VIII

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—Un mes después—

— El amor será ciego, pero cabe recalcar lo mucho que me alegra la vista por lo hermosa que es, señorita Gros. — confesó 49 con tono coqueto.

— Acuérdese que hay cámaras grabando todo lo que dice. — le recordé con la voz quebrada por los nervios.

— Mejor, asi todos se enteran de lo mucho que me gusta... Verla. — aquella pausa que hizo al hablar mientras me admiraba de pies a cabeza hizo que mis piernas empezaran a flaquear de inmediato.

— ¿Como se siente? — fue lo primero que se me vino a la mente para preguntar y cambiar de tema.

— Mucho mejor por tenerla aquí conmigo. — contestó cuando se acomodó en su asiento.

«Seguía con lo mismo, a este paso no podré hacer bien la sesión que tanto quiere mi jefe, no sé que le pasa hoy al doctor...»

♤♤♤

«El tiempo se paso volando como siempre, estaba por irme de la celda de mi paciente cuando este me llamó con grito que parecía mas una súplica, nunca antes había escuchado que alguien me llamase de esa manera tan desesperada asi que acudí a él después de darle la excusa a mis dos acompañantes guardas que se me habia olvidado algo dentro de su habitación, por suerte y no escucharon ese llamado o no me hubieran dejado ir»

«Entre como un rayo para saber que necesitaba, sin embargo a plena vista no estaba, se habia escondido a mis espaldas para tomarme por sorpresa y asi tenerme presa entre la pared y su cuerpo cálido»

«Todo era bien extraño, me sostenía con mucha fuerza por la cintura y su boca se estaba encargando de hacerme cosquillas en el cuello y parte de mi mejilla la cual estaba roja por ese momento tan incómodo»

— ¿Se puede saber que hace? — pregunté en un susurro.

— Solo déjese llevar señorita Gros, yo sé que le esta gustando. — aseguró 49 con la voz mas ronca y sensual que jamás haya escuchado en mi vida.

«Ya no pasaba sus labios en vano por mi cuello, empezó a besar cada rincón de este como si se tratase de agua en el desierto, sus manos que antes estaban en mi cintura subieron hasta tocar mi pelo y enredar sus dedos en mis mechones sueltos, asi tendría mas control de mi cabeza para el próximo beso que estaba por darme en los labios»

— Tu cabecita loca si que inventa cosas raras. — interrumpió Oliver en mi relato de ese sueño tan raro que tuve en la madrugada.

— Si, pensaba que era solo el recuerdo de aquel dia donde el doctor me dedicó muchos piropos, pero no, todo cambió a algo más... — hice una pausa tratando de encontrar la palabra adecuada. — ¿Íntimo?

— ¿Sientes algo por tu SCP? — ladeo su cabeza a la vez que formuló aquella pregunta.

— ¡No! Claro que no, ¿por qué lo dices?

Se bufó en voz baja para después tomar un poco del café que tenía en su vaso plástico, justo ahora estamos en una cafetería esperando a Tyler, el enfermero que Oliver me nombró hace ya más de un mes, solo hasta ahora tengo la oportunidad de hablar con ese chico ya que con tantos problemas que tuvo la fundación no he tenido tiempo ni para dormir, mucho menos iba a tener un momento de respiro para poder investigar mas a fondo a Seis, la cual seguía siendo un mar de misterios para mi.

Dangerous Love (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora