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Despierto cerca de las cinco de la mañana, el amanecer se hace presente a través del enorme ventanal qué hay en mi cuarto, trato de volver a dormir pero no lo consigo, abro el chat con Taehyung y contesto el mensaje que había dejado la noche anterior.

Después de un rato platicando con él, vuelvo a dormir un poco más, cuando siento que no puedo permanecer más tiempo acostado, me levanto y comienzo mi rutina diaria.

—Chimmy.— digo viendo cómo el pequeño gato se restriega en mi pierna buscando atención.— despertaste temprano también.

Preparo mi desayuno y el de mi nuevo inquilino, era apenas un bebé, por la noche de regreso a casa mientras pasaba por uno de los callejones que daba a los contenedores de basura, una pequeña caja de zapatos comenzó a moverse y seguido de eso observé como este animalito salió de él, no pude evitar ir a comprar una lata de atún para dejarla justo a un costado de él, después de esperar a que lo terminara tome la lata enjuague con agua para quitarle el olor y después la tire en el gran contenedor de basura, el solo me siguió hasta aquí, y bueno quien era yo para negarle la entrada a tan bello animal.

—¿Te gustó Chimmy? — dije mientras ponía un pequeño tazón con agua cerca del de su comida.— por la tarde saldré a comprar todo lo que necesites para tu estadía aquí.— acaricio su pelaje antes de seguir arreglando el apartamento.

La mañana pasa rápida, nada nuevo a decir verdad, se supone que tengo dos semanas y medias de descanso de las culés apenas había pasado una, y yo de verdad ya no sabía que hacer con mi vida.
Me derrumbo en el sofá exhausto, había limpiado cada rincón del apartamento y apenas eran las 12 de la tarde.

—No te sorprendas mucho Chim, realmente no soy tan productivo como parezco.— suelto un largo suspiro y me estiro para alcanzar la libreta y el lápiz que se encuentran sobre la mesa de centro.

Al menos haría unos cuantos bocetos.

O eso tenía pensado hacer hasta que alguien interrumpo mi hermoso silencio. Con pesadez me levanto y camino hacia la entrada.

—¿Quién es? — pregunto alzando la voz.

—¡Soy yo! — grita Sasha desde el otro lado de la puerta, así que apenas llegó la abro.

—¿No deberías estar trabajando? — pregunto volviendo a cerrar la puerta.

—El lugar es aburrido sin ti.— deja su bolsa sobre el sofá y camina hasta el ventanal para mirar a la pequeña criatura que está tomando su siesta. —¡oh por Dios!

—Baja la voz acaba de dormirse, lo despertarás.

—Lo siento —murmura apenada.— Señor vengo por usted. — alzo una ceja confundido.

—¿Por mi?

—El día de hoy iremos a divertirnos.

Ay Dios no...

Salimos de mi apartamento pasadas las dos de la tarde, el viernes comenzaba tranquilo, salir a comer, comprar, comer helado, todo tranquilo hasta que llegamos al apartamento cerca de las 8 pm, donde prácticamente Sasha se había adueñado del cuarto de baño ya que saldríamos al nuevo club nocturno que estaba justo en el centro de la gran manzana.

Kai había llegado poco después de yo haber terminado de alistarme, no es que no hayamos salido antes a lugares como ese, lo hacíamos, únicamente que era después de algún evento en la empresa, lo más que duraba en ellos eran tres horas y simplemente me limitaba a mirarlos desde la mesa, de la misma manera en que lo estoy haciendo ahora.

—¡Vamos Jimin! — Kai habla lo suficientemente alto para que lo escuche. — descubrí que te encanta bailar.

Oh si.

Vuelve A Mi  || YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora