Prólogo

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-Yo, José María, te recibo a ti, Luz, como mi esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida- pronunció José María con su mirada fija en los ojos de Luz que al igual que los suyos estaban al borde de las lágrimas, lágrimas de rebosante alegría debido a la felicidad que los embargaba a ambos en el día más feliz de sus vidas, hasta ahora.

- Es tu turno Luz- menciona el sacerdote tomando el micrófono de las manos de José María y colocándolo en las de Luz que no dejaban de temblar.

-Yo, Luz, te recibo a ti, José María, como mi esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida-con la voz entrecortada logró decir lo último y un par de lágrimas rodaron por sus mejillas a la par que una inmensa sonrisa abarcaba su rostro.

-Ahora los anillos por favor- indicó el sacerdote y tanto María José como Daniela se acercan a sus respectivos hermanos, cada una sosteniendo el anillo correspondiente a su hermano- El Señor bendiga estos anillos que van a entregarse uno al otro en señal de amor y de fidelidad, repitan amén.

José María y Luz al unísono dicen Amén.

-María José entrégale el anillo a tu hermano-menciona el sacerdote y esta lo hace- ahora José María coloca el anillo en el dedo anular de Luz y repite: recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

José María hace lo que el sacerdote indica y se sigue el mismo procedimiento, pero ahora es Daniela quien entrega el anillo a Luz y esta lo coloca en el dedo de José María. Se hace la bendición y entrega de las arras, para proseguir con la imposición del lazo.

-Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, el Dios que unió a nuestros primeros padres en el paraíso confirme este consentimiento mutuo que ustedes han manifestado ante la Iglesia y, en Cristo, les dé su bendición. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre- menciona el sacerdote pidiéndoles que firmen las actas correspondientes y finaliza la ceremonia con la bendición matrimonial- ahora José María puedes besar a tu esposa, un aplauso para los recién casados.

Tanto familiares y amigos que se habían dado cita en las paradisiacas playas de Cancún aplaudieron jubilosos ante la conclusión de la ceremonia dirigiéndose a la recepción que se daría a la orilla de la playa en el exclusivo resort de la zona hotelera donde todos se encontraban hospedados gracias a que don José Carlos (padre de José María y María José y exitoso productor musical) había pagado por las habitaciones de los invitados.

La puesta de sol era el marco perfecto para la sesión fotográfica de los novios con sus respectivas familias, por un lado, encontramos a Luz siendo acompañada por su madre la señora Gloria, su padrastro don Emilio y su hermanastra Daniela, aunque para ella eran su padre y hermana, aunque no hubiera ningún lazo consanguíneo que los uniera. Por su parte a José María lo acompañaban su padre don José Carlos, su madre Lisa y su hermana gemela María José. Se hicieron las tomas en solitario de los ahora esposos, con cada una de las familias y con todos juntos unificados en una sola familia.

Una vez terminada la sesión fotográfica los novios se dispusieron a disfrutar del banquete de bodas en compañía de sus seres más queridos y con quienes ellos querían compartir la dicha y felicidad que los embargaba.

-Hija es una lástima que Alondra no te haya podido acompañar- menciona don José Carlos dirigiéndose a María José- me hubiera encantado poder conocerla.

-Lo se papá-menciona MJ con un dejo de tristeza en la voz- ya será en otra ocasión- esbozó media sonrisa- hoy solo pensemos en Chema, lo feliz que está y disfrutemos del whisky.

-Hija estamos en México hay que disfrutar del tequila y mezcal-sonrió don JC

-Nada de excesos por favor-menciona doña Lisa- que no quiero andar batallando con un par de borrachines o pasar vergüenzas por comentarios o acciones inapropiadas.

-Descuida mamá que nos portaremos bien.

-Eso espero María José, eso espero-se le queda viendo a los ojos fijamente notando ese rojo característico que le quedaba después de una noche de mucho llanto- mañana te espero para desayunar, paso por tu habitación a las 9am que usted y yo tenemos mucho que hablar señorita.

MJ sabía que a su madre no podría engañarla por lo que se acercó al mesero dándole un billete de 100 dólares de manera camuflada pidiéndole que toda la noche le sirviera el mejor mezcal de la barra, necesitaba del alcohol para olvidar la decepción que había sufrido con Alondra y que al día siguiente tendría que contarle todo a su madre.

-Daniela por Dios sal de la cocina- mencionó don Emilio al por fin encontrar a su hija después de buscarla por el hotel- le prometiste a tu hermana disfrutar de la recepción.

-Y eso es lo que hago, disfruto de ver la preparación de la cena, el chef Benito ha sido muy amable al dejarme observar como maneja su cocina.

-Hija-se acerca a ella tomándola por los hombros- yo sé que para ti es difícil mantenerte alejada de la cocina, pero hoy no eres la chef Daniela, eres la dama de honor de Luz y como tal debes estar al pendiente de tu hermana-comienza a arrastrarla hacia la recepción.

-Pero papi...

-Papi nada- la interrumpe- este es un día importante para tu hermana y estoy seguro de que te quiere a su lado.

-Está bien- una derrotada Daniela tomó el brazo a su padre dirigiéndose a la mesa que compartía con los Báez-Smith, colocándose junto a MJ ya que era el único espacio libre disponible.

-Señorita le ofrezco algo de tomar-menciona el mesero que acababa de dejar un par de mezcales para MJ- agua, refresco, vino o algún otro licor de su preferencia.

-Tomaré lo que ella está tomando- dirige su mirada hacia MJ y el mesero se dirige por mas mezcales.

-Luna ¿crees poder seguirme el ritmo? -menciona MJ dirigiéndose hacia Daniela por su apellido.

-Va a ser difícil alcanzarte-señalando con el dedo los vasos de mezcal vacíos que se encontraban frente a ella- pero un poco de competencia no estaría mal o ¿tienes miedo de perder Báez?

-Ya deberías saber que nunca pierdo-le extiende un mezcal que Daniela toma y se acerca a su oído susurrando- por las decepciones amorosas.

-Salud- Daniela asiente y toma de golpe el trago, el primero de muchos en esa noche.

El sonido del celular se hizo presente y un fuerte dolor de cabeza sacaron a Daniela del profundo sueño que tenía, sin abrir los ojos tomó su celular, el cual se encontraba en la mesa de noche, contestando como pudo al llamado de su madre la cual le preguntaba si los acompañaría a comer o no, eran cerca de las 3 de la tarde y ella apenas estaba despertando, se disculpó con ellos al tiempo en que se paraba de la cama para ir por un paracetamol al botiquín que se encontraba en el baño, les dijo a sus padres que desayunaría con ellos a primera hora el día de mañana y lo primero que hizo al colgar la llamada fue poner una alarma para el día siguiente. Tan actuaba en automático que no se percató de su desnudez hasta después de haber abierto la llave de la regadera-Dios que tanto tomé anoche que no tengo idea de cómo llegue a aquí- se metió a la ducha y dejó que el chorro de agua caliente cayera por su espalda intentando recordar lo ocurrido sin embargo todo estaba borroso- vamos Daniela, recuerda lo que hiciste- se repetía a modo de motivación- recapitulemos, durante la cena comenzaste a tomar mezcales con Báez -colocó shampoo en su larga cabellera-, hicimos los brindis correspondientes como Best Man y Maid of Honor, bailamos con los novios-enjuagó su cabellera y prosiguió a enjabonar su bien definido cuerpo-seguimos tomando shots de mezcal, el mesero nos dejó una botella recién descorchada en la mesa-se enjuagó rápidamente- y ¡oh por Dios! No, no, no, no- se negaba pasando la toalla por su cuerpo para secarse y salir rápido de la regadera colocándose frente al espejo y observando las marcas dejadas por MJ por todo su cuerpo- ¿Qué hiciste Daniela? ¡¿que?! – se colocó su pijama, dirigiéndose a la cama tomando su celular para encontrar entre todas las notificaciones un mensaje de MJ: "lo que pasa en Cancún, ¿se queda en Cancún?"- "por supuesto, haz de cuenta que nunca pasó"- le envió en respuesta y solo se activaron las palomitas azules en señal de que el mensaje había sido visto.  

Luna MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora