Parte 1

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- "Quédese quieto mijito" - me pellizco. sus uñas quedaron plasmadas en mi piel

- "Elías no más, usted es insoportable "- cerró la puerta y con ella me golpeo, para que no la siguiera.

- "Yo no le puedo cuidar a ese niño tan inquieto, me le pega al otro y ahí que hacemos "- mi abuela agradeció dio media vuelta, la vergüenza inundaba su rostro – ella... sentía pena de mi

- "¡Quédese ahí quieto y ni me mire, ¿por qué es tan fastidioso!"

- "hace un año la mama no viene a verlo"

Soy tan importante que ese mal nacido le puso precio a mi cabeza, Mientras recorría las favelas corriendo e intentando que no me atraparan, recordé todos los insultos, todo el maltrato que padecí desde que nací - corrí y corrí todo el rencor y el dolor que sentía y que llevo guardando durante años dentro de mi apareció nuevamente y mis piernas cada vez iban más rápido, mi corazón palpitaba a mil por segundo.

- "ese niño está enfermo llévelo al loquero es, patán, grosero, brusco, maleducado inútil y fuera de eso no tiene siquiera una pizca de inteligencia"

- "yo conozco una bruja excelente, llévelo y eso en menos de nada se vuelve un niño normal "

- "Elías les pega a todos, no tiene respeto alguno, llévelo al psiquiatra, aléjelo es un peligro para el resto de los niños"

- "Él es más hombre que tú, por lo menos me puede dar lo que yo siempre he deseado, mírate Elías – me miro de pies a cabeza, sus ojos demostraban todo el desprecio posible hacia mi- nunca te quise, solo me disté lo que mi cuerpo pedía – sonreía con malicia – droga."

Maldita sea, malditas personas, maldigo a todo el mundo, a toda esa gente que me juzgó sin siquiera saber que ocurría, jamás estuve enfermo, o bueno si requerir amor y atención es una enfermedad todo el mundo esta putamente mal de la cabeza.

Baje la velocidad mientras miraba hacia atrás cerciorándome de que nadie viniera siguiéndome, esos asesinos que contrato ese mal nacido, son pésimos.

mire para todos lados, baje por el barranco, cruce los matorrales que habían, veía charcos y más charcos intente pasar sin ensuciarme más de lo que ya estaba o cholita me regañaría, sí que se esforzaba esa mujer para tener ese asqueroso lugar limpio, pace debajo del árbol grande hasta que por fin llegue, parecía que cholita no estaba.

-Pero que te paso Elías- grito cholita cuando me vio- parece que otra vez tuviste una de tus crisis – ella había sido la única persona que me trataba como su igual, con cariño, ella no me traicionaría, parecía realmente una mama o abuela de verdad.

- El hijo de puta de Glover mando a unos sicarios nuevos para atraparme y ¿adivina cholita? – sonreí con egocentrismo- no pudieron, o ellos son muy malos o yo bastante bueno para escapar- conversaba con ella mientras me quitaba la ropa

- Debes tener cuidado Elías no te confíes- me miro con severidad y hablo fuerte – de nadie.

- Me reí con superioridad- no te preocupes cholita e pasado por mucho, esto no me detendrá- ella hiso una mueca y sonreía con tristeza

Cholita tenía un hijo que padecía de una cardiopatía isquémica y necesita mucho dinero para poder pagar los tratamientos de marco, a veces el dinero no era suficiente, le debía demasiado a Glover.

Yo fui la mano derecha de ese desgraciado, un gran narco, hasta que Natalia me dejo por él, él le podía dar todo tipo de drogas y "BUENA VIDA", yo solo le podía dar amor, tenía tanto que dar, tanto que expresar, demasiado que ofrecer, pero todas las personas son tan superficiales, tan predecibles, siempre queriendo algo a cambio.

- Ya sabes en donde esta tu madre Elías- pregunto ella con curiosidad, buscando mi mirada.

- Pudriéndose como la perra que es, lastima...- me quede pensativo mientras jugueteaba con mis pulgares- jamás podrá sentir, aunque sea una mínima parte de lo que yo sufrí, el dolor físico no se compara para nada con el emocional, la tortura, la aflicción, la desilusión y consumirse por dentro mientras todo el mundo te mira con desprecio – mi mirada estaba fija en el piso, la tristeza me inundaba- créeme que preferiría que me golpearan a sentir por tanto tiempo lo que hoy en día aun me persigue. E inclusive cholita hasta el más criminal su madre lo ama y daría la vida por él.

- Los padres nos equivocamos la mayor parte del tiempo, muchas veces creemos ser asertivos y no lo somos, cometemos errores, pero... siempre amamos a nuestros hijos, y queremos verlos bien- respiro fuertemente- estoy segura de que tu madre no quería esto Para ti- hablaba con nostalgia- un mundo de drogas, negocios traicioneros, gente deshonesta, prostitución, violación, y todo lo que ello conlleva estar adentrado en el narcotráfico – levanto la mirada y sus ojos brillaban- yo hubiera querido darle a mi hijo una vida estable, él es brillante, Muy inteligente, pero desgraciadamente la enfermedad nos sorprendió y no tuve otra manera de sobrellevar los gastos- sabía que le dolía mucho hablar de este tema- tu mama fallo, pero es hora de que la perdones, el rencor pesa, y puede ser mucho peor que alguna enfermedad, estas dependiendo de ello y te desgastas cada vez más- levanto su rostro y me miro, las arrugas y ojeras resaltaban su rostro.

-

- ¿Crees que es muy fácil ?, mi madre no solo me fallo, me abandono por otros hombres, me dejo votado con mis abuelitos como si fuera un objetó, ellos no sabían cómo educar a un niño su vejez me sobrepasaba en creces, fueron bruscos e ignorantes a la hora de educar, y de alguna manera a ellos los perdono, no tenían por qué mantenerme ni mucho menos intentar hacerme un hombre de bien- empecé a desesperarme- pero ella... maldita sea, tuvo otro hijo y a él también lo trata como basura, mis desestabilidad emocional era subordinada, jamás recibí amor, ni caricias, nada nunca!!, solo gritos y desprecio- la ira comenzó a inundarme- abusaron de mí, no tuve infancia. Me trataron como un monstruo enfermo y adivina cholita, me convertí en uno.

- Si no la perdonas a ella perdóname a mi

- No entendía nada de lo que decía la confusión me tomo por completo, ¿porque debía perdonarla? Al contrario de muchas personas ha sido la única que no me ha abandonado, me ha cuidado... ella es como la mama que nunca y jamás tendré -

- ¿de qué hablas? – cholita no alcanzo a responder- Pero lo entendí cuando vi como hombres enmascarados ingresaban a la vieja casa todos con sus armas dirigidas hacia mí, uno de ellos, apunto a mi cabeza.

- la mire con decepción el dolor recorría mi cuerpo, ella... me había traicionado.

- Perdón Elías necesitaba el dinero- su mirada expresaba pena y tristeza, e inclino su cabeza acongojada

- El hombre disparo a mi cien- 

Alma confiada, vida canallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora