One shots - t.A.T.u.

Mi mejor amiga

Julia solía tener una mejor amiga cuando estaba en prepa que se llamaba Ksenia, era su compañera de aventuras lamentablemente Julia y su familia tuvieron que mudarse de estado por motivos de trabajo de su papá, pero siempre seguían en contacto, hablablan prácticamente a todas horas, hasta que un día Ksenia dejó de contestar las llamadas, Julia nunca entendió por qué ese cambio de actitud tan repentino, pero después de algunos días también dejó de insistir y ya no la busco más.
Al año regreso a su ciudad para pasar la navidad en casa de su abuela que vivía cerca a la casa de Ksenia, Julia estaba feliz porque por fin podría enfrentarla y aclarar la situación, ya que la verdad a Julia le estaba doliendo mucho el no saber qué pasaba. Al llegar lo primero que hizo fue ir a buscar a Ksenia a su casa, pero le extrañó que la casa se veía bastante descuidada como si estuviera abandonada, estuvo tocando por un buen rato, pero nadie le abrió, así que algo triste se fue a un pequeño parque donde pasaban la gran parte del día cuando vivía ahí, se sentó debajo de aquel árbol donde años atrás habían tallado sus nombres, y mientras recordaba un sinfín de aventuras que habían pasado juntas, sintió como si le hubieran aventado una pequeña piedra en la cabeza y al voltear molesta vio a Ksenia parada a unos metros riéndose, se levantó de inmediato y corrió a abrazarla, ella también la abrazó y dijo que la extrañaba, Julia la noto bastante diferente se veía algo rara su piel era bastante fría y tenía un color grisáceo, Julia le reclamó el por qué dejó de contestarle las llamadas, a lo que ella respondió que había perdido su teléfono y ya no pudo comunicarse nuevamente, pero que no dudara jamás de su amistad, eso llenó de alegría a Julia y le preguntó: - ¿Qué pasa? ¿Estas molesta conmigo?, - No seas tonta, si más que amigas somos hermanas y hasta la muerte juntas, le dijo Ksenia. entrelazando su meñique con el de ella, - Ven, te tengo un regalo, pero tenemos que ir por él a mi casa. Solo que tenemos que darnos prisa amiga porque ya se esta anocheciendo y ya vez cómo son mis papás, dijo Ksenia - le sonrió y empezó a caminar, Julia se fue detrás de ella y cuando llegaron a su casa, Julia le preguntó el por qué estaba tan descuidada y llena de tierra, y ella con voz bastante triste le dijo "Es que mis padres me olvidaron muy rápido",
- ¿Cómo dices? - le preguntó curiosa, - No me hagas caso. Vamos a mi habitación ahí tengo tu regalo. - Cuando subieron Julia notó que toda la casa se encontraba en las mismas condiciones sucia y descuidada como si la hubieran abandonado, de repente, la pelinegra no quiso hacer más preguntas para evitar molestarla, Ksenia sacó de su cajón un par de pulseras rojas y dijo que serían el símbolo de su amistad, que la cuidara y la conservara siempre. Estuvieron platicando largo rato y sin darse cuenta Julia se quedó dormida, solo que la despertó el timbre de su celular y al contestar era su mamá que se escuchaba nerviosa y llorando, le preguntaba dónde demonios se había metido, Julia trato de calmarla y le dijo que estaba en casa de Ksenia, pero que enseguida se iría a la casa, su mamá se quedó en silencio por unos segundo y le dijo que no se moviera de ahí, que ella vendría enseguida.

Empezo a llamar a Ksenia, pero ella no respondía así que comenzó a buscarla por toda la casa, pero no estaba por ningún lugar y cuando quiso abrir la puerta Julia se dio cuenta que estaba cerrada con llave, se molesto un poco porque no entendía por qué hacía esto Ksenia, y cuando estaba forcejeando la puerta para intentar abrirla llegó su mamá acompañada de su familia y un cerrajero. Cuando por fin abrió la puerta, su mamá la abrazó y le dijo que jamás le volviera hacer esto.
- Pero ¿de qué hablas mamá? le dijo Julia bastante extrañada, si solo vine a visitar a mi amiga. En eso llegaron los papás de Ksenia y fue cuando entendio todo.
Primero hicieron que Julia les contará cómo demonios había entrado a la casa, si se encontraba perfectamente cerrada, y después de explicarles que Ksenia la había invitado, se echaron todos a llorar, y se acercó la mamá de su amiga y le dijo que eso no puede ser posible, ya que Ksenia murió hace dos meses en un accidente automovilístico cuando se dirigía a la escuela. Julia no podía creer lo que estaba escuchando, ¿cómo era posible eso si horas antes platicaban y reían como siempre?, al ver su incredulidad el papá de Ksenia tomó una caja que se encontraba en un mueble de la sala, fue entonces cuando Julia término por aceptarlo, esa cajita contenía las cenizas de su adorada amiga.

- Pero ¿y las pulseras? les dijo mientras les enseñaba la muñeca donde Ksenia le había colocado. - Esas las tejió mi hija la anoche antes de morir, después del accidente nos fuimos de esta casa ya que no soportamos el dolor de recordar los hermosos momento que vivimos con ella.
- Pero ella siente que la han olvidado, me lo dijo, les gritó molesta -, Así que después de tan fuerte experiencia, los papás de Ksenia regresaron nuevamente a vivir ahí, y comentan que algunas noches la han podido ver deambular por la casa. Julia en lo personal la sigue viendo parada en su ventana y de vez en cuando les pide permiso a sus papás para que la dejen subir a su recamara, se sienta en su cama y comienza a contarle lo que le ha pasado en el día. No logra verla como aquella vez, pero puede sentir su presencia como cuando estaba viva. Julia espera que algún día ella pueda descansar en paz y le pide a Dios que el día que la mande llamar, sea ella quien la espere para cruzar...

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Crédito a quien corresponda