso y cruel Ayato y quise venir a ver que era- su risa juguetona comenzaba a desesperarme
-explicate- estaba muy molesta
-no sabia que podría existir otra chica que fuera importante para él mas que ella- recordé la foto de la chica de cabello entre azul y morado del clóset, un sentimiento de opresión se sintió en mi pecho al momento.
-¿otra chica?- pregunte con voz Débil
-¿no te ha contado de ella? Da igual...ella es su razón para que Ayato este en Aogiri, quiere protegerla a como dé lugar-
-pe-pero...¿porque?- sentía mi vista nublarse
-Amor, claro está- la chica se sentó sobre la barandilla del balcón
-amor...- mis piernas se sentían débiles, estaba temblando, mi vista se nublaba...¿me había roto de nuevo?
-¿que pasa niña?- la chica me miro
-na-nada...buenas noches- entre en el departamento y cerré la puerta.
Me tire en la cama mientras dejaba que las lagrimas corrieran, sabia que era demasiado bueno para ser verdad, como él lo dijo, solo soy su compañera de piso. (PisoZone ewe)
Había llorado tanto, me alegraba que Ayato no hubiera regresado aun, mire por la ventana y no había ni rastro de sol seguía siendo tarde, sentía los ojos hinchados y pesados, por lo menos podría dormir. Escuche la puerta de la entrada abrirse y me tape de nuevo con las mantas, cerré los ojos simulando dormir para evitarme preguntas, o verlo simplemente. Sentí la cama hundirse y después su cercanía junto a mi cuerpo, poso su mano en mi cintura y se acero a mi, estaba molesta, muy molesta, lo peor es que solo soy su maldita compañera de piso así que no podría hacer mucho.