Celos [OS] - Marichat +18

Parte única.

⚠️tigger warning⚠️
-Dominación.
-Degradación.

OJO: Toda acción aquí es consensuada por ambas partes. Por favor, si alguna vez realizan actos así, asegúrense que ustedes y su pareja estén de acuerdo; nunca hagan nada que les haga sentir incómodxs por sentirse obligadxs a complacer al otrx❤️.

Por último, si no gustas de este tipo de contenido, te sugiero que no sigas leyendo.

Con todo aquello dicho; disfruten, cochinxs 👀.

—¡Vamos Marinette, bebamos un trago! —Su mejor amiga, Alya, comenzó a jalarla de su brazo.

—Esta bien, solo, no me jales tan fuerte. —Rió

Ambas caminaron hacia la barra, donde se encontraba su compañero de clases Kim, preparando bebidas.

—Oye Kim, danos a mi y a mi mejor amiga unas margaritas. —Pidió la castaña.

—¿Tarjeta de identificación? —Seriamente el muchacho levantó una ceja.

Un silencio incómodo se presenció.

Los tres estallaron en risas. —Enseguida amigas. —Sonrió.

Si bien la mayoría ya tenía 18 años, Marinette aún conservaba 17 pero su cumpleaños no estaba tan lejos de todos modos; un par de copas no le harían daño.

—¿Dónde está el cumpleañero de todos modos? No lo he visto desde que llegamos aquí. —La de cabello negro preguntó, comenzando a beber de la copa que su amigo le otorgó. —Aunque bueno, en esta gran mansión es un bastante fácil perderse. —Rió.

—Oh, lo ví con Nino hace tan solo unos segundos, creo que fueron a abrirle la puerta a Kagami que acaba de llegar. —La ojimiel vió por detrás de su amiga. —¡Mira, ahí vienen!

Marinette volteó para visualizar a sus tres amigos que venían a su dirección. Sonrió e hizo el ademán de saludarles con la mano.

En ese momento, Adrien sintió como su corazón comenzó a acelerarse. Se veía tan hermosa. Su oscuro cabello caía por sus hombros con delicadez, llevaba puestos unos pantalones negros y una remera roja que dejaba parte de su vientre al descubierto, dejando a la vista su pequeño y lindo ombligo.

—¡Chicas! ¿Cómo la están pasando eh? —El moreno preguntó para acercarse a su novia que estaba detrás de Marinette y rodearla por la cintura.

—Bien, pero si me das un beso quizás mejor. —Persuadió. Nino sonrió y juntó sus labios con los de su novia.

—Yo iré al tocador unos segundos, vuelvo enseguida —Dijo cordialmente la joven esgrimista para luego retirarse.

Hubo un silencio aunque para nada incómodo, hasta que el rubio decidió hablar.

—¿Que hay de ti Marinette? ¿Como la estás pasando? —Se llevó sus manos a sus bolsillos algo nervioso.

La azabache, quien bebía de su margarita, se alejó la pajita de su boca para poder responder. —¡Genial! Sigo bastante sorprendida de que tu padre haya accedido a dejarte hacer una fiesta.