Capítulo 2. The real solution

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Se podría decir que todo había comenzado en la media tarde, cuando los chicos habían pasado todo el día trabajando, y auguraban tener que hacerlo durante uno o dos días más, antes de que la máquina estuviera lista, pero aún así, todos estaban de acuerdo en que pronto estaría terminada. 

–Eso no es nada… 

Dijo Cinco cruzándose de brazos. 

, no eres nada… 

Respondió Damian cortante. 

–Que inmaduro 

Cinco se dirigió a la cafetera. 

–Tengo justificación para ser inmaduro, ¿Pero tú? ¿Acaso no eras un adulto? 

Damian abrió el refrigerador. 

–Me da tanto gusto que se estén llevando bien –comenzó Dick con un aplauso–. ¿Pero podrían dejar de discutir? 

–El tiene un fusible roto ¿no? 

Preguntó cinco refiriéndose a Dick. 

–No te metas con Grayson… 

Damian no encontró nada en el refri que pudiera comer, y no sólo hablaba de que no hubieran verduras o algo así, sino que, simplemente no había comida dentro del refrigerador. 

–Creí que tampoco lo soportabas… 

Dijo cinco poniendo su taza en la encimera. 

–Si, pero tú no tienes derecho a meterte con él… 

Reafirmó Damian buscando ahora en la alacena. 

Dick miró a Allison, y ésta a su vez miró a Dick, sólo ellos estaban en la cocina con los chicos. 

–Tu no puedes decirme qué hacer… 

Dijo Five. 

–Soy mejor que tú… 

Gruñeron ambos al unísono. 

–¡ey tranquilos! –clamó Alison–. Ninguno es mejor que el otro… "oí el rumor…

La chica no pudo terminar cuando Jason y Klaus entraron. 

–Un poco… 

Decía Jason mientras reía. 

–No seas modesto… 

Insistió Klaus. 

Dejaron en la encimera todas las cosas que habían comprado, principalmente frutas, un sobre de café, y una taza de grueso cristal transparente, nueva. 

"Soy mejor que tú" 

Repitió Damian con sus labios. 

Cinco entornó los ojos y formuló:

"Demuéstralo" 

–Necesito más café… 

Anunció cinco. 

Klaus retrocedió dos pasos, y rellenó la taza del menor sosteniendo la cafetera, aunque algo en la manera que la tomaba hacía parecer que se le caería en cualquier momento, por fortuna eso no pasó. 

Damian se estiró por una manzana de las que Jason había traído, pero el mayor rápidamente la atrapó con un cuchillo y la lavó, después la cortó en dos partes arrancándole el corazón para ponerla frente al príncipe en un plato.

Klaus y Jason siguieron hablando, Tim y Diego entraron en la cocina, charlando también, pero Allison y Dick vieron perfectamente el momento en el que Damian formuló con sus labios "yo no tuve que pedirlo", mientras guiñaba su ojo para cinco, señalando la manzana.

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