Corria el año de 1482 en París, Francia toda la gente del lugar se preparaba para el día de la fiesta de los locos, era una fiesta muy popular ya que se solía reunir toda la gente para pasar un buen rato y no sólo reunía a la multitud si no también a los miembros de la clase alta e incluso a la realeza.
Cómo todos los años mi familia asistía como invitados de honor, mi padre Dean Duval capitán de la guardia asistía para asegurarse de que el juez Thierry Buckley estuviera a salvó en todo momento, ya que en esta fecha en la plaza de Notre Dame, se reunía toda la gente de los alrededores, la gente de clase alta, la realeza e incluso los gitanos.
Los gitanos eran una clase de gente odiada por las demás personas ya que se contaba que los gitanos solían hacer, magia negra y brujería. El juez Thierry, era una persona muy fría, él decía que los gitanos eran un error de la humanidad y que la gente de la clase alta y los fieles a la iglesia son el único grupo de personas que debían existir, ya que eran las personas que tienen educación, valores y lo único que a él le importaba los modales y por supuesto el dinero, para el juez tener dinero te hacía alguien de importancia.
En el festival de los locos, la gente disfrutaba de interminables bailes, obras de teatro, presentaciones musicales y por supuesto una presentación especial de Babette, la bailarina mas famosa de toda Francia, se corría el rumor de que esa chica era una gitana pero solo era un rumor.
Mi nombre es Odette y esta es mi historia.
4 de enero de 1482
Como cada año antes de la gran fiesta, la clase alta se reunían y hacían una gran fiesta como ya era costumbre, para mí las fiestas de la clase alta parecían rutinas ya que siempre eran platicas interminables sin sentido sobre cualquier tema, partidas de mucho tiempo de duración de ajedrez, entre otras cosas que me parecían aburridas.
Mi familia y yo nunca podíamos faltar a esas fiestas ya que mi padre era el invitado especial de cada una de esas fiestas, mi madre y yo por otro lado estábamos completamente aburridas de asistir a esas reuniones, mi madre Isabelle Duval espera gemelos para finales del mes, lleva 7 meses de embarazo, por lo que le molestaba moverse tanto.
Mi relación con mi madre era muy linda, antes de ir a las fiestas mientras ella se encargaba de su maquillaje, yo por otro lado hacía su peinado mientras charlabamos como dos mejores amigas más que de modo madre e hija, mi madre siempre me contaba cualquier novedad que viera en su embarazo.
- Odette..., cher ¿Ya tienes puesto tu vestido?- dijo mientras se colocaba unos bellos pendientes de perla.
- Así es madre, lo tengo.- dije mostrándole como se me veía el vestido.
- Te ves hermosa.- dijo sonriendo.- Ven para ayudarte con tu peinado.Mientras mi madre me ayudaba con mi peinado yo hacia mi maquillaje.
- Listo cher...- dijo terminando de acomodar mi cabello.- Te ves hermosa mon ange.
- Gracias mami...- dije terminando mi labial.
- ¡Uy!, Deja me siento un momento tu termina.- dijo con una mano en su vientre mientras se sentaba en la cama.
- ¿Todo bien?
- Si cher, todo bien.
- Okey...- dije terminando de hacer mi labial.
- Perfecto, vámonos que tú padre nos espera.
- ¿Llevas tú abrigo?- dije tomando el mío.
- Si cher, gracias.Bajamos a dónde se encontraba como siempre fumando su pipa por la situación del embarazo de mamá él intentaba fumar cuando estuviera solo o si no lo hacía fuera de casa o en un bar.
- ¿Están listas mes princesses?, Vámonos le chariot nos espera.- dijo tomando a mi madre de la mano.
Subimos todos al carruaje y nos dirigimos a la fiesta, al llegar nos encontramos con Le monsieur Lemaire, el anfitrión de la fiesta.
- ¡Oh!, Señor y señora Duval, bienvenidos.- dijo dando le un amigable abrazo a mi padre.- Bienvenida señora.- dijo dándole un delicado beso en la mano a mi madre.
Después de eso volteo a verme y repitió la misma acción que con mi madre, después de eso dijo.
- Señorita Duval, el joven Pierre la espera para el baile, alcance lo...- dijo alzando las cejas y remarcando la palabra alcance lo como en tono de orden.
Pierre Lemaire, era Mon fiancé estábamos por casarnos a mediados del mes de febrero.
- Bonjour, Pierre.
- ¡Odette!, Bonjour.- dijo abrazándome y dándome besos en la mejilla.- cher, ¿Puedo presentarte a unos amigos.
- Claro que sí.- dije caminando junto a él.Seguí a Pierre hasta la más elegante mesa que había en la casa, dónde se encontraban unos muchachos charlando divertidos.
- Caballeros...- dijo Pierre interrumpiendo la conversación de esos chicos.- ¿Puedo presentarles a mi prometida.- me tomo de la mano.- Odette Duval.
- ¿Odette Duval?, ¿Hija del capitán de la guardia?- dijo un sorprendido.
- Así es..., Dean Duval es mi padre.
- Encantado de conocerte...- hace una pequeña reverencia.
- El placer es todo mío.- respondí a su acción.Después de presentarnos tome asiento con ellos y era lo mismo que todas las fiestas a las que asistía, escuchar platicas de un tema sin sentido por mucho tiempo.
- Caballeros..., ¿Me disculpan?- dije levantándome de mi lugar y saliendo al jardín.
Al salir al jardín encontré a mi madre sentada en la fuente mientras bebía una copa de agua, así que me di un momento para charlar con ella a final de cuentas es mi madre.
- ¿Madre?, ¿Estás bien?- dije sentándose junto a ella.
- Estoy bien, cher solo quería tomar un poco de aire, estar ahí dentro es muy sofocante.- dijo haciéndose aire con su mano.
- Okey.
- ¿Odette?
- ¿Sí?
- ¿Podrías decirle a tu padre que ya vayamos a casa?, Ya estoy algo cansada.
- Claro...- dije levantando y llendo a buscar a mi padre.Fui a buscar a mi padre directamente al área de los fumadores, toque la puerta y un amable caballero abrió dejando escapar una gran oleada de humo con aroma a tabaco y cerrillo recién apagado.
- Busco a mi padre...- el caballero extrañado me miró.- ¿Monsieur Duval?
- ¡Oh! Monsieur Duval..., Espere un momento.- dijo dándose la vuelta.- ¡Duval, te busca una señorita afuera!- fue todo lo que pude escuchar ya que había mucho ruido dentro del pequeño cuarto en el que se encontraban los caballeros.
- ¿Odette?, ¿Que haces aquí trésor?
- Vengo a decirte que mi madre ya se siente algo cansada ya quiere ir a casa.
- Entiendo cher, voy enseguida.- dijo adentrándose al cuarto de vuelta.
- Bien padre, te espero.- dije sosteniendo mi abrigo y el de mamá.Cuando porfin salió mi padre subimos todos al carruaje y nos dirigimos a casa.
- Madre, déjame ayudarte a bajar.- dije sosteniendo la para que pudiera bajar despacio.
- Gracias cher.- dijo bajando despacio.Bajamos todos y entramos a la casa.
- ¿Mamá?- dije tocando la puerta antes de entrar.
- Entra cher.- dijo quitándose el maquillaje y los pendientes.
- Hola mami.
- Hola cher.- dijo devolviendo me el saludo.
- Se qué aún faltan dos meses par ala llegada de los gemelos pero no podía esperar para darte esto.- dije mostrando una caja de regalo con un gran moño rojo.
- ¡Ay! Cariño..., No debiste.- dijo viendo la caja.
- Descuida, no es nada.
- Bien..., Lo voy a abrir.Al abrir la caja, había dos lindas camisitas azules, con dos sonajas y unos lindos baberos con dibujos de patitos.
- ¡Ay!, Odette..., Son hermosos.- dijo viendo los bellos baberos.- muchas gracias hija.- dijo abrazándome.
- De nada mamá.- correspondiendo a su acción.
- Se que serás un gran hermana mayor.
- Gracias mamá..., Espero serlo.- sonreí.
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HELLFIRE
RomanceEn una época dónde las relaciones entre personas del mismo género no eran bien aceptada..., una doncella de una familia adinerada al encontrarse con una gitana tendrá que revelarse a su familia para demostrar que el único sentimiento que le tenía a...