╰┈ 𝐈𝐍𝐒𝐓𝐈𝐍𝐓𝐎 🌸╰ my adlátere ࿐

IX. El lobo y el conejo

Retenía el aire en sus pulmones mientras tenía sosteniendo la mano de su novio fuertemente. Azotó la puerta principal y lo arrastro hacía la habitación. Tan pronto como cerró la puerta y giró el pestillo, Namm ágilmente atrapó a Fong contra la puerta, pese a que el de ojos avellana llevaba el control.

Su primer plan fue preguntar si estaba celoso, pero se detuvo; no necesitaba preguntar lo obvio; fue asertivo una vez más porque entonces su novio rodeó su cuello y lo besó profundamente. Fong se separó de Namm y caminó directamente al amplio baño.

Confundido y excitado, se sentó en la cama, exasperado. Tal parece que terminará de nuevo, resignándose a escuchar tras la puerta. Se dejó caer sobre el colchón y escuchó el agua correr; se sentía extraño por qué nunca su novio había entrado con zapatos y ropa.

La puerta se abrió y Fong se recargo sobre el marco de la puerta, arqueando la cabeza. Al ver a su novio desparramado sobre el colchón, sonríe ligeramente.

— ¿No vienes? —dice con voz tranquila, espantando al mayor.

— ¿Eh?

— Un baño. —dice firmemente mientras se deshace de sus zapatos y gira sobre sus talones para deshacerse de los botones de su camisa.

Namm casi se atraganta con su saliva, pero se levantó de golpe, lanzando sus zapatos y calcetines, apresurando sus pasos hacia el baño. Y entonces comprendió el sonido del agua correr; la tina estaba llenándose y la bomba burbujeante ya había sido lanzada dentro.

El chico de ojos de miel se quedó en silencio, admirando como su novio se desnudaba despacio mientras estaba de espalda; lo siguió y comenzó a deshacerse de su ropa. Es la primera vez en todos estos años que admiraría completamente el cuerpo de su chico. Su corazón comenzó a golpear con fuerza y comenzaba a sudar frío debido al nerviosismo.

Cuando la última prenda fue deslizada, vio claramente cómo la respiración de su novio se hizo irregular, giró despacio y abrió los ojos con amplitud, paseó su mirada por el cuerpo desnudo de Namm, tragó grueso cuando miró la vara gruesa y larga entre las piernas del chico de piel blanca.

Suppacheep sonrió de lado y tomó la mano de su novio y los guió hasta la tina, adentrándose despacio. No había preguntas, no había ni una sola palabra entre ellos; tan solo se inclinaron para que sus labios se encontraran. Fong sentía que se ahogaba en esos labios y buscando aferrarse a algo encontró la espalda desnuda de Namm. Su piel estaba ardiendo; tan solo demostraba lo real que era este momento.

Se sentía tímido, y tan solo quería huir hacia la cama y ocultarse bajo las sabanas. Se maldijo en silencio por qué realmente quería esto. Deseaba pertenecerle completamente.

— Namm...

—¿Sí? —dijo con toda la atención.

— ¿Cuánto me quieres?

Esa pregunta fue inesperada; nunca antes Fong le había preguntado algo como eso, pero no le molestaba contestarle.

— Yo no te quiero —suspiro—, yo te amo, Fong, ¿entiendes lo que quiero decir? —recostó a su chico sobre su pecho.

— Tú... Ummh... a ti... ¿Crees que soy guapo? —El rubor se extendía por todo su rostro.

— ¿Ah? — suspiro —No solo eres guapo —dijo en tono orgulloso—; mi novio es el más atractivo y apuesto del universo, estoy agradecido por eso... no tienes...

Las palabras de Namm quedaron atrapadas entre los labios de Fong, mientras se aferraba a su espalda y le rozaba la espalda con la yema de sus dedos. Los besos fueron repartidos; sentía que la piel quemaba tan solo al tacto, pasaban mucho tiempo juntos, incluso dormían juntos muy a menudo hundido en el pecho del chico de ojos color miel. Y hasta hoy el tacto no había sido tan ardiente.