Capítulo 66: Shira vs Kyoko 3ª Parte

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Pov 3ª Persona 

La batalla se volvía en su clímax, y Shira había activado el poder prohibido de su arma, lo que dejaba una inestabilidad en la propia cazadora con una sonrisa maniática. Pará Kyoko esto no era sorpresa pero sí se mantenía sorprendida, por lo cual fue interceptada por una emboscada de su enemiga a una velocidad indescriptible de la que puso su cuchilla en medio, pero a pesar del choque había una clara ventaja de la semidiosa del matrimonio, en el que como una llamarada pasó a través de ella arrasando con todo en el proceso como una ola ardiente, simplemente se hizo paso a través de la propia fuerza bruta. 

--Siente la ira de Hera, esto es lo que se consigue cuando se pelea luchando por los que quieres y no por motivos ajenos. Lo siento si os preocupé chicos, pero no esperaba que esto se alargase, le daré el golpe final.--Argumentó en tono neutro mientras la espada brillaba y se convertía en un par de cadenas, la cual lanzó contra su oponente y cuyo objetivo era entrar dentro de su cuerpo y rodear su corazón, lo que dio motivo para que Kyoko escupiera levemente sangre. 

--¿Qué es esto? ¿Unas cadenas se metieron dentro de mi cuerpo?--Preguntaba la pelivioleta sin entender, hasta que abrió sus ojos comprendiendo la solución y tragando saliva. En primer lugar su enemiga había hecho cadenas para apuñalarla y atar su corazón, por lo que si no hacía caso sería su fin, luego estaba el hecho de que albergaba cierto brillo que dañaban algunos órganos vitales, en sí estaba unido a su poder divino prohibido liberado que como una llama azulada quemaba todo en sí mismo. De verdad que la había sorprendido, en toda la batalla no había hecho más que entorpecerse, solo quería hacer realidad su plan de eliminar a la pelirroja, pero ahora todo se torcía y se rompía como un cristal. 

--Has perdido Kyoko, admite tu derrota. Quieras o no mi amiga tendrá piedad de ti, si se lo pides ella no te hará nada, y ahora que tengo tu atención te quiero pedir que dejes este absurdo enfrentamiento que ocurre entre nuestros padres. Tsukiyomi sólo está resentido por su rompimiento en el romance con Amaterasu, y desde entonces la luna y el sol se enfrentan, deben estar separados, pero tú y yo no debemos de estar atadas a ese destino. Seamos amigas, olvidemos esto y te enseñaré lo bonito que puede ser feliz, sin decadencias o tristezas, sólo felicidad.--Le ofrecía la ojiazul a su prima con la más absoluta naturalidad y compasión, la entendía al saber que ella tuvo que pasar un cruel pasado. Por eso se acercó y le tendió la mano, su sonrisa era clara y se mostraba decidida a conseguir cambiar a la pelivioleta, pero solo recibió un manotazo que indicaba el rechazo. 

--Te voy a dejar las cosas claras rojiza, no voy a ser tu amiga. No me importa morir si es así, pero yo nunca le daría la mano a mi enemiga, y que sepas que no quiero seguir la tonta guerra de mi padre, yo hago lo que me da la gana. Sin embargo a ti te odio, no soporto ver tu cara ni tu voz, realmente te detesto y voy a matarte un día, ya sea en esta vida o la siguiente, no me importan tus quejas.--Declaró la semidiosa de la luna demostrando su intenso odio por la pelirroja, lo que la hizo alejarse y así sonreír con triunfo la pelivioleta. Fue en ese momento que al cambiar su mirada notó la severidad de Shira, que no dudó en apretar sus manos y forzar las cadenas para explotar su corazón. 

--¿Eh? ¿Por qué no funciona? ¿Qué está ocurriendo? No… no puede ser…--Shira no emitía palabra alguna y estaba realmente asustada, por lo que al comprobar la luna se vio totalmente roja, eso significaba un mal augurio para los cazadores. Rápidamente empujó de un simple golpe a la pelirroja con la intención de mantenerla a salvo de su prima, por lo que la vio sonreír y romper sus cadenas con extrema facilidad, claro volvieron a su mano en un instante, pero ahora mismo no sabía los cambios que empezarían a ocurrir con una pelivioleta mejorada y quizás con el poder necesario para derrotarla. 

--No… esto no es bueno… ¡vamos a alejarnos ahora mismo!--Ordenó Takeshi con una voz prominente y llena de autoridad, pero en realidad estaba más nervioso y temeroso de la situación. Ante el mandato los demás hicieron caso y se fueron alejando cada vez más, pero el rubio no estaba en una muy buena condición, principalmente los efectos de Hydra habían hecho efecto en su amiga y pronto sería el momento de que o ella pereciera o tuviera una enfermedad letal, el punto es que debía salvarla. Lo raro es que Anne no se había movido del sitio, pero conociéndola seguro tenía un plan, por lo que decidió seguir observando lo que ocurría. 

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